lunes, 31 de diciembre de 2018

La gratitud brota del alma.

Desde pequeños nos enseñaron la importancia de dar las gracias. Es de buena educación, y una manera muy simple de hacer que el otro se sienta bien. Tanto es así que, esa gratitud entre amigos, nos ayudará a “revitalizar” nuestras relaciones. Se ha llegado a la conclusión que las expresiones de gratitud fortalecen las relaciones. Aún recuerdo el libro que de pequeño estudiaba de Ética y Moral, “Valentín, el niño bien educado”, el cual decía en su prólogo: “Buen porte y finos modales, abren puertas principales”; hoy desgraciadamente eso ya no se estudia.
            Además, una reciente investigación sugiere que estos sentimientos se pueden adaptar en última instancia, creando vínculos con la gente que se preocupan por el bienestar de los demás. La gratitud provoca una cascada de respuestas dentro de las personas, al mismo tiempo, cambia la visión de todo el que se beneficia de estos sentimientos, por lo que crea un afecto multiplicador.
            La gratitud no significa "devolver el favor": si alguien me sirve una taza de café no significa que después debo servir a la misma persona una taza y quedar igual... El agradecimiento no es pagar una deuda, es reconocer la generosidad ajena.
            La persona agradecida busca tener otras atenciones con las personas, no pensando en "pagar" por el beneficio recibido, sino en devolver la muestra de afecto o el cuidado que tuvo en un momento determinado. ¿Has notado como los niños agradecen los obsequios de sus padres?       Los pequeños muestran su gratitud con una sonrisa, un abrazo o un beso. ¿De qué otra manera se puede agradecer y corresponder a esa edad? Y con eso, a los padres les basta. Ser agradecido es más que saber pronunciar unas palabras de forma mecánica; la gratitud es aquella actitud que nace del corazón, dirigida a aquellos que hicieron un bien por nosotros.
A veces pienso que escribir sobre las cosas o personas de las cuales me siento agradecido me llena de felicidad. Puesto que dar las gracias a otros seres o a la Divina Providencia, me incita aprecio, serenidad, paz, felicidad, etc.
Desgraciadamente existen personas que se incomodan cuando reciben el reconocimiento o la gratitud de los demás; ya sea por modestia, pudor, falta de humildad o porque no creen en sus propios valores personales, no sabiendo cómo integrar el agradecimiento de los demás hacia ellos. La gratitud es sencillamente dar las gracias de forma asociada al reconocimiento, a la lealtad, al cariño, a la amistad e íntimamente vinculado a la solidaridad, a la satisfacción y a la felicidad. Las personas conscientes de apreciar haber logrado lo que querían y practican el agradecimiento de forma cotidiana son más felices y optimistas, llegando a poseer una autoestima muy elevada.

Meditación: El que da, no debe volver a acordarse; pero el que recibe nunca debe olvidar.


miércoles, 26 de diciembre de 2018

Ser dueño de uno mismo.

Siempre andamos con los consabidos problemas de: “qué pensarán si hago esto” “cuál es la mejor forma de actuar” o “fulanito siempre les salen bien todo”. En fin, eso es lo que diariamente andamos titubeando, y al final nunca estamos conformes con lo que hacemos. Y sólo por la fea costumbre de compararnos con lo que hacen los demás.
Pensar que en determinado momento no obramos bien, es cosa muy natural, pero, mantener la misma actitud durante años, ¿crees que haces bien? Por eso no te fijes en los demás y, obra por lo que tu conciencia te diga. A veces por mucho que intentes creer que hiciste bien, está ese dicho tan popular que nos dice ¡Siempre tu conciencia, te dictará tu deber! Nadie más que tú “hace” que te sientas enfadado, triste, indeciso, feliz, etc. Piensas siempre que en cualquier momento estás en el proceso de decidir por ti mismo y actuar de esa forma que quizás hace tiempo lo vengas pensando. Y te digo ¿por qué no adueñarte del poder de tus propias decisiones? Y no pensar más, en ¡qué dirán de ti! Es de suma importancia hablar claro, decir lo que nos parece mal, pero siempre del modo más apropiado y respetando el hecho de que existen circunstancias que no son opinables. Cuando hagas algo, o quizás hace mucho tiempo que hiciste algo, solo por ética y moral, deberías pensar que los demás son libres de sentirse “dañados”, y pueden opinar acerca de tu actitud, siendo posible a que nunca se pronuncien. Para ti, sin embargo, solo estás siendo auténtico, actuando con la libertad propia de ti mismo.
Si te sientes malinterpretado, puedes elegir aclarar el malentendido a través de la comunicación. No es necesario que cambies tu forma de “ser” por la forma en que los demás se sientan. Si eliges cambiar, debe ser porque tiene sentido para ti hacer las cosas de distinta forma. Todo es cuestión de acicalar el habla con total razonamiento. Piensas que de esa forma embellecerás tus pensamientos y tu propia forma de ser.
Si quieres ser dueño de tu libertad, es posible que estés deseando reconocer la felicidad de los demás también. Es entonces cuando comprenderás que los demás no estén tristes, si no que ellos puedan también decidir su forma personal de pensar. Presta siempre atención a las palabras que utilizas o utilizaste, porque ellas forman la base de tu forma de sentimientos. Escucha tus palabras, tu actitud, tu forma de actuar, y observas que si ellas reflejan o reflejaron tú forma de ser o simplemente si fuiste dueño de ti mismo.
Aunque muchas veces pensamos, ¿Por qué las amistades fallan? ¿Por qué nos traicionan y no están a nuestro lado en los momentos críticos? La amistad es el más noble sentimiento que se caracteriza por su lealtad hacia los demás. Deberíamos ver siempre en los amigos lo mejor que tienen, y comprender los defectos con una identificación moral y afectiva. Pero si hemos de romper con quien ha sido nuestro mejor amigo, la forma de hacerlo es con un acto de sinceridad, a fin de mantener siempre las formas de compartirlas. Es de vital importancia, las despedidas, tanto como el inicio de cualquier tipo de amistad.
Ser dueño de uno mismo es una tarea difícil de lograr que requiere tiempo y esfuerzo. Quien lo logra, quien consigue vencerse a sí mismo, consigue un gran triunfo personal. Para ellos es fundamental saber cómo somos, conocer lo que deseamos, aquello que nos gusta y lo que rechazamos, cuáles son nuestros defectos, y nuestras virtudes, para de esta forma, poder ir actuando sobre aquello que deseamos mejorar o cambiar en nosotros.

Meditación: Nunca es demasiado tarde para ser lo que podrías haber sido

viernes, 21 de diciembre de 2018

La fantasía es libre.


        Existe una máxima que ha sobrevivido a través de los siglos, creo que es del filósofo griego Sócrates; la cual dice: “Conócete a ti mismo” Esta máxima que ha perdurado a través de los tiempos y al mismo tiempo ha impregnado gran parte de nuestro pensamiento a lo largo de la historia, tiene como finalidad orientar al ser humano hacia la exploración de la realidad con la que se pueda encontrar en su interior.
               La fantasía es la facultad humana que nos permite reproducir, por medio de imágenes mentales, cosas pasadas o representar sucesos que no pertenecen al ámbito de la realidad, aunque puede ser también entendida como el grado superior de la imaginación o del pensamiento en grado de ingenio.
            La fantasía tiene algo especial, que es imposible tocar con nuestras manos, pero que te atrapa de tal manera que acabas por sucumbir a sus encantos; una vez que la pruebas no puedes dejar de soñar.
               Y porque no hablar de las “fantasías sexuales”. Aquellas que todos ponemos en prácticas, cuando deseamos lo que posiblemente no se nos hace realidad.
            Todo comienza en nuestra imaginación, hacemos una imagen de nuestra pareja ideal, haciendo junto lo que nosotros desearíamos que hiciera en un ambiente perfecto.
            Estos pensamientos no son particulares de hombres o mujeres, cualquiera los puede tener. Existen muchas fantasías que son compartidas por mucha gente como: tener un encuentro con un desconocido que hayas conocido a través de algunas “redes sociales” En realidad son muchos los tipos de fantasía, las hay raras, comunes o particulares, en realidad, sean como sean, tratamos de realizarlas, llegando a pensar que “aquello” se está llevando a la práctica, pero como su nombre lo indica, no dejan de ser fantasías, aunque en algunos casos, pueden llegar a ser realidad.
            En verdad lo que visualizamos a través de nuestra imaginación, no es otra cosa que esa fantasía transformada en imágenes simbólicas, solo con el deseo de que pudieran llevarse a la realidad.
            Este tipo de fantasía, siempre guardan una magia muy especial en nuestra mente, ya que muchas veces al ser realizadas pueden perder ese toque singular que nos provoca esas sensaciones, y es que no es lo mismo visualizar algo que nos satisface en todos los sentidos, que compartir esa experiencia con aquella persona que posiblemente también lo desea.
            Cuanto más claridad y profundidad tengamos acerca de nosotros mismos de quienes somos y cómo funcionamos, más capacidad de atención personal podremos ofrecer a través de esa fantasía. Pero siempre debemos de considerar nuestro autodominio y nuestro equilibrio, hasta saber dónde están los límites de nuestra vida real, para poder controlar dichas fantasías.

Meditación: Necesitamos de la fantasía, puesto que la realidad es muy difícil.


lunes, 17 de diciembre de 2018

Saber vivir.


      Para conocerse a uno mismo no es necesario abandonar el mundo e irnos a la cima de la montaña, sino adentrarnos en nuestro interior, con atención y con todas las situaciones que la vida nos propone. Es decir, convertir la vida en una experiencia y no en un mero pensamiento.
            Las experiencias son situaciones concretas de la vida. Y no hay que confundir una experiencia con un experimento. Un experimento es un ejercicio en el cual, tratamos de reproducir una situación de la vida. La vida nos propone muchas experiencias a diario. Cuando las evitamos, cuando las tenemos y nos vamos por los atajos o nos refugiamos fuera del mundo, nos limitamos a los experimentos.
            También deberíamos acrecentar nuestra imaginación, ya que ella es el arma con la que podemos crear. Si antes decimos “saber vivir” ahora deberíamos decir “saber construir” La vida nos propone muchas experiencias a diario. 
            La imaginación no es perdernos en los recovecos de fantásticas imágenes que nos arrebatan y que nos ayudan a escondernos, para no a afrontar la vida, sino que es el espejo, es la capacidad de captar imágenes superiores, es decir; es la fuerza de hacer que esas imágenes superiores se conviertan en realidad para nuestro mundo.
            Se suele decir que las personas con mucha experiencia; -ya sea en amores, en amistades, en trabajos, en aventuras, en estudios, en lo que fuere-. Verás. Ser experimentado no es ser sabio. Quien vive mucho tiempo pasa tal vez por más experiencias, pero no necesariamente alcanza una mayor sabiduría. Una es consecuencia de la vida, mientras que la sabiduría depende de lo que haga con tus experiencias.
            El conocimiento nos sirve para ganarnos la vida; la sabiduría nos ayuda a vivir. A eso le llamamos “saber vivir”, memorizar, no repetir los mismos errores, quitar del refranero aquello de que el hombre es el único animal que tropieza no dos veces, sino mil con la misma piedra. Deberíamos tropezar una vez, y si hay memoria, no olvidar a hacerlo nunca más Esto es acrecentar nuestra memoria, aquí y ahora.
            Pero lo que descubrimos es que no son los demás quienes nos darán aquello que buscamos para sentir que nuestra vida alcance un sentido. La sabiduría es una herramienta existencial que no se trae incorporada desde el nacimiento, ni se adhiere a través de las experiencias, ni de los pensamientos de otros. Lo más importante es la propia vida, las propias elecciones y las tomas de decisiones.
            La sabiduría no está reservada a unos pocos elegidos. Es una posibilidad humana. No se destaca por grandes palabras o por pensamientos deslumbrantes, sino por sencillas acciones mediante las cuales vamos acompasando nuestra vida.

Meditación: La vida es como un beso, debes compartirla para disfrutar de ella.


miércoles, 12 de diciembre de 2018

¿La pasión vuelve?


Todos sabemos o deberíamos saber que, al cabo de cierto tiempo, el amor se instala en la pareja y a veces se aleja ese sentimiento arrebatador del principio de la relación. Pero eso no significa que se acabe definitivamente, las emociones profundas y los sentimientos continúan a flor de piel.
            Por eso, aquellos que han franqueado ya algunos años de vida en común, saben que el peso de las obligaciones y las rutinas juegan en contra de la pasión y que, con el tiempo, ésta se diluye. Pero es conveniente saber también que, si se cuida esta relación, puede continuar creciendo para volverse cada vez más rica en matices y volverse a llenar de plenitud. Quizás no podamos recuperar el enamoramiento idealizado del principio, pero es posible que podamos avivar la llama del amor regándolo y abonándolo de nuevo. A veces nos preguntamos ¿cuándo será cuándo? y así nos pregunta la mente; pero nuestro corazón responde “pronto” ¡Será un día inesperado! Y nos aferramos a la fe, mientras la razón nos tortura, y el pensamiento nos dice pronto. La vida nos pone condiciones y problemas que nunca llegamos a comprender, pero nunca perdemos la esperanza de que ese “cuando” o ese “pronto” algún día llegará.
            Al principio de la relación tratamos de conquistar al otro mostrando lo mejor de uno mismo, con detalles hacia la pareja, tratando siempre de agradar.
            Pero con el paso del tiempo, querer seguir seduciendo al otro, sorprendiéndolo y dando emoción a la relación, es la mejor forma de que, a pesar de los inevitables altibajos, la relación siga estando cargada de inquietud.
            Es fundamental expresar a la pareja ese amor pasado haciendo valorar la relación, No se trata sólo de apreciar lo bueno de la relación, sino de expresarlo declarando ese amor pasado, mostrando nuestros sentimientos con palabras y con hechos, recordando que a ambos nos motiva para que se valoren esos nuevos esfuerzos.
            También es digno de considerar que la relación amorosa se alimenta de confianza, complicidad y amistad. No hay duda de que la comunicación es uno de los elementos claves de la pareja, porque por mucho que a veces parezca que estamos empeñados en creer lo contrario, el otro no puede siempre adivinarlo.
            Al mismo tiempo, se ha de hacer un esfuerzo con el fin de intentar comprender a la persona que está a nuestro lado para volver a establecer esa complicidad que es uno de los grandes alicientes de cualquier relación y la ayuda para avivar la llama de la pasión. Por tanto, valorar lo que tenemos es el primer requisito para cuidarla.

Meditación: La persona que mereces, es aquella que teniendo la libertad de hacer lo que quiera, te elige a ti en todo momento.

viernes, 7 de diciembre de 2018

Tomar decisiones.


          Está claro de tomar decisiones no es nada fácil. Pero ¿por qué nos cuesta tanto tomarlas? ¿Verdad que nos resulta más sencillo afrontar las dificultades, aunque no entendamos por qué se producen? La toma de cualquier decisión no es nada más que un cálculo de probabilidades en un proceso que va más allá de la mera evaluación ante diversas alternativas.
            Para tomar una acertada decisión, es necesario estar relativamente informado de las características y de las posibles consecuencias de cada una de las alternativas, que podamos tomar, pudiendo considerarse éstas como un paso previo a la elección de una alternativa concreta, ya que, para realizarse, debemos tener en cuenta también otros factores, como los distintos procesos que nos pueden perjudicar al realizarlas.
            Es muy de tener en cuenta que el simple hecho de vivir, ya es decidirse, puesto que ya estamos implicados en la vida desde nuestros orígenes. Ya he hablado en  párrafos anteriores de la información al tomar decisiones y, si lo pensamos, el acceso a cualquier tipo de información ya es un privilegio y algo a la que la mayoría no estamos dispuestos a renunciar, pero; ¡cuánto nos dificulta la toma de decisiones! Todo porque el proceso se hace relativamente largo y en ocasiones interminable.
            En todos los tiempos el ser humano ha tenido que hacer uso de elecciones sobre diferentes aspectos de su vida cotidiana. En el día a día esta toma de decisiones es una tarea que debemos asumir. Siempre nos surge eso de: ¿lo hago o no lo hago?, ¿de qué manera sería mejor?, ¿pregunto antes? Si lo pensamos bien, no hacerlo puedes traernos preocupaciones importantes puesto que la toma de una u otra decisión, deja de ser problema ante el hecho de no haberlas tomados.
            También es muy frecuente estar sometido al riego del fracaso. La sociedad en que nos movemos nos enseña que, si nos equivocamos en tomar una decisión, termina siendo un fracaso. Y que no estamos acostumbrados a ver los errores como fuentes de aprendizaje, sino como el origen de algo vergonzoso. Existen momentos o determinadas situaciones en que podemos tener suerte y las cosas se “resuelven solas”, pero el tiempo, no nos suele poner fácil. En esa situación es cuando quedamos desorientados sin saber a qué atenernos. Tengamos en cuenta que tomar decisiones a corto plazo el problema parece estar resuelto, sin embargo, a largo plazo puede tener soluciones más acertadas. Aunque en la vida hay muchas cosas que se escapan a nuestro control, siempre podremos decidir algo sobre ellas. Por lo general, respetamos más a las personas que son capaces de tomar sus propias decisiones, es decir; de asumir errores y de intentar conseguir lo que se proponen.
            No olvidemos que los errores traen lecciones, y que el hecho de decidir algo para luego ver que no nos gusta es también una valiosa lección, ya que todo nos ayudará a superarnos mejor.

Meditación: Esperar duele, olvidar duele, pero el peor de los sufrimientos, es no saber qué decisión tomar.


sábado, 1 de diciembre de 2018

Siempre podemos aprender.


     Y es así, por mucho que sepamos de cualquier materia, siempre habrá alguien por insignificante que le consideremos que algo nuevo nos enseñará. Nunca deberíamos menospreciar sus cortos conocimientos, puesto que a veces nos quedaremos sorprendidos, diciendo: “jamás pensé que de esta persona pudiera ampliar mis conocimientos. Aunque en ciertas materias nos consideremos profundamente eruditos, seamos humildes, y tengamos en cuentas que todos podemos crecer en nuestro saber. En cierta ocasión dije: “es mucho más lo que no sabemos, que lo que conocemos
Cuántas veces pensamos encerrados en un sin vivir, frases como éstas: “mi vida es un desastre”, “nada me sale bien”, “estas cosas sólo me pasan a mí” Mi pregunta es la siguiente: ¿te has propuesto cambiar? Piensas que cada persona somos como “islas”, necesitamos “istmos” es decir, “puentes” para comunicarnos con los demás y así establecer esos vínculos que todos necesitamos para sobrevivir. Ante nuestro modelo social predomina, el querer realizar todos nuestros actos por medio de nuestro conocimiento, pero nunca pensamos que cerca de ti, puede haber una persona que te ayude, que te saque de atolladero en el que te encuentras. Para ello tenemos que ser humildes y emprender una selección natural de aquellos que están a tu lado y emprender un largo proceso de equilibrio y entendimiento. Nuestros sentidos trabajan con nuestra inteligencia para llegar a resultados positivos y se esa manera satisfacer nuestras incógnitas, para a través de ellas resolver nuestros conflictos.
Es verdad que existen personas que nacen con una predisposición a ver las cosas siempre desde un punto de vista negativo, aunque desgraciadamente siempre no es así, y necesitamos de la comunicación. Lo realmente importante es que, antes cualquier acto de comunicación, siempre debe existir una presencia de entendimiento.
Por favor; no subestimes a nadie y recordemos que una relación de comunicación es algo que  existe físicamente. Se trata de algo creado por nuestra mente, la cual hace que veamos lo que antes hayamos tenido durante un determinado tiempo. En estos casos, ante nuestra incapacidad de ver las cosas a primera vista, nos convertimos en dependientes de las circunstancias de esa otra persona. Reconozcamos que esa persona puede tener más elementos a su alcance, y que siempre estará en condiciones de cumplir de una manera eficaz, que haga que sus conocimientos sirvan para brindarte un panorama más amplio en tu vida personal.

Meditación: Nunca dejes de aprender, porque la vida nunca deja de enseñar.