Nunca los cambios
son bien aceptados, o mejor dicho nos producen algunas alteraciones, puesto que
nos acostumbramos a la rutina diaria y el hecho de cualquier nueva experiencia,
nos hace pasar una etapa de incertidumbre, la cual nos sentimos alterados anta
nuestros ritmos de vida. Sería imposible pensar que toda una vida la pasemos
sin que se produzca en nosotros una forma distinta de vivir.
Por lo general todos
los cambios forman parte de nuestra existencia, pensemos por ejemplo la
venida de los hijos, nuestra misma edad hace que a medida que avanza
irremediablemente es necesario adaptarnos a nuevas situaciones, no digamos
cuando por desgracia nos quedamos sólo o cambiamos de pareja, todos son
momentos que nadie está libre que a través de una vida puedan producirse. Todo
nos obliga a tener modificaciones en nuestras rutinas y costumbres,
obligándonos a tomar nuevas alternativas y por supuesto, no nos queda otro
remedio, que la aceptación.
Recuerdo que
cuando empecé a estudiar, no en los primeros cursos; es posible que fuera a
partir del tercer año, notaba de manera muy subjetiva, las formas de
interpretar las distintas formas que se nos presenta mediante análisis
exhaustivos los caracteres motivados por aquellos cambios que la vida adopta
ante momentos determinados. Pensemos que el cambio en sí, no hace daño, casi
siempre son las circunstancias que lo provocan, es entonces cuando decimos:
“Que barbaridad, cuanto he cambiado o cuanto has cambiado” Esto
suele aparecer en nuestro subconsciente no permitiéndonos evolucionar nada,
solo mantenemos el deseo de permanecer como antes.
Sin embargo,
muchos se obstinan no en cambiar ellos, sino en hacer cambiar situaciones que
no dependen de ellos mismos, generando de esa forma una gran frustración e
impotencia. Es posible que alguna vez nos sintamos “estancados” y sin poder
avanzar. Es normal que esto nos suceda. Todo consiste en la aceptación y
sobre todo tu potencial de desafío ante una nueva realidad. También existen
personas que se resisten al cambio que la vida les pone por delante, y ante
esto, solo pueden esperar incertidumbre, miedo continuo e inseguridad. Es
necesario reconocer que el primer paso es la aceptación. Aunque muchos se
pregunten: ¿pero qué es la aceptación, es posible que detrás de cada
cambio, nos encontremos con unos problemas o algo que queremos dejar atrás. La
idea no es escapar de ese cambio que se no presenta, sino enfrentarnos de una
manera activa, consiguiendo que nuestros pensamientos o sentimientos, se
activen de una forma relevante a fin de que nuestra mente haga reaparecen una
forma nueva de adaptar nuestra vida.
La idea es no
escapar ante este nuevo cambio que se nos presenta, al contrario, debemos
enfrentarnos a una manera que haga parecer que es una nueva continuidad. No esperemos
que todo sea fácil. ¿Cuántos de nosotros esperamos o creemos que las cosas
van a ser fáciles y que vamos a adaptarnos, pero todo tiene su proceso? En
realidad, todos los cambios nos obligan la mayoría de las veces a tomar
decisiones distintas en nuestra vida y posturas a veces incómodas ante los
demás, pensando que la única forma de seguir adelante es simplemente la
aceptación de ese nuevo cambio.
Meditación:
Mi vida cambió cuando por fin entendí qué si yo cambiaba, mi vida iba a
cambiar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario