sábado, 22 de agosto de 2015

La dificultad de conseguirlos.

            Podría empezar así: ¿Por qué nos gustan los besos? Los labios humanos contienen una capa muy delgada de piel y son una de las partes del cuerpo más densamente pobladas con neuronas sensoriales. Sé que muchos me tacharían de cursilería, pero es cierto que saber besar, aunque no lo creáis, es realmente difícil. Es una de las cosas más importante entre una pareja. En verdad, tiene “su proceso” ¡Cuántos momentos se han destruidos, por el simple hecho de no saber besar! Es posible que lo tomen como una estupidez, pero se ha desarrollado una ciencia que se dedica solo y exclusivamente a saber besar y es llamada Filematología.
            En realidad el beso es un gesto simple y sencillo, pero debemos reconocer que muy poderoso al mismo tiempo. En el preciso instante que lo realizamos, no hay acto más importante que su perfecta consumación, llevada de la manera que representan las “pequeñas cosas”. Aunque aparentemente carezca de importancia, los besos dejan huellas, siempre que se den con sinceridad, pero sobretodo con alta dosis de pasión.
            Si pudiéramos ceñirnos por supuesto, de forma hipotética a los labios que ilustran, este pequeño artículo, veréis que no están pintados, son sencillos, están relajados. Quizás dormidos. Por su piel no parecen jóvenes. Pues, si sólo se acercasen otros labios, aunque si se tocaran a través de un simple roce, provocaría una reacción por medio de una revuelta hormonal que alteraría el estado de tranquilidad que aparentan. Aunque nos parezca mentira los labios están compuestos por numerosos nervios sensitivos muy activos que informan de la llegada de un gesto de cariño. El simple hecho de dar un beso representa una conducta misteriosa cargada de simbología, mediante la cual expresamos muchas cosas, como, por ejemplo, respeto, amor, afectividad, sentimiento, etc.  En las parejas y en las personas que se tienen mutuo afecto, todo ello, cumple un papel extremadamente significativo. Cuando es sincero, el beso tiene un valor comunicativo de gran intensidad.
             Y hablando de sinceridad, nos podíamos preguntar refiriéndome de forma hipotética, a esos mismos  labios que ilustra este artículo lo siguiente: ¿cuántos besos habrán efectuados? Es posible que muchos; pero eso, ¿qué importancia puede tener? Lo verdaderamente importante es: ¿cuántos habrán prometido, y nunca llegaron a realizarse? Cientos, miles, millones, o quizás más. Hoy es muy frecuente terminar cualquier escrito o mensaje diciendo: besos, miles de besos, etc.
              Aunque nos parezca raro, inverosímil o como queráis llamarlo, actualmente existen tantas formas de besar, como formas de amar. Sí, sé que os parecerá raro, pero  todo es debido a que el beso es el modo de expresar sin palabras los más profundos sentimientos o los más exigentes deseos. Aunque nadie sabe cómo ni por qué las personas comenzaron a besarse, es cierto que a muchas les pueden afectar profundamente, pues como decía anteriormente un beso siempre deja “huella” en nuestro estado emocional con respecto a la otra persona, sobre todo si deseamos besarla.
              Si preguntáramos si sabemos besar, todos diríamos que sí; sin ninguna duda, pero desearía hacerles saber que el beso no es solo la unión de los labios a través de la boca. El beso comienza dentro de nuestro ser, el cual se transmite a través de nuestro cuerpo, culminando con la unión de nuestro labios, llegando a un éxtasis durante el tiempo que sea necesarios. Por eso desearía recomendar que besar con los ojos abiertos, no es besar.

 Meditación: Hay cosas que solo pueden decirse besando... A veces las cosas más profundas, quizá no salgan del alma, si no con la pasión de un beso.

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