domingo, 28 de julio de 2013

Las dificultades de la vida.

          Hoy, ¿quién no tiene dificultades para sacar la vida hacia adelante? Existen dificultades que te desconciertan y hasta te desestabilizan los cimientos en lo que no apoyamos. Es entonces cuando más debemos sacarles todo el rendimiento posible. Lo que no debemos es paralizarnos, recrearnos en el dolor, dejarnos enredar por los sentimientos de poquedad con que nos tientan.
            A lo largo de nuestra vida, todos atravesamos momentos difíciles; enfermedades, crisis, problemas familiares o de pareja. Acontecimientos que desnivelan nuestra certezas, sumiéndonos en la confusión, el miedo o en la desesperanza.
            La vida tenemos que reconocer que es una dinámica; crece, se desarrolla, se supera y va realizando desde su interior las semillas que encierran, y se no abren siempre a nuevas posibilidades.  Tarde o temprano atravesamos, en unos momentos u otras dificultades. Desde una ruptura amorosa, a un despido, la pérdida de un ser querido o una enfermedad, etc. Nadie está a salvo de los vaivenes de nuestra existencia.
            La tendencia natural es evitarlas, y en ocasiones no está mal, pero al ser parte de la vida hay que reconocerlas y asumirlas. Lo lamentable es ignorarlas, negarlas, o no afrontarlas. Solo cuando se afrontan, éstas dificultades nos ofrecen nuevos recursos, nos abren nuevas posibilidades desconocidas y por tanto, nos hacen más fuertes y más sabios.
            Cuando las adversidades no golpean, todos atravesamos emociones muy poderosas. Es conveniente expresar dichos sentimientos, ya sea contándoselos a un amigo o volcándolos en un papel en blanco, es realmente esencial para recuperar el equilibrio. Existen varias maneras de enfrentarse a las dificultades: enfrentarse o ignorarlas. Enfrentarse es analizar el problema y las circunstancias que lo causaron, buscar una solución, y encontrar la salida del mismo. Si por el contrario, decidimos cerrar los ojos y hacer como si no existieran, el problema no desaparecerá, seguiremos sufriendo inútilmente, y además, los problemas sin resolver se irán acumulando, hasta generar una sensación de dolor, estrés frustración y angustia.
            Cuantas veces son los propios personas de nuestro entorno quienes, pretenden que nos volvamos a “sentir bien” lo antes posible. Lo cual explica, el sentimiento que puede llevar a que esa persona, se pueda sentir peor, bien porque no se siente comprendida o porque se siente culpable de no poder responder tal y como los demás esperan de él o de ella.
            En verdad la vida no es un remanso de paz; todos nos llegamos a encontrar en algún momento con algún problema, la felicidad depende de cómo superar las diferentes dificultades y del esfuerzo que hagamos por salir adelante.
            Encontrar la felicidad a pesar de las dificultades de la vida, es posible. Creo que lo importante es la actitud positiva frente a los diferentes problemas, sin olvidar que todo es un proceso, y la tristeza es parte de estar vivos y, que debemos recordar siempre que nuestra felicidad está en nuestras manos.

Meditación: Las dificultades aumentan conforme se aproxima uno al fin.

miércoles, 24 de julio de 2013

¿Te dieron algunas vez las gracias?

           Agradecer con palabras sinceras la ayuda y los cuidados que nos prodigan los demás revisten nuestras relaciones de autenticidad y prodiga un verdadero afecto. Para mostrar a los demás nuestra gratitud, los pequeños detalles son mucho más eficaces las palabras, y mucho más indicados para transmitir nuestros sentimientos. El reto es; ¿cómo podemos mostrarles que ocupan un pequeño espacio en nuestro corazón y en nuestros pensamientos?
            Más que la acción de decir “gracias” de forma automática o por educación, por cortesía o porque es lo que nos dijeron de pequeño, que es lo que hay que decir; es una actitud de sentimiento creado por una decisión consciente de dar las gracias por todo cuanto ocurre en tu vida.
            Este reconocimiento debe ser auténtico. Unas veces nos ayudarán las palabras, otras los gestos o los detalles. Lo que importa es que se reciba de corazón. Es cierto que a veces no podemos dar las gracias personalmente a todo el mundo, pero asegurémonos de que sí las damos a aquellos que han sido especiales con nosotros.
            Vivir agradecido para nosotros significa también dar gracias cuando se olvidaron de ti, cuando una relación termina, cuando alguien se va de tu vida o cuando la enfermedad llega. Cuando lo “aparentemente malo” ocurre, quizás nos preguntemos; ¿por qué no dar las gracias en esos momentos de dolor? Creemos que es una forma de sanar las heridas, de buscar significado más allá de lo establecido o de valorar lo que uno tuvo o quiere volver a tener en nuestra vida, al no resistirse a las cosas, de abrir la mente y el corazón a la comprensión.
            Como decía al principio desde pequeño se nos enseñaron a dar las gracias y es así como todos, en nuestra experiencia de adultos, tenemos este hecho integrado en nuestra vida cotidiana de forma casi mecánica, sin ningún cuestionamiento, como parte del lenguaje universal y como señal de cortesía y buena educación.
            El poder de dar las gracias tiene un valor indescriptible e inconmensurable y puede hacer verdaderos milagros en cada uno de nosotros. Esto nos hace capaces de integrarnos sinceramente esta palabra con regularidad, internamente, llegando al punto de agradecer por todo, incluso por las dificultades a las que nos veamos enfrentados, es sin duda, uno de los mayores logros que podamos tener como seres humanos.
            A veces se nos olvida dar las gracias a quienes tenemos cerca, aunque en ocasiones no están cerca, pero nos unió una gran amistad,  Puede parecer sorprendente e insólito que pase el tiempo y una cosa tan sencilla y humilde pueda carecer de un simple agradecimiento. Realmente es incomprensible. ¡Pero así es!
            Me cuesta tanto pensar que existan personas que se niegan a decir “gracias” cuando con ellas se tenga una pequeña atención. ¡¡Pues, desgraciadamente existen!!        
            “Gracias” es una bonita palabra que puede abrir numerosas puertas, sobre todo la de nuestra paz interior. Pues; ¿por qué privar a nedie de los beneficios de esa gratitud?

Meditación: Aquel que no agradece una pequeña atención, nunca agradecerá nada.

domingo, 21 de julio de 2013

La ternura.

           La ternura es una actitud afectiva interior, la cual no se limita a las manifestaciones externas, sino que puede se puramente convencional. A parte de esto, siempre es condicional, interna e íntima, rehuyendo las miradas, considerándola hasta cierto punto de carácter púdico. No suele manifestarse en público, solamente en aquellos que la comprenden y la sienten.
            Esta se alimenta de sonrisas, de miradas cálidas y de suaves caricias, de abrazos, de frases alentadoras y sobre todo de consuelo. La ternura es complicidad, camaradería, aceptación y tolerancia con respecto a la admiración por tu semejante; en una palabra, es lo más sublime del sentimiento humano.
            La ternura implica, por tanto, confianza y seguridad en uno mismo. Sin ella no hay entrega. Y lo más paradójico es que su expresión no es ostentosa, ya que se manifiesta en pequeños detalles como: la escucha atenta, el gesto amable, la demostración de interés por el otro sin contrapartidas.
            Estas son palabras de Ortega y Gasset en relación con la ternura; ¿Habéis analizado alguna vez la emoción de la ternura? ¿Es alegre, es triste la ternura? ¿No parece más bien la ternura una semilla llena de sonrisa que da el fruto con una lágrima? A veces estas puntualizaciones nos da pena, porque las personas dueña de ella son víctima de las dobles intenciones, las suspicacias malévolas que pueblan nuestra sociedad. La inocencia no nos entusiasma ni nos enoja, la inocencia nos enternece.
            Mantener la ternura es un reconocimiento de diferencias, de capacidad para comprender y tolerar para llegar a acuerdos, para construir colectivamente, aprendiendo siempre de los que “no saben” para soñar y reír, para defender las adversidades aprendiendo de las derrotas y de los fracasos, tanto como los aciertos y de los éxitos.
            Y si nos preguntamos: ¿cómo se manifiesta? La ternura se manifiesta a través de una comprensión exquisita que va directamente a la intimidad, con el deseo de agradar a otra persona. En el plano sexual es corporal, en el plano afectivo busca los sentimientos más nobles, manifestando dulzura, amabilidad, cortesía, humanidad, haciendo sentir al otro lo que tiene de bueno.
            Aunque como decía anteriormente en estas líneas, en la relación de pareja la ternura es decisiva. Cuando escasea, el amor peligra y cae en la peor enfermedad: la rutina. En la rutina se mueve la apatía, el abandono, la dejadez, la despreocupación por mejorar el trato.
            Para mantener la ternura y expresarla de manera adecuada hay que estar consciente, hay que darnos cuenta de lo que nos pasa, hacer que nuestros sentimiento procese las emociones adecuadamente y nos permita ejercer cierto grado de control, no para reprimirnos, sino para cambiar y aprender que el otro quiere lo mismo que nosotros y que un buen paso para volver a recrearnos en el otro es precisamente la ternura compartida.

Meditación: El que con palabras enamora, con hechos decepciona.

Niño saca a pasear a su perro.


           No he dudado en insertar este pequeño vídeo a continuación del artículo que hoy expongo, puesto que nunca llegaremos a saber el placer que puede experimentar un pequeñín, cuando pasea con su perro, y observa antes sus ojos ese pequeño charquito de agua. Parece como si le dijera a su perrito; “espera, que voy a disfrutar un poquito”
            Con sumo cuidado deposita la correa en el suelo y se deleita pasando una y otra vez sobre el agua, chapoteando sus pequeños piececitos. El “chucho” espera pacientemente a su pequeño amo y, cuando ya saciado, toma con extremo cuidado la correa y parece que le dice ¡vamos, ya he terminado!, reanudando su marcha como si nada hubiera pasado. Nosotros nunca llegaremos a comprender la enorme satisfacción que esa acción representa; “tenemos que ser muy pequeño, para poderlo comprender” 

Meditación: Lo más hermoso de la infancia, es que cualquier cosa en ella, es una maravilla



jueves, 18 de julio de 2013

Padecer esa enfermedad.


          Cuando por desgracia nos afecta esa grave enfermedad, todos necesitamos un tiempo para poder asumir lo que nos está pasando y la repercusión que esto va a tener. Este mal nos hace tambalear nuestro referentes y nos obliga a mirar frente a frente nuestra vulnerabilidad, asumir que, aunque pretendamos lo contrario, no podemos controlar todo lo que nos sucede.
            El solo anuncio que padecemos esa temida enfermedad, nos provoca una tormenta emocional y, ante esto deberíamos pensar que la única medicina, es el arte de responsabilizarnos de nuestra situación, y de descubrir que realmente podemos hacer mucho por nuestra vida. La enfermedad es mi problema, no es el problema del médico, es mi responsabilidad y mi situación, Yo también debo poner mi aportación, la medicina no puede ser el arte de pasarle la pelota a la ciencia, ni jamás entregarnos a ella, puesto que a la larga, nos haremos “esclavo” de ella.
            Frecuentemente vemos a personas padeciendo esa grave enfermedad, la cual le produce una pérdida afectiva muy grande. Al mismo tiempo le lleva a un vacío existencial de tal dimensión que se “entrega” en una carencia de energía, haciendo que las células degeneradas comiencen a invadirle.
            Creemos que podemos controlar el tiempo y la situación, pero nuestra agenda se hace eterna, para uno mismo y para los demás, alterando cada vez más nuestro estado emocional. El error que cometemos es que no podemos tener la capacidad necesaria para pensar en nuestros propios recursos y poder reaccionar en esta situación imprevista
            Nunca piensas que esa enfermedad puede tocarte, a pesar que siempre has fumado y por tanto siempre tenías un gran porcentaje de riesgo. Pero nunca se para uno a pensar que ese riesgo puede llegarte. “Todo está escrito en nuestro destino” Cuando te lo diagnostican, no puedes creerlo, y se suele tardar bastante tiempo en aceptarlo.
            Una vez asimilado y aunque los momentos de desfallecimiento son inevitables, debemos pensar siempre que hay aspectos que nos pueden ayudar a vivir de una forma positiva. Aunque lo más importante es que le vas “cogiendo distancia”, que las revisiones se alejan cada vez más, al mismo tiempo que centrar tu vida en otras cuestiones, procurando darle sentido a todo lo que te rodea.
            “Son muchas, demasiadas (y hoy podrían ser muchas más) las ocasiones que me lo recordaban; ¡si le hubiera hecho caso cuando me lo decían! Posiblemente no estaría delante del ordenador escribiendo a golpe de emociones”.
            Ante tal situación no hay más remedio que desplegar una gran dosis de confianza hacia todo aquello que habitualmente desempeñas, para hacer posible, “vencer” lo que el destino te presenta, y tener muy presente esta pregunta: ¿Quiénes somos nosotros para decirle a la Providencia, que se está equivocando con nosotros?
            También es muy gratificante, “romper el silencio” y hablar con las personas que sentimos más cercanas y verbalizar sobre todo con tus amigos, procurando aliviar nuestros miedos y preocupaciones, para de esta manera  hacernos comprender que tú eres mucho más, que “esa enfermedad”, aunque sólo sea para demostrarle que “sí puedo” o mejor “I can”.

Meditación: No importa lo oscuras que parezcan las cosas, eleva tu esperanza y verás las posibilidades.

martes, 16 de julio de 2013

Calidad de vida.


            He observado que las personas con mejor calidad de vida, sobre cuyas vidas a veces me paro a pensar, tienen en común, que saben disfrutar y valorar todo lo gratificante y maravilloso que les sucede en el día a día, pero es difícil pensar que cuando llegan los contratiempos, las adversidades y las desgracias se deben aprovechar como experiencia y oportunidad para salir más fortalecidos y renovados, debiendo encontrar siempre algo valioso y positivo hasta en lo más negativo y problemático.
            Sin embargo, existe una creciente confusión cuando la calidad de vida es considerada como un valor, y con ello como objetivo de aspiraciones sociales.
            La valentía y la tenacidad siempre conducen al éxito, a una mejor calidad de vida y al desarrollo constante de las virtudes y fortalezas humanas. 
            Aunque siempre es digno de tener en cuenta que dicha calidad, ha sido estudiada desde diferentes disciplinas. Socialmente calidad de vida tiene que ver con una capacidad adquisitiva que nos permita vivir con las necesidades básicas cubiertas además de disfrutar de una buena salud física-mental y de unas relaciones sociales satisfactorias. El mito de que la vejez es una etapa de restricciones, privaciones y sufrimientos debe ser desterrado, y así permitir que los mayores de edad puedan gozar del bienestar y salud de vida hasta el final de la vida.
            Se puede llegar a la llamada “tercera edad” sin problemas de salud físicos, ni mentales, todo depende del estado que mantengamos previamente. Si bien es cierto que del proceso de envejecimiento, no se está libre de problemas, puesto que en efecto las enfermedades aparecen en cualquier etapa de la vida. Mientras que personas jóvenes y aún niños pueden padecer variadas enfermedades, muchos ancianos se mantienen saludables. El hecho de que aparezcan ciertas limitaciones no quiere decir que no se goce de una buena salud
              No obstante, existen tendencias; por así llamarlas, que se consideran como básicas para poder evaluar una vida como poseedora de calidad, aquellas que fundamentalmente nos produce la satisfacción de las necesidades tal y como la vida nos la plantea, y ello queda en evidencia si se le pregunta a una persona, qué es calidad de vida; muchos lo relacionan con el acceso a un trabajo digno y bien remunerado que les permita acceder a bienes y servicios básicos como vivienda, educación, salud, nutrición, servicios públicos, movilidad vial, recreación, seguridad, entre muchos otros.
            Pues bien, la calidad de vida es una categoría estrictamente personal, que se concibe como el reconocimiento personal de las dimensiones, culturales, psicológicas y espirituales del hombre, obligándole a desplegar mucha creatividad para aprender la diversidad humana.  Por eso el concepto de Calidad de Vida depende en gran parte de la concepción propia del mundo que tiene el sujeto y en particular de su propia vida.
            Existe un estado ideal, un bienestar propio en cada etapa de la vida. Y si esas etapas viven al máximo cuidado y prevención, se puede conservar una gran proporción de nuestro organismo, en forma saludable, hasta las últimas etapas de nuestra vida.

Meditación: Sólo los artistas y los niños ven la vida tal como es.

sábado, 13 de julio de 2013

Pon música en tu vida.


          Hay muchas familias que creen que si sus hijos practican música de pequeño, serán  buenos músicos de mayor y eso no es del todo cierto, pues, aunque desde luego puedan acabar siendo buenos músicos, también se beneficiarán  de esta exposición temprana en otras facetas de su desarrollo.
            Hay quien afirma que los niños que crecen rodeados de música realizarán mejor determinadas tareas personales, es decir, que serán “más inteligentes” en determinados aspectos.
            Y es que la música estimula la coordinación del sistema sensorial de recogida de la información y el sistema motor de organización de la conducta de una forma muy fina, y eso lógicamente influye en la organización del cerebro, produciendo lógicamente gran influencia a lo largo de toda su vida. Esto de estimular el desarrollo de las funciones cerebrales mediante la música es algo relativamente novedoso. Antiguamente se circunscribía más a familias musicales, como los Bach, los Mozart, los Strauss..., en que el padre músico iniciaba a sus hijos tempranamente en la música. Ahora se ha demostrado que exponer al bebé desde sus primeros meses de vida y hasta los 2 años a música hará que sus neuronas se vayan acostumbrando a una serie de sonidos, de notas musicales y podrá "afinar" mejor en el futuro.
            Los especialistas admiten sus bondades, pero sin extralimitar ni sus efectos ni sus beneficios.
            Eso puede ser útil probablemente, pero no insistiendo de forma machacona. Que exista música en el ambiente es suficiente. Así podemos observar que la capacidad que tiene el oído humano para identificar un sonido, una nota musical en este caso, y poder así "afinar" mejor es beneficioso.
            Pero claro, de "afinar" mejor, a ser músico hay un trecho, y por tanto creo que es más útil la afición a la música de los padres que no la base perceptiva para que el niño "afine".
            En definitiva, ¿qué es desarrollar el cerebro?, ¿tener un cerebro más desarrollado es garantía de ser mejor persona o mejor científico? Podríamos preguntarnos: ¿desarrollar el cerebro es un fin o un medio? Podría decirte; la primera es para saber donde están las cosas, y la segunda es para programar un poquito y anticipar lo que viene.
             Si de esa manera lo conseguimos, mejor; si no, nos equivocamos tanto de dirección, como de organización, siendo de esta forma incapaz de prever lo que nos pueda ocurrir en el futuro.

Meditación: La música expresa aquello que no puede decirse con palabras pero no puede permanecer en silencio.

Sonata Op. 57 "Appassionata" - Beethoven.


Meditación: La música es para el alma lo que la gimnasia es para el cuerpo.

jueves, 11 de julio de 2013

Identificar nuestros deseos.



Reconocer cuáles son nuestras verdaderas aspiraciones es clave en la toma de decisiones. Conectar con nuestras emociones y visualizarlas lleva a cabo nuestras metas, ayudándonos a reconocer nuestros verdaderos deseos y a elegirlos de acuerdo con nosotros mismos. Cuando elegimos lo que realmente queremos, nos sentimos satisfechos con nosotros mismos, aúnque corramos el riesgo de perder la aprobación de los demás.
Así estamos utilizando nuestros derechos a elegir por nosotros mismos y no por lo que la gente pueda esperar de nosotros.
El miedo a decepcionar a los demás o a perder su estima nos lleva, muchas veces, a escoger buscando la aprobación ajena en vez de actuar conforme a nuestros propios deseos, defendiendo así nuestros derechos.
¿Esta elección me aporta fuerza vital? ¿Me acercará esto al futuro que espero? ¿Reforzará mi autoestima? Cuando nos hacemos estas preguntas, antes de tomar una decisión y las respuestas son “no, no y no”, decidimos hacerlo de todos modos, al menos, tendremos claro que estamos saboteando nuestro futuro. Luego, en lugar de ser víctima de nuestras circunstancias, podemos responsabilizarnos de ellas.
Debemos elegir de forma consciente y no dejarnos llevar sin más por automatismos o por miedo a decepcionar a los demás, siendo esto también una forma de asumir la responsabilidad de las circunstancias y, por tanto de atrevernos a tomar la rienda de nuestra propia vida.
            Se podría decir que nuestros deseos tienen una causa y al mismo tiempo un fin: conservar y generar la vida; es decir perpetuarla. Pero este esquema que resulta tan claro en el plano biológico, es decir, para la vida vegetal y animal, no lo es tanto con relación al hombre. En ésta, más que hablar de un círculo, tendríamos que hacerlo en una espiral cuyo eje fuera el tiempo. El apetito del deseo en el hombre no acaba con la satisfacción de la necesidad, sino que aumenta progresivamente, según parece. La imaginación humana espolea el instinto de poder y de vida hasta querer abarcarlo todo, poseerlo todo, estar en todo. La necesidad y el sentimiento de carencia, es inmenso y continuo, llegando al resultado, en que ese apetito se vuelve insaciable.
Nuestra vida es como un recipiente lleno de felicidad, pero nunca lo recibimos lleno. Solo recibimos una pequeña porción de vez en cuando, y a través de pequeñas porciones, debemos ir llenándolo gota a gota, diariamente para sobrevivir.
            Bien entendido nuestros deseos no son voces oscuras, confusas y estúpidas, sino que son luminosas, claras e inteligentes. Las emociones están en la base de los mismos, puesto que de esta forma nuestra  inteligencia llega a ser emocional. Visto de este modo, nuestros deseos se convierten de esta forma en el portavoz de uno mismo.

Meditación: El deseo y la felicidad no pueden vivir juntos.

lunes, 8 de julio de 2013

¿A veces somos objeto?

           Si, aunque nos cueste creerlo, muchas veces nos consideran objetos: es posible que nos hayan engañado durante años, y habernos hecho sentir que somos deseados, respetado, admirados, etc. Todo en falsas sonrisas, en adulaciones, que se vendían como enorme favores, en detallitos que adelantaban nuestros deseos.
            ¿Cuántas veces hemos considerado, a una determinada persona, la más atenta, la más simpática, la más seductora y servicial? Pero ni siquiera “le vemos venir” Por eso nos negamos a creerla, pero poco a poco, se abren caminos que nos hacen ver la realidad.
            Mientras sonreían, no perdían detalles de dónde nos encontraban, quiénes éramos y así nos descubrían. Fuera lo que fuera, algo querían de nosotros. Ansiaban lo que teníamos, o aspiraban a poseernos como “objeto”. Con paciencia, con la calma que sólo brinda una determinada “actuación”, férrea pero constante.
            Entonces es cuando nuestro suelo empieza a tambalearse. Al sentirnos alejado, nos puede la vergüenza de reconocer que fuimos manipulados, como simples objetos.
            Aún doloridos, incrédulos, hemos de afrontar dos heridas: la de la realidad. Lo que antes teníamos y ya no nos pertenece, y la de alma, Aquella persona que tantas molestias se tomaba en convertirse en “todo”, nunca vio en nosotros otra cosa que un medio para conseguir un deseo que le era necesario. Vacilante, vemos cómo se aleja sin inmutarse, seguro de sí mismo. No éramos nada, no importaba nada, jugaron con nosotros alejándose de nuestro lado, como si fuéramos únicamente la carcasa de un animal ya devorado, que nada tiene de aprovechable. Abatido, nos poblamos de tristeza para convertirnos en seres paralizados e impotentes.
            Es la consecuencia de una situación que aún persiste en la idealización del modelo que teníamos del principio,  ya que ahora, es sencillamente una representación siempre vacía de un ideal. La situación, pasa por una relación entre los momentos pasados y los presentes. Ante ese mecanismo, se nos crea el hábito de una soledad oscura, encerrada en el yo, solo meditada por aquellas situaciones mentales que tienen solo el poder de la misma realidad.
            Y, poco a poco, no hay otra solución, que reconocer el presente y volver a la triste realidad, sin la esperanza del más mínimo reconocimiento.

Meditación: Todas las verdades son fáciles de entender una vez han sido descubiertas; la clave es descubrirlas.


viernes, 5 de julio de 2013

La acción de observar.

           Observar significa obtener información sobre un objeto o evento mediante el uso de los sentidos. Inferir, en cambio, quiere decir intentar explicar aquello que estamos observando. ¡Cuánto podemos observar contemplando cualquier tipo de objeto! Si observamos, por ejemplo, una pintura; Sería innumerable la cantidad de detalles que podemos determinar mientras lo observamos, como por ejemplo: qué representan dichas figuras, objetos que les rodean, que escena desean representar en la vida real, colores, proporciones, formas, etc. pero sobre todo, que nos quiere decir el autor a través de su obra.
            Esta observación es un proceso consciente, en el cual hacemos uso de nuestros sentidos para poder adquirir una información, que nos llegue a poder interpretar lo que el autor quiso dejar plasmado en su cuadro, a través de su capacidad artística. Según la concepción, observar no es absorber información del arte representado, sino analizar una labor de selección a través de la contemplación, influido por nuestras expectativas y conocimientos previos.
            Todo aquel que se lance a explorar los significados de una obra quedará sorprendido por la multiplicidad de puntos de vista que se le ofrecen. Por eso, existe un principio fiable que es el siguiente: si ves algo por sí mismo, créetelo, digan los demás lo que digan; si no lo ves, no lo crea. Todo el mundo tiene derecho a interpretar libremente una obra de arte partiendo de su visión y experiencia personal. El conocimiento, la técnica y los aspectos que el autor quiso expresar en su obra, solo él lo sabe. Pero si a través de nuestra dimensión personal, tratamos de analizar una determinada obra, viene hacer como si tratáramos de resolver un rompecabezas.
            La comprensión de las técnicas empleadas junto con los simbolismos siempre son difíciles de entender. Nadie mejor que el mismo autor nos dejará resuelto y a veces sorprendido de lo que dicha obra representa. Muchas obras utilizan un lenguaje simbólico y a veces un lenguaje alegórico, no siempre entendido para todos los públicos.
            ¿Cuántas veces los objetos, no representan sólo sus formas físicas, sino que encarnan conceptos muchos más profundos y abstractos que para muchos no son entendibles. Hoy la familiaridad con estos tipos de obras, se llegan a descubrir en muchos casos, conociendo a su autor, llegando así a sus propias creencias a través de la sociedad del momento en que las desarrolla.
            El artista siempre busca una plasmación convincente del mundo en la superficie de cualquier medio. La diversidad de formas con que crea tal representación es enorme y en algunos casos el mayor placer visual de su obra radica en el modo de representarla.
            Es muy importante tener siempre presente que todos los cuadros,  gráficos o murales que un artista represente, tienen unos motivos específicos y cada uno de los cuales transmiten un mensaje distinto. Descubrir eso mensajes y leyendas a veces no es nada fácil, atreviéndome a decir que interpretarlos puede llegar a ser unos de los mejores placeres del mundo.

Meditación: En toda obra de arte existen dos característica: o bien se trata de superficies expansivas que se dilatan hacia el exterior, o bien de superficies que se contraen hacia el interior. Entre estas dos direcciones encontrarás todo lo que el autor tenga que decir.

Folías de España - Jordi Savall.


Meditación: Si no fuera por la música, habría más razones para volverse loco.

martes, 2 de julio de 2013

La creatividad.

            Sencillamente la creatividad la podríamos definir como la producción de una idea, un concepto, una creación o un descubrimiento que es nuevo, original y que al mismo tiempo satisface tanto a su creador como a la que la examina.
            Existe una estrecha relación entre emoción y creatividad. Como espectadores, las obras de arte nos conmueve y como creadores, las diferentes disciplinas artísticas nos permiten explorar en nuestro interior para expresarnos.  En verdad no es cuestión de talento, solo se trata, simplemente de dar salida a nuestras emociones mejorando nuestro bienestar. La creatividad se considera como una “fortaleza del carácter”, porque hace a las personas sentirse bien. Esta actividad creativa, motivan a las personas, las hacen sentirse orgullosas de sí mismas, les ayuda a disfrutar de la belleza del arte e incluso aportan sentido a sus vidas                                                                
            Dentro de las distintas áreas, podemos encontrar distintas y variadas definiciones acerca de la creatividad, según los distintos enfoques. Lo que sí se tiene claro es que la creatividad en las actuales condiciones de vida, es cuestión de adaptabilidad al entorno en el cual nos desarrollamos.            
            En verdad las emociones estéticas son aquellas que nos sobrevienen al contemplar o admirar algo artísticamente bello. Alimentar el contacto con las diferentes expresiones artísticas, disfrutar de un buen libro, contemplar un cuadro, acudir a un concierto, son otras tantas maneras de fomentar nuestras emociones positivas.
            Cuando, por el contrario, nos situamos al otro lado del espejo para ser nosotros los “creadores” las expresiones artísticas se convierten en el espacio perfecto para dar salida a nuestra creatividad.
            Al crear, exploramos emociones y les damos salida, mejorando nuestro bienestar al liberar las negativas y generar emociones positivas.
            Todos nacemos con una capacidad creativa que luego puede ser estimulada o no. Como todas las capacidades humanas, la creatividad puede ser desarrollada y mejorada. Así existen muchas técnicas para aumentar y desarrollar la capacidad creativa. Una de las más interesantes es la conocida como mapas mentales.
                Es por esto que la creatividad es un rasgo esencial de la persona y si bien hay algunas que pueden tener un sentido de la creatividad más desarrollado que otras, todos es debido a la capacidad de pensar algo nuevo y mejorar el avance en definitiva de nuevas y mejores formas.
            Todos poseemos un talento, todos tenemos la capacidad de ser creativos, y la mayoría vivimos sin saberlo, convencidos muchas veces de que el creativo es aquel que sabe componer melodías o escribir poesías,
            La creatividad es de quienes se arriesgan. Si bien es cierto que para generar una novedad debemos correr el riesgo de enfrentarnos a lo establecido, a lo convencional, este riesgo debe ser calculado, midiendo las posibles consecuencias positivas y negativas. No teniendo sentido que asumamos riesgos que no vayamos poder afrontar.

Meditación: Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo.