Siempre los árboles me han producido cierta admiración. No sé por qué. Pero cuando veo un hermoso árbol, descubro al mirarlo lo mucho que se puede aprender de él.
Abrazarse a un árbol es una de las experiencias más maravillosa que la naturaleza puede ofrecernos. Mientras le abrazas, piensas que es una vida a la que amas “Un árbol nunca te volverá la espalda” Así sentimos su fuerza; nos olvidamos de todo y notamos el sentido de la vida. Y si el árbol es vida, deberíamos proteger muchos más a nuestros bosques. ¿Cómo no se persigue mucho más a los desaprensivos que queman nuestros montes? ¿Cómo no se denuncia a los insensatos que sin inmutarse y sin ninguna reflexión, talan una zona boscosa o unos árboles centenarios?
La copa de un árbol es flexible y está diseñada para atrapar la lluvia, causando que ésta se deslice a través de sus hojas, ramas y el tronco hasta llegar al suelo. Al amortiguarse el impacto de la lluvia en el árbol se abate la erosión y al mismo tiempo protege la superficie del suelo. Los árboles se manifiestan a veces como el paraíso de otras especies; así los pájaros, encuentran en ellos el mejor hábitat para su evolución.
Es cierto que no detienen a un huracán, pero su presencia resta velocidad a las tormentas, disipando así su fuerza y mejorando el medio ambiente.
En primavera me gusta caminar solo entre los árboles. Parece como si ellos me acompañaran sin hablar. Sin embargo a veces parece como si estuviera oyendo voces entre ellos, entonces, me suelo parar para saber hacia que dirección vienen sus “voces”.
Aprender sobre los árboles es apreciarlos como especie. Hace ya mucho tiempo, posiblemente seis o siete años me comentaba una amiga que cuando era jovencita se pasaba las horas asomada a la terraza de un amigo, desde la cual observaba y admiraba a un hermoso árbol y a través de su contemplación podía comprender muchas cosas.
Hoy quizás esta chica se encuentre en un país extranjero, del cual tenía pasión por él, debido a la belleza de sus flores. Lo cierto es que no sé nada de ella, desde hace bastante tiempo. ¡Si ama las flores, seguro que será feliz!
Las creencias basadas en árboles sagrados y en su simbolismo han formado parte de muchas religiones, y los han convertidos en víctimas de muchos conflictos religiosos. Todos sabemos que un árbol es una vida. Sí, una vida muy distinta a la nuestra, pero una vida que nace, crece, se desarrolla y tarde o temprano muere. Entonces: ¿has pensado alguna vez, si cuando le arrancamos o tronchamos una rama; le produce dolor? Nunca lo sabremos, pero si observamos, que de alguna manera siempre se manifiestan.
Si eres una persona que amas a los árboles y estás leyendo este pequeño artículo, si tu preocupación todavía no va más allá de la relación afectiva con ciertos árboles concretos, mi intención es hacer que tu conciencia descubra un nivel más profundo y se involucre tu corazón, tu imaginación y tu mente, pues siendo de esa manera es el primer paso para salvar y amar a los árboles.
Meditación: Los árboles tienen una vida secreta, que solo la comprenden, aquellos que saben amarlos.
Hermoso!!! Adoro los árboles!!!!
ResponderEliminarHermoso!!! Adoro los árboles!!!!
ResponderEliminarGracias por tu comentario.- Durante muchos siglos el hombre luchó por tener una Naturaleza hermosa, acompañada de zonas espléndidas copada de árboles. Te invito a que pasees entre ellos. Piensas que mientras caminas a pesar de su quietud, todos te admiran y te observan en silencio, parece como si te escucharan al pensar cuanto los amas. Desgraciadamente, hoy el mundo se ha vuelto peligroso para ellos, no por causa de los que le hacen daño, sino por aquellos que no hacen nada por evitarlo. Un cordial saludo.-
ResponderEliminarAdoro los árboles. Con mi hijo de cuatro años compartimos ese amor. Los abrazamos y les hablamos. Aún busco un significado a tanto amor,ya que nadie me lo inculcó. Aún sin saberlo,yo,les sigo abrazando. Gracias por tu artículo. Abrazo
ResponderEliminarEse amor que profesas a los árboles, sólo demuestra que eres una persona de una gran sensibilidad a la Naturaleza. Piensas que el árbol, también es un ser con vida (aunque inerte), pero dispuesto a darlo todo; su sombra, su “cuerpo”, sus raíces, su fruto, su aroma y sobre todo, su profunda belleza. No hay nada más hermoso, que un frondoso prado copado de árboles. Existe una bonita metáfora que dice: “Nunca un árbol te volverá la espalda” Si tu hijo hoy, siente amor por los árboles, ten la completa seguridad que mañana será una persona de profundos sentimientos. Saludos.-
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