A veces el amor es el mejor afrodisíaco de una relación sexual. Otras sin embargo, toman el papel de inhibidor, restando intensidad a los momentos de intimidad. ¿Por qué ocurre?
En nuestra sociedad se tiene muy en cuenta la parte “física” de la relación, separándola a menudo de la parte sentimental. Pero ¿qué ganamos o perdemos al separar amor y sexo?
“La invasión de la sexualidad ha permitido cierta relajación frente al tema, disminuyendo el comportamiento obsesivo de generaciones previas. Es cierto también que la importancia adquirida por la “mecánica sexual” puede hacer que ciertas personas, sobre todo hombres, se sientan presionados por cumplir unos objetivos sexuales.
El sexo y el amor son conceptos diferentes, pueden ser complementarios y, también, participar en la vida de las personas de manera independiente. La gratificación física y emocional de cada uno depende de variables personales, relacionales o socioculturales, entre otras.
Los encuentros fortuitos son más excitantes que el sexo estable, pero ambas experiencias tienen su encanto. El sexo sin amor puede ser una buena opción, siempre y cuando sea libre, responsable, placentero y seguro. “El sexo puede ser bueno independientemente de si se hace con o sin amor. Es uno de los grandes valores”
Pero, he aquí la cuestión: ¿Por qué nos atraen los extraños? Las personas misteriosas nos resultan interesantes, porque ese misterio se asocia a la novedad, y la novedad activa el neorotransmisor del amor. Aunque en cierta medida, también nos sentimos atraídos por personas similares a nosotros: aficiones comunes, cualidades físicas, edad, etc. En definitiva los tipos genéticos similares se atraen.
La atracción en los hombres se produce mucho más rápido que en las mujeres, debido al hecho de que dan más importancia a los factores físicos. Las mujeres por su parte tienen mayor actividad de memorización, una mujer siempre recuerda los detalles de lo que ha vivido con una pareja, de lo que ha hecho con ella, cómo es, etc.
Unas breves reglas pueden hacernos entender esta relación. 1º El sexo es un valor propio del ser humano. 2º La sexualidad sana siempre debe ser libre, responsable, placentera y segura. 3º Tener relaciones con o sin amor es una opción personal de cada individuo y 4º Ser honesto con los objetivos sexuales y sentimientos, suelen evitar frustraciones.
Meditación: Sólo el latido al unísono del sexo y del corazón puede crear el éxtasis.
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