Tal día como hoy y hace 100 años se producía la mayor tragedia naval de la historia de la humanidad, el 14 de Abril de 1912 el coloso e “insumergible” transatlántico naufragaba, perdiendo la vida más de 1.500 personas. Fue un hecho dramático que marcó un antes y un después en la navegación. No hubiera pasado de un accidente histórico de no ser por las numerosas coincidencias, premoniciones, sueños extraños y profecía que con el tiempo se fueron conociendo.
Las primeras advertencias fueron recibidas a las 9:00 hs. Luego, mensajes similares llegaron desde varios buques transoceánicos, pero sólo unos pocos fueron pasados al puente. Cerca de las 21 horas. el Capitán Smith se reunió con su Segundo Oficial Charles H. Lightoller antes de retirarse a su cabina. Ambos sabían que en una noche tan clara y sin luna sería extremadamente difícil avistar icebergs. Aquí surge la siguiente pregunta: ¿Por qué no cambiaron de curso, y tomaron una ruta más al sur libre de hielo? Este es uno de los misterios irresueltos que rodean al Titanic. Lo único que podemos asumir es que el barco debía llegar a destino tan rápido como fuera posible en su viaje inaugural. Y dado que no se habían visto icebergs hasta el momento, el lujoso buque mantuvo su velocidad.
A las 23,40 horas los dos vigías comunicaron a los oficiales de guardia, con el alarmante mensaje: ¡Iceberg a estribor! El primer oficial Murdoch, tuvo menos de un minuto para reaccionar. Decidió detener inmediatamente el buque retrocediendo a toda máquina. De esta forma, se prevenía una colisión frontal. Pero como no fue posible detener completamente el barco, la proa apenas colisionó con el iceberg. Pero la inercia hizo que el buque siguiera navegando, e inevitablemente el costado de estribor sufrió una gran abertura al ir rozando contra aquel enorme bloque de hielo.
Muchos analistas dicen que hubiera sido mejor que el buque topara directamente de proa con el iceberg. Se hubiera dañado seriamente la proa, pero quizás no se hubiera hundido, debido al “mamparo de colisión” que todos los buques están obligados a tener en el llamado pique de proa.
Otras de las dramáticas consecuencias fue la carencia de “mamparos estancos” los cuales se deben poner a determinadas distancias, eso hubiera impedido que el agua anegara todos los compartimentos a través de toda su eslora. Y ni que decir tiene, la ausencia de medios de seguridad para todos los pasajeros que el buque embarcaba.
Hoy en día y según las reglas del Lloyd’s Regiter of Shipping, que actualmente radica precisamente en Inglaterra, ese buque no hubiera podido zarpar, puesto que incumplía unos de los más principales artículos de dicho Reglamento que es; “La seguridad de la vida humana en el mar”
En definitiva creo que fue un ataque de soberbia del hombre, creyéndose capaz de hacer cualquier cosa por encima de las circunstancias y desafiando a la propia naturaleza.
Meditación: Las personas no están jamás tan cerca de la estupidez, como cuando se creen sabias.
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