
El susceptible es aquel que primeramente
nos dice “yo no engaño a nadie”, suele estar siempre en “sobre aviso”, Los
susceptibles casi siempre están ligados a unos sentimientos de imperfección y
sobre todo a una falta de confianza en
sí mismo.
A
estos tipos de persona, si se le suelen hacer cualquier género de pregunta,
enseguida piensan: “por qué me habrá dicho eso” o “será que me tiene ganas” En
general cada persona reacciona de una forma en función de su grado de
susceptibilidad.
Estas,
suelen ofenderse con facilidad. Se sienten siempre aludidas ante cualquier
situación y por lo general ante algunos comentarios, tienden a actuar como
víctimas de lo que piensan los demás, considerándose ante ellos como una mala
persona, aunque tienen que hacer un esfuerzo para presentar siempre su lado
bueno.
Frente
a estos comportamientos, resulta difícil imaginar que durante su infancia vivieron momentos de humillación y es
cuando aparece la agresividad que sienten en determinadas ocasiones. Es
complicado hacerles ver, que nadie va a hacerles daño, tratando de expresar lo
que suelen reprimir y no digieren las situaciones que se les presentan.
Aunque
realmente son personas que, como dije anteriormente, en su periodo de juventud,
debieron luchar con ese trastorno en su personalidad, la mayoría de esas
personas, en especialmente las mujeres, tienen muchos momentos de
susceptibilidad, es decir: “están siempre en sobre aviso”
Son
personas que a veces gozan de una baja autoestima y, por esa razón, tienen la
necesidad de ser siempre el centro de atención. Les suelen molestar los
comentarios y todo tipo de críticas, puesto que siempre creen que van dirigidas
hacia ellos. Su carácter suele ser agresivo, aunque ellos traten de no
reconocerlo.
Todos
los comentarios de los demás suelen ser muy importante para ellos, ya que
tienen una falta de criterio sobre sí mismo. Cuando lo que oyen, siempre creen
que son negativo, y que van dirigido hacia su persona. Por tanto no los aceptan
porque el enfrentamiento suele ser demasiado doloroso al no reconocer sus
carencias y limitaciones.
Siempre
existen en ellos, una parte en la cual no se sienten satisfechos, ya que nunca
han podido expresarse… Tratemos de tolerar mejor las diferencias, aunque no
todo el mundo piensa ni tiene la misma visión de uno mismo. Tratemos de conocer
mejor a ese personaje que vive en su interior, y que es apreciado tanto como él
sabe apreciar.
Ante
estas situaciones, se debe dejar de disimular y tratar de encontrar poco a poco
respuesta a esa “huída”, y frente a los sutiles comentarios que alcanzan esa
susceptibilidad, siempre digo: ¿por qué no aceptarlo con humor?
Meditación:
Lo falso es susceptible de muchas combinaciones; pero la verdad no tiene más que
una forma de ser.