La soledad es un sentimiento que nos atañe a todos. Se da tanto entre los solteros como entre los que tienen pareja, y esa emoción la sienten personas de todas las edades, del niño al anciano. Las personas somos seres sociables, no vivimos para la soledad. Y es que para nuestra supervivencia no sólo necesitamos de alimento, sino también de una relación afectiva. La soledad afecta a nuestro bienestar, puesto que es uno de los pilares de la felicidad, E incluso puede causar estragos en nuestra salud, como dolores físicos, insomnio o taquicardias.
Vivir solo hoy en día es una elección aceptada sin el estigma de antaño. Pero indudablemente, vivimos en una sociedad donde el individualismo crece y los lazos familiares se aflojan. También influyen que actualmente muchas personas son independientes económicamente y buscan en el matrimonio la realización de sus sueños, y no el sustento para sobrevivir. En estos casos, si no la encuentran, prefieren la soledad ante una convivencia conflictiva. ¿Es realmente cierto que estos cambios, hacen que un mayor número de personas se encuentren solas? Lo que observamos es que, a pesar de disponer de más medios de comunicación, nos comunicamos peor.
La soledad es una sensación de vacío y de estar solo en el mundo. Pero estar solo no significa automáticamente que la persona se encuentre sola. Son conceptos distintos. En realidad la vida en solitario es una elección. Visto esto, podemos concluir que la soledad es una emoción, y no una situación.
No cabe duda que la soledad es también un vacío afectivo. En el transcurso de nuestra vida debemos aprender a superarnos física y emocionalmente de ella. Si este proceso transcurre correctamente, seremos capaces de sentirnos bien sin la necesidad de estar acompañados en todo momento. Quiero decir que logramos sentirnos bien cono nosotros mismos. Pero no siempre es el caso.
Solo en el caso de que la soledad sea crónica y destructiva, terminará siendo un obstáculo en nuestra vida. Hay personas que se encierran en sí misma, desconectan de los demás y pierden la capacidad de comunicarse. En estos casos es necesario buscar ayuda Somos seres sociales y necesitamos sentirnos conectados con otros (por ello el peor castigo es el aislamiento en prisión). Siempre debemos considerar que unos necesitan muchos contactos y otros sólo unos pocos para sobrevivir.
Meditación: La soledad es la única cosa que encuentras cuando no la buscas.