¿Quién puede
contradecirme de que la vida no es un continuo desafío? A cada “paso” se nos
presenta un nuevo reto, que sólo nosotros tenemos la obligación de resolverlo,
¿de qué forma? pues no lo sabemos, pero es cierto que sólo tú debes afrontarlo.
No te amedrantes, puesto que si te entregas, estarás perdido. Procuras no
encerrarte por considerarte falto de
arrojo, puesto que si así fuera, sólo lograrás quedarte detenido por falta de
valor. Evaluemos esas situaciones ante
la cual nos encontramos y, pensemos como nos hubiese gustado actuar en
realidad, para intentar de aquello que tanto nos preocupa.
No dejemos de
pensar que a lo largo de nuestro deambular por nuestra vida, existen dos clases
de desafíos: Los que nos ponemos nosotros mismos, considerados como metas, y
los que la vida de por sí nos pone; cómo la pérdida de un ser querido, un
accidente inesperado, o la pérdida de una amistad muy especial, etc. De todas
formas, la elección de afrontarlos, sólo y exclusivamente depende uno mismo,
dependiendo del resultado de como arribarlos.
Reconozcamos que
a veces somos nosotros mismos los que hemos dejado pasar ese problema que
siempre lo hemos considerado como hiriente, encontrándonos ahora como lapidado,
por no haberlo atacado a su debido tiempo. En verdad, ¡No es fácil! Ante tal
situación, todo requiere tiempo, pero la recompensa que obtenemos es digna de
tener en cuenta. Ante estos desafíos siempre pensamos en que nos vemos ante una
situación terrible, pero casi nunca llegamos a meditar las múltiples cualidades
que tenemos a nuestro alcance para llegar solventar ese problema que
diariamente nos hace la vida imposible, sólo pensando que somos incapaces de darle
una solución.
¿No has pensado
que haya sido posible que la vida, durante un tiempo, te viniera poniendo ante
tus ojos un desafío, el cual sólo tú deberías tener la exclusiva potestad de
resolverlo? Quizás no fuera fácil decidirte, pero “había que hacerlo”, puesto
que incluía temor, incertidumbre, miedo, etc. Y por qué no decirlo; (aunque no
fueras practicante), alguna plegaria se te escaparía ante el Altísimo, para que
todo se realizara con éxito. Y así fue, llega el momento, y ese desafío que la
vida te puso por delante fue vencido gracias a tu valentía y a tu fortaleza
personal. Siempre he dicho, que la vida no es un remanso de paz; tarde o
temprano todos llegamos a encontrarnos con algún desafío, todo depende de cómo
superarlo y del esfuerzo que hagamos para salir adelante.
Cuántas veces
todo consiste en poner nuestra vida a funcionar y, pasar de ser actor a
espectador de la misma Seamos capaces de coger las riendas de nuestra vida,
haciéndonos cargo de aquello que nos sucede, y veremos cómo venceremos esos
deseos y aspiraciones. Indudablemente corremos riesgos, puesto que nunca
estaremos libres de tropiezos, pero con valentía seguro que venceremos esos
desafíos.
Nuestra vida la
tenemos sometida diariamente a movimientos frenéticos, al que tantas veces nos
adentramos ante objetivos ocultos, que no sabemos cómo salir, sólo lo
autentificamos diciendo: “Vamos a ver cómo voy a salir de esto” Eso no implica
que dejemos de planificar esos objetivos, siempre a la medida de nuestras
posibilidades.
Pensemos ante
cualquier situación que existen innumerables argumentos lógicos que nos
ayudarán a combatir esos desafíos. La mejor estrategia suele empezar por las
actitudes más convincentes, ante tú propia forma de ver las cosas, para a
continuación ir añadiendo nuevas metas a fin de que uno mismo quede satisfecho
y ante esa actitud, puede que quede atajado ese desafío. ¿Quién de nosotros
querría vivir muchos años siendo un profundo desgraciado? Por eso tenemos que
vivir con los desafíos. ¿De qué nos serviría la salud si no gozamos de la vida?
Todo ser humano
tiene contradicciones internas y no siempre creemos que son como desearíamos
que fueran, simplemente son desafíos que la vida nos pone por delante. En
verdad son imágenes distintas a la realidad, y desde ese lugar, cada
acción comienza a generar situaciones
diferentes que sólo tú debes ser el encargado de tratar de vencer esos desafíos.
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