Si, aunque no lo parezca existen personas realmente excelentes, y no
precisamente porque deslumbren a simple vista, sino porque se iluminan con sus
acciones. Son personas que tienen una habilidad especial para mostrar al mundo
la grandiosidad y la generosidad que podemos llegar a ser, y la cuales
aparentemente no vemos. Su sola presencia ya nos intuye la percepción de su
autenticidad, y han experimentado la proeza y el instinto de hacer algo
extraordinario durante mucho tiempo, algo que para los demás, sencillamente
sería casi imposible.
Son personas que no se dejan llevar
por el ridículo, y saben cómo alejar los miedos, al decir lo que sienten. Son
capaces de hacer feliz a alguien de acuerdo con sus valores, y creer en la
bondad de los demás por encima de todo. Muchos pueden pensar que obedecen a sus
extraordinarias “cualidades”, pero no necesariamente. Tal vez sea su forma sencilla
de hablar, de meditar, de reflexionar o quizás, el más profundo respeto hacia
sus amigos. Más bien podríamos atribuirlo a su armonía y a todo un equilibrio
de condiciones y valores que finalmente nos ofrecen ese conjunto de cualidades.
Una persona de este tipo, es aquella
a quien le agrega pequeños detalles a su trabajo, a sus acciones y sobre todo a
su comportamiento, haciendo extraordinario el aspecto cotidiano de su quehacer
diario. Obviamente no es un camino fácil por recorrer, pero tiene en cuenta el placer
de saborear cada logro y saber que está danto el cien por cien de sí mismo.
Si es verdad, que para dar inicio a
esta secuencia de detalles se necesita de muchas cosas: actitud, determinación,
pero principalmente esa ayuda interior que todos llevamos dentro y que a veces
no la hacemos florecer. Ocurre en ocasiones que nos sentimos afectados, incluso
impactados, por determinados modos de ciertas personas, las cuales reconocemos como
“personas extraordinarias”. También
hay quienes son sensibles a las situaciones ajenas, salvo que les parezca
perjudicial o rentable. Esto seres no proceden de los ámbitos más
espectaculares. No suelen buscar el impacto. Puede ocurrir que ni si quiera le
conozcamos personalmente; pero siempre
están ahí. Sin embargo, puede llegar el día en que ya no estén; es entonces
cuando sentimos “algo”, y sin saber porque le olvidaron. Es entonces cuando
realmente la echaremos de menos, quizás sea por nuestra manera de obrar. ¡Quién
sabe!
Para llegar a ser personas que
siempre dejan un recuerdo, no es necesario ser perfectos, simplemente exponer
nuestro mayor esfuerzo en todo lo que hacemos. Sobre todo paciencia, constancia
y llegaremos al resultado de que esas acciones harán que nos convirtamos en personas
realmente extraordinarias. Decir adiós no es palabra agradable de pronunciar.
Normalmente a casi nadie les gusta. Pero por desgracia la vida nos obliga a
pronunciarla, debido a circunstancias que nunca entenderemos.
Pero cuando el rechazo llega a ser tan grande, la situación insostenible, y
agotado todos los recursos, es recomendable alejarse de forma definitiva. Si no
podemos hacerlo físicamente, es prioritario hacerlo sentimentalmente, puesto
que ante esto, no nos queda otra opción que aceptar que todo lo que hemos dicho
y hecho, nunca sirvió para nada. ¡¡Quizás algún día resurja la cordura!!
Meditación:
Las personas especiales son aquellas que provocan emociones incluso a distancia.
No deja de ser una aspiración meritoria, demasiado lejos para quienes nos sabemos tan...
ResponderEliminarUn saludo
No creo que pueda ser ninguna aspiración meritoria, pero si te puedo decir que desgraciadamente la he vivido. Sólo trato de expresar lo que siento. Saludos.-
ResponderEliminar