viernes, 28 de septiembre de 2012

Un año de reflexiones.

            Nunca fue mi intención hacer un blog de carácter temático, puesto que para eso se debe dominar muy bien el tema a designar. Pero considero que mis temas, son hábiles para todo el mundo; cualquiera de ellos, los hemos vivido alguna vez a lo largo de nuestra vida, y muchos, diariamente.
            Recordar a la sociedad los valores fundamentales de la familia como son el respeto, la amistad, la amabilidad, el amor y sobre todo, el profundo pozo de nuestra conciencia, no es extraño a nadie. Aunque considero que hablar de política hubiera sido muy atrayente, pero nunca tuve la intención de hablar de ello; sencillamente  porque no sé y, es complicado entenderla. Me perdería. ¡Ah, y si lo hiciera, pronto me vetarían el Blog! Al principio temía que se me agotaran los temas pero afortunadamente la sociedad me lo puso muy fácil, porque diariamente me vienen a la mente vivencias  dignas de relatar. Cuestiones que a todos nos surgen.
            En esta época dominada por los números, la imagen, la informática la crisis, la política, es realmente complejo hablar de determinados valores humanos. Pero, la simple intención de escribir algo sobre la vida, es una alternativa sugerente para poder desarrollar algo de sensibilidad sobre los valores éticos y morales.
            Es cierto que en bastantes colegios se escribe cada vez menos y cada vez peor. Pero también es verdad que en ocasiones con solo repasar experiencias vividas, se consigue despertar la afición a escribir. Quizás todo sea cuestión de echarle un poco de imaginación, llevándolo al modo de reflexión.
            En muchos de estos pequeños artículos, solo busco descubrir el sentido de la vida, a través de meditaciones, buscando  la comprensión de esos seguidores, y de todos aquellos que me rodean, para acabar en mi interior con una sensación de esperanza.
            Me he ocupado en ocasiones de cosas sin importancia, y  a veces no supe valorar muchos momentos importantes de mi vida. Ahora y de esta forma, quedan atrapados en mi memoria, porque cuando esperas lo mejor de la vida y sin pensarlo, tus ilusiones se van sin poder entender “el porqué” te sucedió a ti… es muy triste.
            Muchos amaneceres, al despertarme me pregunto: ¿sabré perdonar? Y respondo a esto, con un suspiro de resignación. ¿Qué te podría decir?... creo que sí. Ya he perdonado a muchos, aunque ya no siento lo mismo que antes, puesto que la soledad me ha acompañado en mi vida. Te podría decir que mi niñez no fue nada fácil, es más, yo digo que no tuve infancia, pero si tengo muchos recuerdos. Muchas veces me digo que la soledad es mi única compañera en mi vida que por más que trate de dejarla, ella no me va a soltar.
            Todos tenemos el hábito de sentirnos ofendidos por lo que te hacen otros, (en realidad nadie te hace nada); todo desaparece cuando conocemos la fuente de las “ofensas”. Cuando nacemos todos somos auténticos. Pero nuestra verdadera naturaleza, llega un momento que es oprimida siendo substituida artificialmente por conceptos de la sociedad que diariamente nos presiona.

Meditación: Nunca se ha logrado nada sin entusiasmo.

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viernes, 21 de septiembre de 2012

¿Se puede vivir sin amor?

          Que difícil pregunta, ¿verdad? No obstante, a pesar de las múltiples opciones y de las tentaciones de soledad, siempre perdura el deseo del “laberinto amoroso”; el deseo de la pareja estable nos persigue a pesar de los riesgos. El amor al mismo tiempo de herir, nos abre las entrañas. Nos deja desnudo. Por eso nos protegemos y le ponemos candados al amor cobijándonos en la soledad de un corazón blindado.
            Con el tiempo hemos ido redefiniendo el concepto de la pareja y los roles de cada uno, y hemos  terminado, llegando a una sociedad en la que cada uno le cuesta más ver a través de la hipocresía de la gente. En realidad nunca decimos lo que pensamos, ni hacemos lo que queremos. Pero a veces el amor irrumpe con fuerza y nos empuja a entrar en el “laberinto”. No hay que tenerle miedo al laberinto, sino aprender la ciencia del extravío: para amar hay que saber perder, quien quiere ganar siempre será incapaz de amar. Quien tiene miedo a perderse no puede amar nunca porque, en realidad ama más esa parte tuya que temes perder. En el amor la derrota es también una victoria.
            Pensándolo bien, el amor es como un cántaro roto y toda la vida es un intento de restaurar esa preciosa vajilla. Por eso el amor es tan intenso y doloroso, porque nace de una fractura real de nuestro ser, de una verdadera hendidura, hecha en nuestro corazón.           Hay una teoría que la explicaré a mi manera, aunque es posible que muchos de vosotros no estéis de acuerdo conmigo. El amor es posible pero se complica porque lo confundimos con el sexo. El sexo es necesario para el amor, pero no lo suficiente.
            El sexo es la chispa que enciende el fuego, mientras que el amor es el aceite que mantiene la llama encendida. El sexo es la flor del amor, pero no el fruto. Si buscamos solamente la belleza de la flor, no podremos saborear la dulzura del fruto. El amor es fácil de explicar, fácil de entender, pero difícil de practicar. La inteligencia no sirve para comprenderlo, la belleza no lo seduce, el estatus social no le impresiona, pero viene como un niño cogido de la mano cuando se encuentra en una persona sincera.
            A todo esto nos preguntamos; ¿a quién amar?, ¿cómo amar?, ¿cómo escoger con quien compartir el sinuoso trayecto de la vida? La primera condición es que los amantes tengan una fe similar en la pareja. Hasta cierto punto la pareja es un acto de voluntad y habrá que asegurarse de que nuestro compañero tiene idea parecida a la nuestra.
            Por lo tanto, no esperes comprender lo que amas, ni hacer feliz a la persona que más quieres. Amas sin el folleto explicativo de la comprensión. Saborea la perplejidad del amor y haz que el cariño no obedezca al gusto. Actúa como si la felicidad del otro dependiera solo de ti, aunque no sea cierto, y mantén cerca de ti, una cierta expectativa de desencanto, porque en cualquier momento el amor es, a menudo intransitable.

Meditación: Hay personas que nos hablan y ni la escuchamos; hay personas que nos hieren y no dejan cicatrices pero hay personas que simplemente aparecen en nuestra vida y nos marcan para siempre.

Secrets of my heart - Ernesto Cortazar.


Meditación: Se habrán dicho muchas cosas, se habrán escrito muchos libros, pero mientras tu corazón no lo sientas, nada sabrás del amor verdadero.

Mi agradecimiento a ricantolar, autor de este vídeo.

martes, 18 de septiembre de 2012

¿Nos gusta estar solos?

         ¿Hemos notados que muchos momentos de nuestra vida, estamos predispuestos a que no nos encuentren? Ni con los otros, ni con nosotros mismos. Tampoco es cuestión de engañarse suponiendo que estamos felices sin nadie. Pero en medio de tanta vorágine de vida, tantos acontecimientos, tantas urgencias, tantas necesidades, a veces deseamos habilitar un especio y procurar un tiempo en el que reposar tranquilo nuestra soledad.
            Y no siempre cualquier lugar de la propia casa es el mejor lugar. Nos procuramos un rincón singular en el que pensar, escuchar esa música, que tanto recuerdo nos trae, y algunos pensamientos que quisiéramos rectificar.
            Sin embargo, tampoco buscamos siempre estar solos. En ocasiones nos aterroriza. En algunas circunstancias no falta quienes nos acompaña en esto de saber estar solo. La paradoja de la necesaria compañía para una buena soledad no hace si no confiar que hay también un gesto de apertura en la búsqueda de esa cercanía, de esa proximidad que no es un alejamiento.
            A solas podemos escuchar, tal vez el murmullo incesante de cuanto pensamos.  Todos pasamos por épocas en que no tenemos a nadie en quien apoyarnos, con quien compartir experiencias, a quien contar cuestiones personales e íntimas, con quien intercambiar ideas, quien nos comprenda conductas o sentimientos en momentos determinados.
            También puede suceder que se está acompañado físicamente mediante vínculos sufrientes o por lo menos no gratificantes.
            Una cuestión importante, que parece una paradoja, consiste en que cuando la persona adquiera la capacidad de estar sola, es que nunca se encuentra sola. Siempre hay al lado otro en compañía mutua. Aunque este otro no sea pareja.
a o no pareja, en muchas oportunidades nos puede acompañar o comprender, aún en las dichas o en los sinsabores de la vida.
            Al final, la soledad puede ser muy provechosa si cada quien se escucha y se dedica tiempo para sí mismo.

Meditación: Si no somos capaces de ver el alma, tampoco lograremos tocar un corazón.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Facebook

            ¿Has pensado alguna vez esto: ¿Qué supone tener un amigo en Facebook? ¿Realmente significa que podemos contar con él? ¿Existe un vínculo real? Si la relación se ha creado a partir de un clic, costará lo mismo deshacerla que lo que supuso establecerla: absolutamente nada.
            Facebook se creó como un lugar perfecto donde construir nuestra identidad online. Satisfacemos en el perfil nuestra identidad constante de pertenencia a un grupo, tratamos de encontrar una porción de felicidad. De ahí que la psicología haya puesto su atención en las redes sociales, pues son una guía fidedigna de comportamiento y de las aspiraciones humanas actuales.
            Facebook está demostrado que es una medicina para los tímidos. Los perjuicios, los complejos y los estigmas se quedan fuera. Lógico. Esta red social se utiliza así como puente para hablar sin vergüenza ni situaciones incómodas.
            Así muchas personas dicen seguir sintiéndose solas a pesar de tener una vida activa en timeline. Todos se centran en la cantidad de relaciones, y no en la calidad. Y es que no es lo mismo ver un vídeo de un concierto con un amigo que vivirlo con él en primera fila. Los vínculos, los recuerdos y la posterior nostalgia dependen de conexiones de carne y hueso. Facebook satisface necesidades humanas básicas como la socialización, el entretenimiento, la percepción individual o la curiosidad, “es una herramienta, no un sustituto de la vida real, y ahí reside el peligro” Los amigos creados no son en ningún caso como los conectados.
            Actualmente vivimos en un aislamiento inimaginable para nuestros antepasados, pero somos más accesibles de lo que hubiéramos soñado. La soledad hiperconectada está aquí. Facebook ha permitido que elaboremos nuestra propia identidad online, o para ser más exactos, nuestro doble hecho a medida en Internet.
            Las redes sociales incrementan el estrés y la ansiedad. Es un resultado similar al estudiante aburrido y con sentimientos de soledad. El exceso de información constante nos abruma, y se nos presenta un síntoma de “vacío”. Los beneficios dependen de cómo utilicemos nuestro muro y de si existe un abismo entre nuestra vida offline y online.
            Facebook subestimó el placer que supone olvidarse de uno mismo de vez en cuando. Por tanto; intenta desconectarte…sin pensar absolutamente en nadie.

Meditación: Con el tiempo aprenderás que hay diferencia entre conocer el camino y andar el camino



martes, 11 de septiembre de 2012

¿Con qué frecuencia lo hacemos?

           Es realmente un verdadero compromiso hablar de este tema. No es mi intención poner reglas, puesto que el tema es verdaderamente complejo. La cantidad de encuentros sexuales es una cifra muy particular en cada pareja. Pero si existen roles de periodicidad normalmente establecido. Y es que el intervalo de las relaciones íntimas suele ser un tema que preocupa a muchas más personas de lo que imaginamos, inquieta respecto a si lo hacen con frecuencia, o si por el contrario, están por encima o por debajo de la media. Aunque debemos reconocer que el ritmo, de cada pareja es tan personal, como el deseo que les impulsa, y en la búsqueda del acoplamiento entre ambas personas, donde se halla el máximo placer.
            Tener deseos sexuales diferentes es la consecuencia natural de la individualidad: cada persona es un mundo, y su relación con el sexo depende, en gran medida, de su historia personal. Lo fundamental es que los miembros de la pareja conozcan, primero, los matices de sus propios deseos y puedan luego, como compañeros, conectarse satisfactoriamente.
            En materia de sexualidad, cada pareja es un mundo, y el deseo tiene ritmos diferentes en todas, creando difíciles expectativas de cumplir. No podemos hablar de frecuencia ideal o estándar, porque cada pareja es diferente y cada una tendrá sus propios gustos. Hablar de frecuencia “normal” sería imponer unos límites. ¿Quiénes somos para decirle a una pareja que lo hace dos veces por semana, que eso está mal? El problema se presenta cuando uno de los dos está en desacuerdo. Normalmente, al hablar de sexo, la gente tiende a mentir para estar dentro de un rango aparentemente más satisfactorio, y ello resta seriedad a esa información.
            Lo más importante es reconocer que cada uno es responsable de su sexualidad y, por tanto, debe hablar de ella de forma franca y desinhibida. (Aunque lo mejor es no hablar). Siempre debemos tener en cuenta que las parejas en vez de enfadarse, deben llevar al otro al terreno de su propia frecuencia. Dependiendo de la calidad de la relación, se obtienen los resultados. Las parejas más unidas emocionalmente tienden a acoplarse mejor, pero no es una condición suficiente. Siempre debe haber deseo, atracción y comunicación.

Meditación: Esta sociedad nos da la facilidad para hacer el amor, pero no para enamorarnos.


Secret Garden - The Promise.



        El amor es sufrido y complicado. En ocasiones nos sentimos solos, ignorados y olvidados. A veces  la relación pasa por altibajos, pero ahí estamos los dos con el paso de los años. El amor verdadero, no es como la de un cuento, que aparece y se queda para siempre. El amor hay que trabajarlo a diario, sólo así podrá ser eterno.

Meditación: En la guerra, como en el amor, para llegar al objetivo es preciso aproximarse.

Mi agradecimiento a kmkomai, autor de este vídeo.

domingo, 9 de septiembre de 2012

¿Sabemos pedir perdón?

          A veces necesitamos pedir perdón. Pero: ¿por qué nos cuesta tanto? ¿por qué nos resistimos a ellos? Quedarse sentido o resentido por algún motivo, durante un tiempo por algún mal  es normal. Aunque debemos pensar que el resentimiento continuado pudre el alma, porque en realidad la lógica nos dice que las cosas deberían haber sido distintas a como han sido.
            La realidad es que somos animales que viven en sociedad y en ese contexto avanzamos, chocamos, retrocedemos, etc. La mayoría de nuestras relaciones no suelen evolucionar siempre con regular armonía, produciéndose en cualquier momento, reproches y heridas. De aquí, el no saber perdonar no implica nada más que un proceso en el que todavía tenemos que madurar. Sin embargo, aunque en teoría todos sabemos que somos imperfectos y nos equivocamos cada día, nuestro ego no suele facilitarnos la tarea de reconocer nuestros errores ni la de convivir con humor con nuestras imperfecciones.
            Intentar disculparse cuando todavía se está furioso es buscar problemas, es mejor esperar a calmarse antes de disponerse a enterrar el hacha de guerra. Esta táctica tiene el beneficio añadido de que si esperamos lo suficiente, puede incluso que se disculpe antes la otra persona
            Si hemos hecho algo realmente malo, debemos estar preparados para la posibilidad de que nuestras disculpas no sean aceptadas. En algunas circunstancias, "lo siento" suena realmente inadecuado, pero es todo lo que tenemos, por lo que hay que insistir. Repetir una y otra vez estas palabras puede aumentar el impacto de nuestra disculpa.
            Sentirse culpable puede ser algo positivo si nos lleva a reflexionar y a buscar remedio. Sentirse habitualmente inocente de todo y repercutir la culpabilidad sobre los demás suele ser síntoma de la eficiente acción del orgullo, que suele ser corto de vista para los propios errores y agudísimo para los de los demás.
            Aunque como cada proceso lleva su tiempo, es normal reaccionar con palabras de desacuerdo o dolor interno, ante lo que podamos sentir como una traición, pero lo importante es que llegue un momento en que lo soltemos, por nuestro propio bien, porque, “la vida no crece sobre el resentimiento, y debemos volver al amor y a la amistad, para que vivir siga valiendo la pena”

Meditación: Ama, perdona y olvida; hoy te lo dice un amigo, mañana te lo dirá la vida.



viernes, 7 de septiembre de 2012

De nuevo la amistad.

            Justamente hablo  de nuevo de la amistad, porque es precisamente ésta, la que hace bastante tiempo me produjo un doloroso desengaño. Algunos comportamientos confunden la relación de amor con la de amistad. Lo que si hay que equilibrar es la dosificación de ambos aspectos. La relación de pareja es un sutil equilibrio de amor y sexualidad, mientras que la de amistad es una relación de lealtad, complicidad, aceptando las diferencias y al mismo tiempo saber comunicarse.
            Siempre creí que la amistad era un valor indiscutible para mí, algo sin la cual no se puede vivir feliz. Por eso siempre he priorizado que a veces algunas  relaciones de amistad no son lo que ellas representaban. Sin embargo ahora me siento decepcionado al ver que hoy, después de haber pasado por una mala vivencia personal me encuentro apartado de una forma injusta.
            ¿Qué hice mal? ¿Tal vez confié demasiado en los demás? ¡¡No lo sé!! A veces, los valores los cuales elegimos creer, no son siempre importantes. Porque a veces, detrás de ellos se ocultan una necesidad disfrazada, sin apoyo, cuando en realidad, lo que se busca es una atención constante y una forma de evitar la soledad.
            La relación que existe entre los amigos es uno de los pilares de la salud emocional de cualquier ser humano; la camaradería es una relación al margen, mientras que con la pareja se comparte amor y sexualidad.
            En un ejercicio de sinceridad íntima, no siempre se comparten, opiniones, gustos y diversiones con la amistad. Tampoco en todo momento nos sentimos cómodos poniendo todo en común. Si lo pensamos bien, incluso omitimos expresar muchas opiniones y no siempre somos verdaderamente sinceros con nuestros verdaderos amigos.
            Es justo reconocer, que el amor se acaba; la amistad soporta mejor el tiempo. Con un amigo cooperamos y no competimos, sabemos lo que cada uno siente y piensa del otro teniendo  una disponibilidad para escuchar y apoyar en las horas bajas. A un amigo se le aceptan las debilidades y los errores, aunque desgraciadamente no siempre es así. Por eso decimos que, el nivel de amistad es un pacto tácito que debería perdurar sin tener en cuenta, una relación de pareja, puesto que esos momentos un verdadero amigo resulta el mejor apoyo.
            Estas angustias que diariamente nos invaden, nunca llegarán a decisiones firmes, puesto que nunca hubiéramos imaginado esas acciones que actualmente se muestran.
            Y aunque quizás nunca encontremos una respuesta clara, por lo menos sí hallaremos un sentido al esfuerzo que conlleva esa amistad. Porque la verdadera amistad requiere esfuerzo y entusiasmo. Y por qué no decirlo ¡una gran suerte!   
            A veces tiramos todo por tierra por una sencilla razón. La pasión. Ella hace que una antigua amistad se destruya. Por eso siempre debemos estar atentos para no tensar la “cuerda” y no confundir una cosa con otra. Se puede tener una relación de amistad, pero para que sobreviva, es necesario olvidar el dinamismo que representa una relación de pareja. No en vano, una amistad puede durar muchos años, mientras que una pareja estable, puede estar en peligro de extinción, siempre que no existan unos principios consolidados y duraderos, con el convencimiento de un verdadero amor.

Meditación: El auténtico amigo es el que lo sabe todo sobre ti y sigue siendo tu amigo.


miércoles, 5 de septiembre de 2012

La libertad.

            La libertad tiene dos caras, y si solo tienes una de las caras, sentirás la libertad mezclada con la tristeza. Por eso debemos entender las características de la libertad.
            Ahora bien, la libertad no puede ser absoluta o ilimitada. El propio marco legal que establece y garantiza las libertades es, al mismo tiempo, uno de sus límites. Pero las leyes no son las malas de la película; no existen para darnos dolores de cabeza, ni estorbarnos; existen para demarcar el sentido y el alcance de las propias libertades, para que su ejercicio por parte de uno no menoscabe el derecho a otros; existen pues, para que podamos convivir los unos con los otros en libertad. Por eso no vale evadir el cumplimiento de la ley.
            Cuando alcanzas esa libertad, te sientes muy ligero, muy bien, muy feliz. Por primera vez, empiezas a disfrutar de tu propia forma de ser, porque tu forma de ser ha estado cubierta por todas esas cosas de las que te has liberado. Pero eso es solo la mitad, y luego vendrá la tristeza porque falta la otra mitad. Hemos conseguido liberarnos de algo, pero ¿para qué? La libertad en sí misma no tiene ningún sentido a menos que sea para algo, para lo creativo.
            El concepto de libertad es algo que a lo largo de la existencia humana nos ha hecho reflexionar en múltiples sentidos, siendo uno de los temas fundamentales de la filosofía. Por tanto, la libertad de obrar según la propia voluntad puede terminar por hacernos perder la tan deseada libertad. Entonces surge una repentina tristeza. ¿Qué camino elegir? Hasta este momento no nos hemos planteado la cuestión de ir dirigirnos a alguna parte, porque estábamos aprisionados. Toda nuestra conciencia se concentraba en la forma de liberarnos, por tanto nuestra única preocupación es cómo conseguir ser libres. Lo que nos ha ocurrido está muy bien. Pero necesitamos algo más. Debemos volvernos un creador. Tenemos que encontrar una creatividad que satisfaga nuestra libertad, de lo contrario, esa libertad estará vacía.
            Debemos crear algo o bien descubrir algo. O sacamos a la luz nuestro potencial, o nos vamos hacia nuestros adentros y tratamos de buscarnos a nosotros mismos, porque de esa manera tendremos algo de libertad.
            Aunque hable de la libertad, la gente tiene mucho miedo a la libertad. Pero, puedo decir por experiencia; ciertamente tarde o temprano  hay muy pocas personas que realmente quieran ser libres; inconscientemente saben que la libertad conlleva muchos problemas para los que no están preparados.
            En definitiva, las personas que comprenden que la libertad es simplemente la oportunidad de crear un mundo un poco más bello, al ser más conscientes, no pueden estar tristes.

Meditación: La verdadera libertad consiste en el dominio absoluto de sí mismo.

domingo, 2 de septiembre de 2012

Disfrutar todos los días.


            El tiempo merece que le tengamos un altísimo respeto, el cual no se puede comprar ni vender, ni tampoco pedir prestado. Nuestro tiempo es un recurso “no renovable” por eso vale la pena procurar disfrutar cada día, porque el tiempo que pasa no lo podemos recuperar.
            Pero en nuestra sociedad, todo parece llevarnos en la dirección contraria, a la de ese ritmo lento y pausado que facilita el disfrute de los pequeños placeres cotidiano. Sin embargo cada vez son más las personas que deciden apearse de ese tren de las prisas en las que lo “urgente” gana siempre la partida a lo verdaderamente importante. Y es que, las prisas son malas consejeras, sino que, además, hacen que muchas veces pasemos de largo ante las oportunidades.
            El verdadero momento es aquel que va marcando los pequeños detalles de nuestra vida. Saber identificarlo es un don que sólo se alcanza yendo más lentos, estando más atento, etc., porque a veces dichos momentos nos visita a menudo, pero no sabemos reconocerlos, corriendo como vamos de un sitio a otro.
            Ir más despacio no significa hacerlo todo con parsimonia. La lentitud es sólo una metáfora. No se trata de hacerlo todo más lentamente, sino de concedernos tiempo, para mantener la quietud interior, para saber cuando tenemos que correr y cuando tenemos que ir más tranquilo.
            Lo que no podemos hacer es que nos hayamos creado una cultura en la que no disponemos de tiempo y tener una agenda a rebosar que sea una señal de éxito… A mí personalmente me parece que es más bien una señal de mala organización.

Meditación: Nadie desaparece del todo de la vida de uno, si ha sabido imprimir buenas huellas en el recuerdo.

El sonido de la naturaleza...los pájaros.


Meditación: La vida es tan corta y el oficio de vivir tan difícil, que cuando uno empieza a aprenderlo, ya hay que morirse.

Mi agradecimiento a auryx01, autor de este vídeo.


Aquellos objetos.

            Vivimos entre objetos. Cuantos recuerdos ¿no?; unos de poco valor, otros por su significado, y otros porque en aquel momento fueron todo un impacto al recibirlo. Pero no nos desprendemos de ellos; y a veces me pregunto ¿por qué? Si ya odiamos al remitente. Es inexplicable; pero lo mantenemos. Aunque no es menos cierto que a veces parece que son ellos los que nos han elegido a nosotros. Su visión, su disposición son ya en cierto modo, un lugar en nuestro hogar. Sin ellos nos perdemos. No es de extrañar que ese determinado objeto nos haga recordarle, aunque le odiemos; pero; el odio y el afecto a veces están tan cerca, que no deseamos que desaparezcan. En verdad, fue una parte de nuestra vida.
            Tal vez es muchos decir que es un alivio para esa soledad que muchas veces nos invade. Por eso, no es de extrañar que objeto y sujeto nos necesitemos mutuamente, pero es cierto que acompañan con solo el recuerdo de observarlo.
            Y esos objetos no solo nos rodean, si no que nos envuelven, nos interrogan en silencio y nos insuflan el ánimo. Tal vez algún objeto singular; aquel que tanta ilusión te hizo, aquel que jamás te esperaba; callan tanto que a  pesar de su silencio nos es imposible  no escucharlo. Ellos nos lo dicen todo. Desprendernos de él sería abandonar en cierto modo, algo de nosotros mismos.
            En él. carga un tiempo, y es como si se hubiera especializado la duración de un tiempo muy feliz, y ese espacio siempre estará habitado por un sueño o un deseo. Si se extravía, perderíamos una parte de nuestro mundo. Siempre formará parte, a su modo de quienes somos, y se identificará tanto con nosotros que, de esa manera, es ya algo de nuestro aspecto, una seña, una marca, no un simple utensilio o una pieza de nuestra vida.
             Su sola presencia o ausencia nos ofrece ya visos de un rostro, aquel el cual un día soñamos y de aquellas palabras que quizás nos faltaron y permanentemente brillan mientras observamos aquel objeto. Durante tiempo ha sobrevivido a rupturas, reencuentros, y separaciones, pero tal vez, sobreponiéndose a las más definitivas de las despedidas, permanezcan siempre con el afecto de un superviviente y con unos sentimientos intensos, al que nos unió.
            Quizás ellos velen un día por nosotros. Mientras tanto, nos ofrecen también el calor y la energía que tanto requerimos. En ellos también perdura aún la llama de los afectos vividos.

Meditación: Los mejores regalos no son los que cuestan más dinero. Lo mejores regalos son los que dan desde el corazón.