sábado, 21 de abril de 2012

Cómo vivir la sexualidad.

            La sexualidad es uno de los ámbitos más importantes de nuestra vida. Pero, ¿realmente elegimos con libertad qué tipo de sexualidad queremos vivir?
            La sociedad nos marca un modelo que es la fidelidad. Y eso, a todo el mundo no les va bien.
            Muchas personas se fuerzan a encajar en una opción sexual que no es la que realmente necesitan, reprimiendo así su auténtica sexualidad, pudiendo de esa manera afectarle a su propia salud psicológica. La mayoría de las personas sólo se plantean su sexualidad cuando sienten un deseo nuevo, y no saben que lo que nos gusta a los 25 años puede ser un aburrimiento a los 40 o a los 50.
            Las fantasías nos indican siempre un deseo de realización. En una fantasía uno tiene el control; en la realidad no. Si uno queda satisfecho fantaseando con otras opciones sexuales, nos parece necesario que las lleve a cabo. Pero si una persona no puede quitarse algunas fantasías de su cabeza, que interfieran en su vida sexual, puede que haya algo más. Quizás un deseo auténtico de realizarlas. Luego habrá que poner en la balanza si compensa realizar esos deseos. Porque todas las opciones tienen sus ventajas y sus inconvenientes. Si una persona siente que su pareja no le da lo que necesita, ¿hasta qué punto es condenable, serle infiel sino se lo cuenta? Realmente es un difícil equilibrio. Aunque en esta situación está el sentimiento de culpabilidad, que no todo el mundo sabe asumir.
            Relaciones de una noche o, a lo sumo, algunas citas en una sociedad con tantos solteros y solteras es la opción más atractiva para muchas personas.. Aunque creo que es difícil mantener este estilo toda la vida, porque algún día uno querrá compartir su vida con alguien.


Meditación: En todo encuentro erótico hay un personaje invisible y siempre activo: la imaginación

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