martes, 31 de julio de 2012

La admiración II.

             ¿Qué significa admirar? Reconocer el valor del otro, contemplar sus cualidades con agradecimiento en general; la admiración siempre es de tipo intelectual. Es decir, admiramos el carácter de una persona, su inteligencia, su forma de ser, su sinceridad, su ética, su moralidad, etc. etc.
            Admirar a una persona es darle las gracias por existir ya que es más fácil vivir y estar en compañía de aquel a quien se admira que de otra persona que nos produce desconfianza. Sin duda, una forma de mostrarle  admiración a tu amigo es saber valorar sus méritos y sus logros, animarle a superarse a sí mismo, acompañarle en el camino de la vida con una sonrisa.
            La admiración es la capacidad de asombro que manifestamos ante el éxito de los demás.
            La admiración es la facultad superior que solamente poseen quienes aprenden de los triunfadores. Por tanto es el requisito indispensable para disfrutar o hacer ver a esas personas la manifestación de la felicidad en las pequeñas cosas.
            Sentirse admirado por alguien, es una de las sensaciones más sublime que podamos poseer ante lo desconocido, es como un descubrimiento que alienta el mérito de un amigo, por su buena cualidades y siempre con la intención de jamás hacerle daño alguno.
            Pues si la virtud de lo admirable, solo cabría contemplar a los virtuosos, cuyo fin fueron siempre efectuados para lograr evitar unos resultados extremadamente perniciosos. Si aquel acto de valentía y sinceridad, (y siempre contando con una amistad verdadera, fueron expuestos contando con el reconocimiento de una  admiración) de lo contrario las consecuencias hubieran sido muy desagradables sobre todo para la dignidad de alguna persona.
            Hoy me devano tratando de encontrar entre los libros de Psicología, Ética y Moral, que un acto de hasta hace poco llamado de admiración (“gracias a mi admirado… ), hoy se haya convertido en (“gracias a mi despreciado…). Aunque así no esté literalmente, el hecho de quitarlo, equivale lo mismo. Sí, mucho tardó. Para ello, hubo que falsificar la propia identidad; (levemente para no hacerse notar, pero se hizo), ¡que importaba!, antes que nada estaba hacer desaparecer “admirado”.
            Solo deseo que nunca vuelva la duda metódica, fuente de todo examen crítico del conocimiento de la verdad. De ahí, surge la duda radical del verdadero filosofar para el reconocimiento de la verdad. Pero siempre debemos tener en cuenta que lo decisivo es cómo y dónde se conquista esa verdad, siempre a través de la duda misma, y sobre el terreno de la certeza.

Meditación: La mejor admiración es la sabiduría que nos permite construir los espejos donde algún día deseamos vernos reflejados.


domingo, 29 de julio de 2012

¿Por qué nos cuesta tanto elegir?

            La vida no deja de ser una sucesión de elecciones. Aunque a veces ahogado por la marea de posibilidades y desconectados de nosotros mismos, acabamos por no saber lo que nos conviene.
            ¿Natural o de fresa? ¿Pack de cuatro, de seis o de ocho? ¿Leche de vaca o de soja? ¿Recipiente de cristal, de plástico o de cartón? Nos pasamos la vida teniendo que decidir. No paramos ni un momento. Desde los yogures hasta las cuestiones más relevantes de nuestra existencia,
            Como la persona con la que viviremos, el empleo que vamos a aceptar o rechazar, la concepción de un hijo, la compra de una vivienda, un compromiso político o religioso, etc., etc.
            Sea grande o pequeña, cualquier elección requiere una calma mental para llegar a actuar con claridad. Para decidir de manera propiamente natural, hay que tener unas condiciones mínimas de contacto interno con uno mismo, al mismo tiempo que tranquilidad y claridad emocional. De hecho, a veces, frente a la duda, cuanta más simple es la decisión, peor nos sentimos.
            Claridad mental, contacto interno y tranquilidad emocional, son tres condiciones que nos apuntan la psicología, para que nos permita decidir con serenidad, y aún así no son fáciles de alcanzar.
            Lo que sí es cierto, es que en vez de vivir la libertad de elección como un logro la vivimos como un peso y una diaria incertidumbre.
            En las personas, la necesidad de aceptación por parte de los demás es muchos casos en prioritaria. Desde pequeños nos resignamos a elegir para satisfacer las expectativas ajenas, principalmente las de nuestros padres. Pero se da la paradoja que cuando somos adultos seguimos haciendo lo mismo, puesto que ahora, nos dirigimos por los convencionalismos sociales.

Meditación: Todos tenemos un poder especial: la facultad de elegir.

Requiem - Gabriel Faurè, 1845 - 1924.


Meditación: Esperar sentido común en la gentes es una prueba de no tener sentido común.

Mi agradecimiento a RIRRATTO, autor de este vídeo.

miércoles, 25 de julio de 2012

Un año más.

           Una vez más surgen las llamadas de teléfono, los E-mail’s, los mensajes de móvil, etc. Sí, son las consabidas felicitaciones, aunque siempre habrá muchas que se quedan en el olvido y nunca llegarán. Todos los años hay alguien que dice: “Tienes hecho un pacto con el diablo”, aunque he de reconocer que ocasiones no faltaron. Será el Altísimo, la Providencia, la Naturaleza, vaya Ud. a saber, ya que aquellas ocasiones pudieron acabar en un “adiós definitivo”
            Al principio de este incomprensible encargo que le suelen llamar vida, deseaba cumplir años de prisa, para salir de la niñez tan desarmada; para salir de la ciénaga pavorosa de la adolescencia. Ahora no desearía cumplir más. No me importaría que el calendario se parara. ¿En serio? No, no creo; es bueno que el tiempo pase con su carga y continúe dando ocasión a que todo suceda como debe ser.
            Acaso lo que desearía es aquello, como el lisiado de Lourdes, “que al menos me quede como estoy” Quizás no he aprendido lo suficiente. Los amores, las amistades, los encuentros, los desengaños, etc. (aún me queda mucho que aprender).
            Todos se extinguen con el tiempo, sólo perdura el amor propio.  El amor se rige por dos leyes: la de amar a los otros e intentar que los demás nos amen.
            Se nos había dicho que durante la juventud, creemos amar; pero solo a la madurez  y en compañía de alguien conocemos la fuerza del amor. De esta forma, no me extraña que me haya hecho tolerante, (cosa que nunca lo fui) ¿No se afirma que la caridad bien entendida, debe empezar por uno mismo? Así el melancólico padece una pérdida de su propio respeto, o sea, una pérdida del amor propio, puesto que dicha celebración, es en parte la pérdida de nuestra propia vida. Ninguna celebración está completa sin meditación. La meditación ayuda a que la celebración penetre más profundamente de nuestro ser.
            En realidad es algo muy profundo: un sentimiento que exige lo que exige el amor, un largo matrimonio inexcusable al que se viene a compartir, salud y enfermedad, pobreza y abundancia.
            Nada de esto se debía celebrar, puesto que es un asunto propio y personal de cada uno. El cumplir años no es más que un aspecto perfeccionado del instinto de conservación. Y el instinto de conservación es el primer mandato de la vida.

Meditación: El que no aprende a sus años, sufre amargos desengaños.

domingo, 22 de julio de 2012

¿Nos aceptamos como somos?

          ¿Aceptamos el paso del tiempo, lo asumimos, nos resignamos? ¿Nos mentimos o nos mienten? ¿Es nuestra piel un DNI o un artefacto de nuestro paso del tiempo?  Hay huellas del paso del tiempo inexorables: las marcas en la piel. Una mañana nos levantamos, nos miramos en el espejo y vemos algo que antes no estaba. Han aparecido de forma imperceptible, ajena a nuestra voluntad y nuestros deseos, e incluso en contra de nuestros hábitos. Son esas “manchitas” en la parte superior de nuestras manos.            Quizás tenga algo genético, o tal vez sea el resultado del estrés, la mala alimentación, las preocupaciones, el tabaco, etc. O simplemente porque el tiempo es un diapasón inexorable que suma y suma, pero es incapaz de restar, por mucho que nosotros le quitemos.
            Muchos las asumen porque les dotan de madurez y seguridad. Otros intentan combatirlas con la amplísima gama de cosméticos del mercado. Pero la mayoría se pelean a brazos partidos para prolongar su juventud: cremas, tratamientos, vitaminas, láser, cirugía, etc. Pero muy pocas personas asumen cada marca en la piel como tiempo vivido. Para los especialistas, la llegada de esas “manchitas”, (sobre todo en las manos), es algo inevitable, se trata de un proceso multifactorial en el que participan el envejecimiento de la piel, las contracciones musculares, el daño medioambiental y sobre todo, hábitos nocivos. Si el mero hecho de asumir nuestra edad es un tema tabú, decir la palabra maldita de señales es casi una declaración de guerra en una sociedad que aspira a ser eternamente joven y estéticamente uniformada como en aquellos años de juventud.
            Unos se desesperan haciéndose adictos a todo tipo de tratamientos, no llegando a buenos propósitos a sabiendas que jamás funcionarán, en lugar de plantearnos que el paso del tiempo, a través de nuestro cuerpo, es cuestión de justicia natural.
            Parar el reloj es intentar engañar al tiempo, y mentir siempre sale mal, además de dar mala imagen. La elegancia se trabaja, y consiste en estar en armonía con uno mismo, junto con tu edad y tu madurez. El DNI se lleva impreso como un código de barra invisible, y alterar las leyes del espacio-tiempo sólo puede llevarnos a la división de nuestro yo. Asumir la edad es la única llave para no plantar batalla al tiempo Una mirada subrayada por unas manchitas en la piel o por unos pequeños surcos en la comisura de los labios, no deberían ser muestra de desesperación.
            Como anécdota citaré un caso, en el que en determinada ocasión tuve el placer de conocer a una señora que siempre y en todo momento se mostraba tremendamente maquillada. Pero por circunstancias que no vienen al caso, pude presenciarla sin ningún tipo de maquillaje; cuál fue mi sorpresa al quedarme totalmente impresionado cuando pude comprobar su rostro sin tal cantidad de “pintura”; sus facciones estando totalmente relajadas y limpias, mostraban una presencia realmente encantadora.   
            Deberíamos mirarnos con los ojos del amor, así como ese reflejo que proyectado sobre uno mismo, nos quieren y les queremos y, comprender que los sesenta de hoy no son los veinte ni los treinta de ayer.

Meditación: La edad no son los años que se tiene, es la forma de vivirlos.

miércoles, 18 de julio de 2012

Contar con los amigos.

           Es justo reconocer que a veces nuestra pareja es la extroversión personificada y conlleva que en algunas ocasiones, llegamos a no entendernos; supuestamente reconozco que en ciertos momentos necesitamos de unos momentos de soledad. Solemos estar bien en la relación, pero tenemos miedo de que esas diferencias, con el día a día, se conviertan en un muro entre ambos.
            No es necesario que ambos integrantes de una pareja coincidan en todo para que el vínculo funcione. Es más, el hecho de que nuestro mundo y el suyo sean diferentes puede ayudarnos a crecer como personas. El que estas diferencias se conviertan en muro hace que nuestro desarrollo personal, depende en cierta medida de su comportamiento.
            Debemos aceptar lo valioso de nuestros distintos temperamentos e intentar aprender de ello, y esto a la vez nos fortalecerá como persona.
            Tarde o temprano todos fallamos y dejamos de encajar en los ideales que los demás pueden pensar de nosotros. Lo cierto es que si has visto poco al otro como realmente es, nunca ha existido amistad. Realmente la verdadera amistad no podrá existir si antes no ha transcurrido un periodo de acercamiento y conocimiento.
            Un amigo es aquel que te conoce de verdad y, a pesar de todo te quiere. Porque es justo reconocer que más allá de la amistad hay una “semilla” de verdad. Si logramos dejar de lado la rabia y conectar con la tristeza y la comprensión, podremos reconocer que las cosas no hayan sido como hubiéramos deseado, en estos casos los disgustos se desarrollarán con mayor fluidez.
            Es entonces cuando nos preguntamos: ¿Por qué olvidar a alguien que ha sido importante para ti? De lo que se trata, es no dejarlo ir y recordarlo siempre tal como fue y no dejarnos llevar por el orgullo personal.
            En distintas ocasiones en nuestra vida atravesamos alguna experiencia traumática, y es entonces cuando quedamos impactados, siendo cuando más necesitamos de ese amigo que siempre “está ahí” dispuesto a escucharte y a comprenderte. Todo esto es un proceso muy íntimo, para quien lo atraviesa, y se debe solucionar siempre de acuerdo a tus principios morales y éticos. Todas estas situaciones nos suelen pasar en algún momento de nuestra vida, y para ello siempre estarán esos amigos verdaderos, que no dudarán de estar dispuestos a ayudarte a atravesar esos procesos.

Meditación: Los amigos de verdad no se dicen las cosas a medias.

Garden of Dreams - Giovanni Marradi.


        La contemplación de estos bellos ramilletes de flores, y junto a este “Jardín de Sueños”, melodía sencilla pero penetrante, puede hacer que tu corazón comprenda muchas cosas y posiblemente aquellas que un día las vistes de distinta manera. Amigo es una palabra muy compleja, abarca muchas cosas…  Un amigo es quien está contigo en todo momento, quien disfruta de tus alegrías y quien te da el hombro en tus tristezas; ese ser tan especial, que hace que tus días sean más felices, y que siempre estará incondicionalmente en todo, y con el cual puedes comunicarte horas sin fijarte en el reloj.

Meditación: La amistad es como la salud. Nunca nos damos cuenta de su verdadero valor hasta que la perdemos.

Mi agradecimiento a 1023059, autor de este vídeo.

sábado, 14 de julio de 2012

Amar a los árboles I

            Siempre los árboles me han producido cierta admiración. No sé por qué. Pero cuando veo un hermoso árbol, descubro al mirarlo lo mucho que se puede aprender de él.
            Abrazarse a un árbol es una de las experiencias más maravillosa que la naturaleza  puede ofrecernos. Mientras le abrazas, piensas que es una vida a la que amas “Un árbol nunca te volverá la espalda” Así sentimos su fuerza; nos olvidamos de todo y notamos el sentido de la vida. Y si el árbol es vida, deberíamos  proteger  muchos más a nuestros bosques. ¿Cómo no se persigue mucho más a los desaprensivos que queman nuestros montes? ¿Cómo no se denuncia a los insensatos que sin inmutarse y sin ninguna reflexión, talan una zona boscosa o unos árboles centenarios?
            La copa de un árbol es flexible y está diseñada para atrapar la lluvia, causando que ésta se deslice a través de sus hojas, ramas y el tronco hasta llegar al suelo. Al amortiguarse el impacto de la lluvia en el árbol se abate la erosión y al mismo tiempo protege la superficie del suelo. Los árboles se manifiestan a veces como el paraíso de otras especies; así los pájaros, encuentran en ellos el mejor hábitat para su evolución.
            Es cierto que no detienen a un huracán, pero su presencia resta velocidad a las tormentas, disipando así su fuerza y mejorando el medio ambiente.
            En primavera me gusta caminar solo entre los árboles. Parece como si ellos me acompañaran sin hablar. Sin embargo a veces parece como si estuviera oyendo voces entre ellos, entonces, me suelo parar para saber hacia que dirección vienen sus “voces”.
            Aprender sobre los árboles es apreciarlos como especie. Hace ya mucho tiempo, posiblemente seis o siete años me comentaba una amiga que cuando era jovencita se pasaba las horas asomada a la terraza de un amigo, desde la cual observaba y admiraba a un hermoso árbol y a través de su contemplación podía comprender muchas cosas.
            Hoy quizás esta chica se encuentre en un país extranjero, del cual tenía pasión por él, debido a la belleza de sus flores. Lo cierto es que no sé nada de ella, desde hace bastante tiempo. ¡Si ama las flores, seguro que será feliz!
            Las creencias basadas en árboles sagrados y en su simbolismo han formado parte de muchas religiones, y los han convertidos en víctimas de muchos conflictos religiosos. Todos sabemos que un árbol es una vida. Sí, una vida muy distinta a la nuestra, pero una vida que nace, crece, se desarrolla y tarde o temprano muere. Entonces: ¿has pensado alguna vez, si cuando le arrancamos o tronchamos una rama; le produce dolor? Nunca lo sabremos, pero si observamos, que de alguna manera siempre se manifiestan.
            Si eres una persona que amas a los árboles y estás leyendo este pequeño artículo, si tu preocupación todavía no va más allá de la relación afectiva con ciertos árboles concretos, mi intención es hacer que tu conciencia descubra un nivel más profundo y se involucre tu corazón, tu imaginación y tu mente, pues siendo de esa manera es el primer paso para salvar y amar a los árboles.

Meditación: Los árboles tienen una vida secreta, que solo la comprenden, aquellos que saben amarlos.

miércoles, 11 de julio de 2012

El dolor.

           ¿Soportamos fácilmente el dolor o más bien nos irrita tener que aguantarlo? ¿Nos cambia el humor cuando estamos enfermos? A todos nos duele algo, por lo menos de vez en cuando. No debe importarnos la respuesta sincera, porque quizás no haya ningún mérito, ni tampoco culpa, en una u otra reacción. Puede que sea algo que dependa de la constitución de la persona o de su herencia genética.
            Digamos que el umbral de lo que se considera insoportable ha ido rebajándose cada vez más. También puede suceder que ahora sabemos que hay remedios eficaces contra el dolor, cosa que antes era más difícil de conseguir. Así pues, si es usted de los que soportan bien el dolor está de enhorabuena, pero presenta una supervivencia del pasado. Si se inclina del lado de los que necesitan tomar analgésicos a cada momento, peor para usted. Por lo menos tiene el consuelo de que pertenece a la raza humana actual, más evolucionada en unos aspectos, pero más vulnerable en otros.
            Entonces, ¿qué debemos hacer, aguantar más el dolor o liberarnos lo más eficazmente posible de esa molestia?  Una vez más, se prueba que las sensaciones se ven condicionadas por la edad. Por lo general, con los años aumenta la capacidad para soportar el dolor. Las personas bastante mayores ven elevar el umbral de casi todos los estímulos, sean placenteros o penosos. Por eso son más golosos, pero también más sufridos. Si está usted entrado en años, compárese con su juventud.
            El ser humano es un extraño animal que siente ya dolor cuando anticipa el dolor futuro o esperado. Al niño le duele el pinchazo de la inyección, antes de ejecutar la acción. De modo más general, no importa tanto el dolor como la preocupación.
            El mapa del dolor es sumamente impreciso. No es una sensación única. En contra de lo que se ha repetido desde los griegos, la ausencia del dolor no es exactamente el placer. Equivale más bien a una sensación neutra, de bienestar o tranquilidad, pero también de poca vida.
            A veces el repertorio de coplas populares nos suministra abundantes ilustraciones de cómo enamorarse es sufrir, dolerse, penar, llorar, suspirar, lamentar, etc.
Para la imaginería popular el corazón es al tiempo la víscera del amor y del dolor. El símbolo popular del amor es un par de corazones atravesados por una flecha, es decir, unidos por el dolor. Sólo un enamorado puede entonar esta bellísima canción.
            “Es tan grande mi dolor y tan hondas mis fatigas, que no lloro por la calle porque la gente no diga”
            La pregunta no puede ser más íntima: ¿Algún amor le ha hecho a usted llorar amargamente? Si es así, entonces es que se trataba de un gran amor. Ocurre algunas veces a algunos seres privilegiados.

Meditación: El verdadero dolor es el que se sufre sin testigo.

domingo, 8 de julio de 2012

Las despedidas

             Se dice que los ángeles no distinguen si andan entre los vivos o los muertos. Puede que los ángeles no existan, o que la vida sea para ellos un simple paradero. No lo sé. Lo que dura es la muerte. Es indudable que a nosotros, con frecuencia, nos ocurra lo mismo que a los ángeles. Vivir es despedirse, estar despidiéndonos. La vida es sólo una mudanza de sitio o de postura.
            ¿Cómo recordar desde hoy el pasado? Su ambigüedad la hemos transformado en incertidumbre; nos despojamos de lo que ahora nos parece accesorio y es posible que no lo fuera. En realidad el pasado, es ahora lo que nos ha construido como hoy somos; pero ¿era ese nuestro propósito? O ni siquiera tuvo un propósito. El pasado indeformable de hoy no es más que una invención. Sin embargo el presente, sin su confuso camino anterior, no existiría. La historia carece de principio y de fin; es como un río: el cauce empieza y acaba, pero el agua no; nadie se baña en la misma.
            El presente es el último momento de esa historia…por ahora. ¿Cómo podremos interpretar mañana ese momento de hoy, tan lleno de posibilidades?
            Todo lo edificamos, nosotros incluidos, sobre falsos recuerdos. Quitamos el polvo al pasado, lo ordenamos, lo archivamos muy cuidadosamente. Vemos en él la serenidad inexpresiva que se desploma sobre los cadáveres. ¡Todo es inmodificable ya!
            ¿Será mentira? No sólo las cosas pudieron suceder de otra manera: es que sucedieron siempre de otra manera. Confundimos lo que soñamos o imaginamos lo que vivimos. Es posible que muramos de repente.
            La vida es una enrevesada continuidad de rupturas; un rumor de manos agitadas diciéndonos ¡adiós! Nos vamos de ciudades, de casas, de amigos, de amores y desamores, de soledades y de compañías.
            Ignoro si afortunada o infortunadamente, no es posible volver. ¿Por qué el pasado mal interpretado o no, se cierra con la fuerza de una ostra?. También con su mutismo. Hay personas a quienes un día apreciamos y que aún conviven con nosotros; diariamente saben que estamos ahí, pero ni supieron despedirse o no tuvieron tiempo. Pero, debemos convencernos: Son el pasado.
            A veces nos ilusiona un reencuentro, procuramos mirar de igual modo, caminar de igual modo, sentir lo mismo. Todo inútil. Ya no somos lo que éramos. O quizás peor, cada uno ha leído el pasado de distinta manera. ¡Era simplemente un adiós!
            Siempre se nos presenta como una profunda soledad llena de adioses, resonantes como una única música que pretendemos no escuchar. No es otra la razón de que si afinamos el oído, muy dentro de nosotros, percibimos una voz que nos advierte. “Vayas donde vayas, yo iré siempre un paso delante de ti” Sencillamente es la muerte. No tenemos otra compañía más duradera.

Meditación: Las manos que dicen adiós son pájaros que van muriendo lentamente.

Serenade - Franz Schubert.


           Existen adioses que acaban con todos los sentimientos, con todos los matices de la alegría, de la comunicación, del júbilo y de cualquier fantasía personal. Pero cuan triste es, cuando ese “adiós” ni siquiera se pronuncia; solo se convierte en angustia, culpa, y dolor; esperando que  algún día pueda convertirse en el dominio idóneo de una expresión musical.

Meditación: ¿Por qué solo se tarda un minuto en decir hola y toda una vida en decir adiós?

Mi agradecimiento a Natalia autora de este vídeo.

jueves, 5 de julio de 2012

Diálogo de pareja.

            Las lecciones de las parejas que duran, caben en pocas palabras. De hecho, pueden resumirse en una: comunicación. Y esto es, porque saben hablarse, de forma regular y siempre sin acritud, por lo que algunas parejas logran encadenar años de entendimiento y armonía.
            Y es con la voluntad de tener ese tiempo de palabra que hemos concebido tener ese balance de pareja. Revisar de vez en cuando la evolución de nuestra vida, es una forma de cuidar la relación. Porque, curiosamente, aquellos que nos hemos preocupado tanto en encontrar, el amor, es una de las cosas que descuidamos con mayor facilidad.
             Demasiadas veces sujetos al devenir del día a día, no nos detenemos a pensar en las cosas que nos preocupan o en lo que echamos en falta. Pararnos y buscar la ocasión para hablar de ello es darse la oportunidad para comunicar los deseos, propuestas y temores relacionados con nuestra vida en común.
            Tristemente en demasiadas ocasiones, el no hacerlo conduce al desánimo y a la idea de que ya no hay futuro, creyendo que la relación está agotada.
            La relación de pareja se sostiene sobre dos pilares fundamentales: el amor y el diálogo. Si falta algunos de estos dos elementos no estamos hablando de matrimonio ni de pareja, sino de un hombre y una mujer que viven juntos sin ningún tipo de relación profunda. El amor y el diálogo crean comprensión y armonía en la vida de familia.            
            Intercambiar puntos de vista, son razones que indudablemente podrán solucionar posibles conflictos… pero siempre escuchando al otro con buena voluntad y sabiendo aceptar con humildad y sencillez todo lo positivo que el otro aporte. Cerrarse al diálogo es cerrar la puerta a todo entendimiento y hacer insoportable la convivencia. Siempre el diálogo sincero y amistoso nos ayudará a solucionar problemas y descargar tensiones.
            En ocasiones la revisión llega tarde porque los sentimientos se han resentido de la situación. Es cuando entonces llega el temido “tenemos que hablar”, que más que una invitación al diálogo, suena ya a amarga despedida.

Meditación: La pareja no se apoya sobre la permanencia de la sexualidad, sino sobre la permanencia del amor.

lunes, 2 de julio de 2012

La admiración I.

            Frecuentemente solemos decir que hay personas que nos despiertan un sentimiento de admiración. Esto no tiene por qué coincidir con el amor o con cualquier otra forma de afecto pero convengo en que la admiración equivale a estimar las cualidades de una persona, por ser extraordinarias y dignas de ser imitadas.
            En todo caso, se puede precisar que la admiración pertenece al campo de las relaciones personales. Tampoco debemos desear ser exactamente como la persona admirada, sino que ésta nos sirve de modelo a la que admiramos. Desgraciadamente, la palabra “modelo” sólo se emplea para la pasarela y la publicidad.
            Podemos decir que cualquier proceso de creación artística, científica o simplemente profesional,  consiste en un episodio de imitación. Por eso hay tantos imitadores y tan pocos creadores. Lo que ocurre es que no todas las personas se mueven por imitación de los modelos dignos de ser admirados.
            Mucho me temo que en el torbellino de nuestra sociedad actual se haya erosionado mucho la capacidad de admiración. Es más, sostengo que el enamoramiento empieza por la admiración, si bien no puede detenerse ahí. Una relación amorosa se apaga cuando uno de los dos deja de admirar al otro.
            Tampoco debemos preocuparnos por este síntoma de decadencia personal, al no admirar a nadie. Por desgracia hay personas que, ya desde la niñez, no admiran a ninguno de sus semejantes. Lo que parece una cosa personal, es realmente una falta de crecimiento armónico,  o lo que es lo mismo un indicio de anormalidad.
            Lo imprescindible es que cada uno tengamos modelos a los que admirar. Es el papel que correspondía a nuestros héroes de antaño, porque me temo que los textos escolares de hoy no presentan muchos modelos. Puede que hablen de personajes “de referencia”

Meditación: La admiración debe ser vista desde el interior de uno mismo.