martes, 28 de mayo de 2019

¡No lo dejes más tiempo!


Casi todos, ante nuestro fuero interno deseamos mejorar nuestras condiciones, ya sea culturales, personales o físicas, la cuestión es, ¿por qué no lo intentamos? Es que quizás no nos decidimos a proponerlo. Todos disponemos de actitudes lo suficientemente necesarias para iniciar una mejora personal en todos los sentidos. Seguro que estarás diciendo; pero, ¿cómo lo inicio? ¿cómo lo hago? Sin embargo, piensas que si te lo propones ten por cierto que lo conseguirás Esa idea, por más extravagante o disparatada que sea, seguro que puede llevarte a la meta.
 Constantemente nos dicen que deberíamos cambiar nuestra forma de ser. A veces es posible que desees cambiar algo tu actitud; por favor ¡inténtalo!, cuando lo logres te aseguro que te sentirás feliz. Así, a cada desafío al que te enfrentes diariamente, obtendrás resultados positivos. Todo lo imprevisto y todos los cambios de planes, en muchas ocasiones acaban transformándose en buenos ideales. Todo depende de tu disposición al intentar lograr una mejora personal.
Puede que se nos presenten momentos en que no lo veamos tan sencillo, pero una vez que logremos que nuestra mente y nuestro inconsciente trabajen junto, seguro que podemos cambiar nuestras creencias, nuestras actitudes, y verás que todo eso nos ayudará a cambiar nuestras vidas como persona. Cuando llegues a crear un “puente” con otra persona, serás capaz de valorar el trabajo, y es entonces cuando reconocerás el éxito y la fortaleza que estás poniendo para poder mejorar.
Cuando por circunstancias especiales no seas capaz de realizar esos esfuerzos que nos acrediten esas mejoras personales de la cual hablamos, haz que no decaiga nunca tu insistencia, y piensas siempre que una de las emociones más maravillosa, es la de encontrar siempre esa persona que desinteresadamente siempre está dispuesta a ayudarte a triunfar. Piensas en todo momento que no se es grande “cuando uno es nombrado jefe de una empresa, sino cuando somos capaces de abrir camino a los demás”
Y por supuesto, no hablemos cuando poseemos todos los elementos necesarios para poder esforzarnos a mejorar. Cuando nos critiquen piensa siempre, que es posible que los demás no tengan el “perfil” de tu propia vida, aunque nunca entenderán las circunstancias que actualmente atraviesas ni tampoco tu propio destino.
Ten en cuenta que siempre necesitarás de algo para poder realizar ese esfuerzo, por el cual has nacido y que, a través de él, puedas establecer un plan que te ilusiones y consigas mejorar tu vida. Sencillamente, a través de tus propósitos y tu potencial, son las dos revelaciones para que tú, como persona, necesites conseguir una mejora individual. El saber valorar tu presente es poner todas tus energías en el día a día, y así no te encontrarás con la sorpresa diciéndote: ¿Por qué no me decido?  Necesitas aprender a “moverte” no por las circunstancias, sino por la convicción que ese tramo amargo que radica en tu interior, siempre lo tendrás presente, no permitiendo que jamás llegue a desaparecer. Piensas que somos nosotros los que construimos nuestra felicidad, pero solo cuando seamos capaces de conocer nuestro estado interior, el cual no depende de tu entorno si no de tu propio esfuerzo personal para conseguirlo.

Meditación: Imposible sólo significa que aún no has encontrado la solución.

miércoles, 22 de mayo de 2019

¿Qué dicen los silencios?


El silencio no siempre es malo, en realidad es una actividad muy productiva. Así decimos que nuestros pensamientos surgen de nuestras sensaciones y percepciones, por lo que el acto de pensar en silencio puede considerarse como un constante recuerdo. Jamás comprenderemos que la palabra nunca logra ser tan rápida cono el cerebro. ¿Cuántas veces esperamos una respuesta?, pero la respuesta es el silencio, aunque a veces el silencio es el reflejo de los pensamientos.
Los pensamientos van desfilando por nuestra cabeza sin cesar a través de un continuo silencio, sin darnos cuenta que nos estamos manifestando de distinta forma, y haciéndolo realidad, sin necesidad de la palabra. En realidad, son dos aspectos de un mutismo, empeñado en no compartirlos, aunque también es un estilo de comunicación.
Cuando la vida debido a ese aislamiento te hace guardar silencio, nos preguntamos: ¿Qué escondes detrás de ese silencio? A veces nos basamos en datos que pueden confirmar todo aquello que pensamos y que puede ser realidad o por el contrario podría tratarse de creencias completamente irracionales que hacen que nos sintamos mal, debido a situaciones que supuestamente nos imaginamos.
Es realmente cierto que en la vida hemos errado en diversas ocasiones, tal vez por eso somos un poco más sabios. El silencio y la palabra deberían intercalarse a través de la comunicación humana, marcando un código que no siempre es fácil de entender. Siempre se ha dicho que existen grandes enigmas ante el vacío de un profundo silencio; pero a pesar de saberlo, y debido a ese mutismo se pierden grandes sentimientos. El silencio es un camino que se divide en mil posibilidades, y nunca podremos saber cómo se adecúan los propios pensamientos.
Cuando pasan los años, comenzamos a darnos cuenta que, en alguna parte de los “libros de la vida”, dejamos algo sin leer; y ahí pueden estar esas explicaciones a todo lo que durante esos años dejamos de entender o al menos eso es lo que no entendimos.
Guardar silencio durante un largo periodo de tiempo, aplaca las iras, soluciona el orgullo, esclarece la mente y enfoca con mayor lucidez las consecuencias de nuestros actos. Sí; el silencio es el elemento fundamental para que nuestra mente analice esos problemas y les demos soluciones a ellos, pero por favor, no lo inmovilicemos eternamente, porque puede que algún día esa persona ya no exista, y entonces puede que lleguemos a reconocer que la vida, incluso a los más inteligentes, nos haga pasar por la triste experiencia de tener que aceptar que esa actitud no era la más razonable.
El silencio, junto con el tiempo es una excelente cura para las heridas del alma, como anteriormente decía. Allí donde ese sufrimiento parece interminable, sucede algo inexplicable “callamos, pero no olvidamos” En verdad, es una forma para preparar el camino a la reflexión, haciendo un análisis justo y, meditando correctamente, podríamos llegar a través del diálogo a una lógica situación de paz y entendimiento. No cabe duda que el silencio es un gran amigo, pero al igual que las palabras, tenemos que aprender a utilizarlo junto con el diálogo, para sentirnos cómodos con él.

Meditación: No toda distancia es ausencia, ni todo silencio es olvido.

viernes, 17 de mayo de 2019

¿Es posible confiar?


De hecho, siempre desconfiamos. No sabemos, por qué. Pero siempre actuamos así. Quizás sea porque la vida no nos proporciona esa seguridad que necesitamos. La verdad es que siempre decimos: ¡No me olvido, pero no me fío! ¡No las tengo “todas conmigo”! ¡Y si me están engañando!, etc. Reconozco que a veces no tenemos la claridad suficiente para enarbolar la bandera de aquello que deseamos. Por otra parte, llegamos a una etapa de la vida en la cual vamos acercándonos a una edad determinada en la que predomina un estado de desconfianza ante cualquier eventualidad.
Obviamente a todos nos gusta demostrar que somos sinceros, pero también es lógico que lo demostremos interiormente. Hemos de asumir la realidad y demostrarla, aunque pueda resultar difícil o embarazoso, pero contemos con la confianza de los demás, aunque de sabido es, que la perfección no existe y todos podemos equivocarnos.
No se trata de asumir plenamente todo lo que nos digan, pero no sumergirnos en la desconfianza y nos vemos envueltos en continuas etapas que no nos dejan vivir. La mejor manera de sentirse bien es ser claro y transparente, La manipulación siempre nos pasa factura, en cambio la autenticidad, genera confianza, puesto que nos da lugar a seguridad. Si aceptar las disculpas es lo que necesitas para volver a confiar, ¡inténtalo! Quizás entonces lo veas claro, o es posible que necesites pedir promesas sobre el comportamiento futuro; aunque no confíes plenamente.
Cuántas veces ese estado se nos presenta de forma sistemática, negando la propia veracidad de lo que nos rodea, presentándose como un trastorno de desconfianza crónica, sólo admitiendo tus propias decisiones. ¿Será que tu soledad o tu estado de autonomía es la que te hace experimentar ese estado de desconfianza ante los demás? Uno de los conceptos más intuitivos es nuestra propia soledad, haciendo que perdamos nuestra propia seguridad, viéndonos envueltos en una auto desconfianza que poco a poco nos domina, atenazándonos ante todo lo que nos rodea de forma regular. Sé que es difícil entenderlo, pero hace que nos veamos vinculados en un estado permanente de tristeza, desamor y negatividad. Todo eso hace que desconfiemos hacia lo que realmente no conocemos.
Deberíamos alejarnos de lo que no vale la pena y centrarnos sólo en lo importante, en lo valioso, y estar siempre preparado para realizarlo. Hay personas que, ante esa actitud de desconfianza, son incapaces de olvidar, y todo lo ven como insultos, desprecios de los cuales creen haber sido objeto. La desconfianza siempre nos afecta de alguna manera de forma devastadora, puesto que el principal “patrón” para llegar a superarla, es la propia confianza en uno mismo. Si no piensas en tu propia seguridad, y piensas que tu actitud es valiosa, tu auto confianza no podrá aumentar.
Cuando tus “sueños” nacen y te sientes feliz, es decir lleno de entusiasmo, pero al mismo tiempo empiezas a sentir desconfianza y los obstáculos se acentúan, cundiendo el desánimo, parece como si todo se “cerrará” ante ti, diciendo: ¡Todo me sale mal! Es entonces, cuando debes seguir adelante, poner en marcha toda tu capacidad de confianza, sobre todo en ti mismo y sobreponerte a las adversidades, viendo que todo es posible si lo intentas. Piensas que no son las cosas, ni los que te rodean, es tu propia inseguridad y tu permanente desconfianza la que no te hará conseguir aquello que deseas alcanzar.
Ten por seguro que, tener confianza en ti mismo forma parte de tu bienestar, de tu satisfacción personal y todo se vuelve necesariamente para mejorar tu propia vida.

Meditación: Para que una relación funcione, ya sea de amor o amistad: la confianza debe ser lo primero a tener en cuenta.

sábado, 11 de mayo de 2019

Todos necesitamos de alguien.


Aunque no queramos reconocerlo, lo cierto es que no nos agrada que nos corrijan o nos ayuden, es decir: tendemos a intentar siempre resolver solo nuestros problemas a través de nuestros propios conocimientos, pero piensas que, con la ayuda de alguien, sería más fácil solucionar esas decisiones que tanto nos atormentan. Entonces: ¿Por qué no pedir ayuda? ¿Por qué no dejar escuchar a ese “alguien” que tú sabes que sus palabras podrían dejar de atormentarte y adoptar esa tranquilidad de espíritu sólo con sus palabras? Sí, es posible que sea por orgullo personal, pero piensas, que así no se puede ir por la vida. Todos necesitamos de alguien.
Hay muchas formas diferentes de dar y recibir ayuda. A veces sólo necesitamos unas palabras de ánimo. Otras veces necesitamos que nos orienten o nos den una nueva perspectiva sobre las cosas. La ayuda puede ser algo muy específica e inmediata, como el apoyo para llevar a cabo un determinado problema. A fin de cuenta el primer paso, es sentirte seguro de ti mismo y asumir la realidad de todos aquellos que nos rodean y estar convencido de que todo lo hacen por el sólo hecho, de que te sientas bien.
Pensándolo bien nadie debe introducir desconfianzas en nuestro corazón, pero si lo miramos de esa manera, sólo conseguiremos confundirnos nosotros mismos ante un mundo irreal y equivocado. Piensas siempre que pedir es tan necesario como dar. No confundamos nuestros propios recursos a la hora de gestionar nuestras vidas y seamos humildes y sencillos a la hora de solicitar ayuda de otra persona, para conducir esas acciones que nos puedan llevar al fracaso.
Hoy el título de “amigo” se suele dar muy a la ligera, y no nos damos cuenta que, esa amistad que tanto pregonamos es cada vez más débil. Un amigo de verdad es aquel que te conoce bien y sólo desea el bien para ti, pensando que jamás ni dirá, ni hará nada que pueda perjudicarte. A veces te hace encontrar la “luz” donde solo veías oscuridad. Sé que a veces tardamos mucho en darnos cuenta, pero llega un día; recapacitas, y dices: “ahora reconozco que era un amigo de verdad”
Existen momentos en nuestra vida que deberíamos darnos permiso a nosotros mismos para ser, sentir y comportarnos como lo que somos: seres humanos, frágiles y vulnerables ante cualquier adversidad que se nos presente. Esa ayuda que te presta un verdadero amigo, intenta siempre cumplir sus promesas y siempre es de fiar, jamás miente, ni hablará mal de ti a tus espaldas contando secretos o información que hayan sido de tu confianza.
Todos tememos al fracaso y a las intromisiones, cuando se trata de una experiencia vital tan inevitable como enriquecedora, pero no son momentos para la prepotencia ni el orgullo personal, ni por supuesto guardar un permanente rencor eternamente a aquella persona que en su momento solo quiso ayudarte. Todos podemos equivocarnos. Nadie nos enseña a vivir siempre en la auténtica verdad. Ese es el error que a veces cometemos, a pesar de que nunca acabamos de aprender del todo. Por tanto: no juzgues, ni catalogues a aquel que solo quiso ayudarte. Ojalá siempre encontráramos a personas que nos adviertan y nos ayuden de esos errores que la vida nos pone por delante.

Meditación: El orgullo te hará sentir más fuerte, pero jamás te sentirás feliz.

domingo, 5 de mayo de 2019

¡Qué nos gustan los elogios!


Es muy natural que los elogios nos agraden y nos acostumbramos a ellos, tanto que a veces no sentimos molestos cuando no los percibimos, diciendo “es que ya no valgo o “es que no me ven importante” El elogio es el reconocimiento ante una persona por su valía personal. Es justo elogiar a alguien cuando ves que es merecedora de esas alabanzas. Y al mismo tiempo es digna de agradecimiento. En general los elogios son realmente importantes porque se concentran en unos valores personales auténticos.
Aunque lo más importante a la hora de elogiar a alguien es hacerlo con sinceridad, no vale elogiar su forma de ser, si en el fondo te parezca un auténtico desastre. A veces; ¿por qué ese derroche de elogios hacia una persona, si a penas le conoces? Es quizás por interés, o pretendes algún beneficio. El elogio cuando es falso, a la larga hace mucho daño. Pero el ser humano a veces en tan ingenuo, que no es capaz de tenerlo en cuenta. Además, cuando se falsean, puedes caer fácilmente en la pérdida de tus propios valores personales. No quiere decir, que si son sinceros pueden ser de un valor tremendamente importante, ya que se concentran en la fortaleza de la persona que los recibe, haciendo estimular la autoconfianza y la reciprocidad de sus sentimientos.
Cuando te elogien, no te formules preguntas sin sentido, sólo con estar “alerta” ya es suficiente para entender las verdaderas intenciones. Seamos libres en nuestros pensamientos ante las opiniones de los demás, sin tratar de sacar conclusiones anticipadas. Nadie debe pensar mal, sólo por el hecho de que persigan un “sueño” Tú eres el que debes motivarte y no poner nunca límites a lo que te dicen. Debes esperar un tiempo prudencial, y es entonces cuando podremos apreciar que “todo aquello” no era tan fácil.
Muchas personas tienen dificultades de aceptar unos elogios constantes, unos por modestia, otros simplemente por no saber si son merecedoras de tanta estima y en general, por la sencilla razón de ser realmente auténticos. Piensas siempre que un elogio sólo es una creencia; no es una idea preconcebida que la mente posee, es una idea que sólo aparece durante un periodo de tiempo en tu mente.
También deberíamos entender que muchos de los elogios que podemos recibir, tienen carácter de crítica, es entonces cuando no lo comprendemos, pensando que nos hacen daño, pero el fin determinado es de corregir algunos defectos, que hemos observado y, con toda sinceridad se lo hacemos ver. Para ello debemos asumir la justa autenticidad de ese tipo de “elogio”, ya que con el tiempo nos hicieron ver su verdadero valor. Cuántas veces esos elogios prematuros, se convierten en “etiquetas” sí, etiquetas de forma calificativas, pero a veces observamos que aquellas calificaciones de carácter positivas, se convierten en descalificaciones sin motivo justificado, y en muchos de los casos ante un desprecio imperativo que no vemos desbordados sin motivo aparente y sin saber que lo originó. Desgraciadamente con el tiempo observamos que nos han considerado como el simple envoltorio de un caramelo, el cual todos sabemos cuál es su destino. 

Meditación: No eres más santo porque te alaben, ni más vil porque te desprecien.