martes, 17 de septiembre de 2013

No deberíamos juzgar.



           ¿Qué hacer cuando te desprecian las personas que durante mucho tiempo te han admirado? Serían tus siguientes palabras: incongruencia, frustración, abismo, soledad, agonía, incapacidad, egoísmo?  Este es un lenguaje creado por el hombre para usar palabras intentando querer hacer mención a determinados actos.
            Por eso a veces me pregunto: ¿Cuál es el vínculo que une una verdadera amistad? y ¿porqué se rompe? Es mejor no hacernos preguntas de este tipo, y os preguntareis, ¿por qué? Existen muchos motivos externos que nunca llegaremos a percibir, lo que hipotéticamente llamamos realidad. Es un caos presente de aquellos momentos pasados, los cuales la lógica trató de poner un orden para nuestra comprensión, transformando esa realidad en una justa medida y abstraernos de algo, aunque no fuera personal, pero si movido por las emociones del momento, no deberíamos adoptar  tensiones, o quizás otros ingredientes que son los ideales para que  no nos deprimamos, ni culpemos de cosas que nunca hicimos e incentivarnos esa inseguridad que emana de nosotros mismos.
            Cuantas veces nuestra historia personal pasa de ser un cuento feliz a un drama al cual nos aferramos toda la vida siendo víctimas de lo absurdo. Por tanto esa desconfianza emana al querer comprender que en la vida suceden momentos agresivos, pero que se pueden tolerar si se analizan desde un profundo punto de vista.
            Todos necesitamos de alguien que nos entienda, y que en determinados momentos cuenten con nosotros. Al hacer que nos sintamos solos, necesitamos a alguien para que podamos compartir felicidad y cultivar las buenas formas, aunque se nos muestre situaciones difíciles. Compartir con esa persona ese vínculo de unión invisible es difícil de mantener, porque puedes pensar que mañana ese amigo, ya no esté, y lo único que nos quedará es el recuerdo de aquella historia personal.          
            Existe un dicho que dice: “siempre es bueno tener un amigo, aunque sea en el infierno” ¡No es éste el caso! Aquí se da las circunstancias, que es un amigo que siempre le admiró, le ayudó, le recordó y le recuerda en momentos difíciles, ni jamás dijo una mala palabra que le ofendiera, e incluso demostró una gran sinceridad al salvar una situación realmente comprometedora ante una momento personal. Ante esto, ¿creen Uds. que puede haber personas que anulen este tipo de amistad? ¡¡Pues sí, existen!! 
            No quisiera mirar ni pensar el tiempo que he analizado, a través del “cristal de la experiencia”, puesto que el mundo es un mercado que se compra amor, voluntad e interés. Amigo… es mentira… no hay amigos, a veces la verdadera amistad es todo ilusión; ¡¡Lamentable!! Hay amistades que continuamente te están adulando, que te dicen: que bueno eres, que bien lo haces, eres único, e incluso “eres lo mejor de lo mejor” etc. Este es el “laberinto de la vida”, donde tanto domina el interés, todo tiene su precio estipulado; amores, afectos, aprecios, necesidades, pasiones, amistades, etc.

Meditación: La amistad es el más perfecto de los sentimientos de las personas, pues es el más puro y el más profundo.

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