miércoles, 25 de abril de 2012

Enamorarse I

           ¿Podrías explicarme lo que significa enamorarse? ¡Cuántas páginas se han escrito sobre el asunto, pero creo que no se ha llegado a conclusiones muy fehacientes! Las experiencias personales son para todos los gustos. Lo que ocurre seguramente es que, con la misma palabra “amor” designamos estados muy distintos. En realidad más que un descubrimiento propio, es una copia de lo que hemos visto en la literatura o en el cine. Se habla mucho del primer amor, del adolescente, normalmente platónico (por decir algo). En realidad es una experiencia que poco tiene que ver con el amor ya como adultos. No es tanto una cuestión de edad, como de personalidad, de madurez personal, sino son otras circunstancias.
            ¿Cuántas veces diríamos que nos hemos sentido enamorado? También puede ser que hayas tenido un solo amor a lo largo de toda tu vida, incluso “no correspondido” como suele decirse. No importa. A lo largo de los años la persona amada va siendo distinta y el que se enamora también va cambiando. La mejor prueba es que, cuando se enamora uno de otra persona, ese objeto amoroso se suele parecer poco al anterior. La razón, es que el que se enamora es también distinto. He aquí uno de los misterios de la vida humana.
            ¿Cómo puede uno sentirse responsable (u orgulloso) de sucesos que más bien parecen corresponder a “otra” persona diferente, la que se era hace muchos años? Esta pregunta me la hago a mí mismo, pero te la traslado a ti. De esta manera, puede incluso que nos sintamos algo responsable por habernos enamorado varias veces.
            Algunos logran tener varios amores al tiempo, cosas que, la verdad, me desborda. Pero debo reconocer, que es una realidad. De ahí que esa determinada forma de “hasta que la muerte nos separe” no es precisamente un acierto, aunque funcione como un imperativo moral. Lo más curioso de esto, es que hayan sido personas célibes las que hayan reglamentado todo esto del amor y del matrimonio; me refiero a la tradición católica. Puesto que ya ni nos extraña ni nos llama la atención que hayan frailes y religiosos que suelen ser expertos en sexología.

Meditación: Los años enseñan muchas cosas que los días jamás llegan a conocer.

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