martes, 27 de octubre de 2015

Personas que dejan huellas.

          Si, aunque no lo parezca existen personas realmente excelentes, y no precisamente porque deslumbren a simple vista, sino porque se iluminan con sus acciones. Son personas que tienen una habilidad especial para mostrar al mundo la grandiosidad y la generosidad que podemos llegar a ser, y la cuales aparentemente no vemos. Su sola presencia ya nos intuye la percepción de su autenticidad, y han experimentado la proeza y el instinto de hacer algo extraordinario durante mucho tiempo, algo que para los demás, sencillamente sería casi imposible.
          Son personas que no se dejan llevar por el ridículo, y saben cómo alejar los miedos, al decir lo que sienten. Son capaces de hacer feliz a alguien de acuerdo con sus valores, y creer en la bondad de los demás por encima de todo. Muchos pueden pensar que obedecen a sus extraordinarias “cualidades”, pero no necesariamente. Tal vez sea su forma sencilla de hablar, de meditar, de reflexionar o quizás, el más profundo respeto hacia sus amigos. Más bien podríamos atribuirlo a su armonía y a todo un equilibrio de condiciones y valores que finalmente nos ofrecen ese conjunto de cualidades.
            Una persona de este tipo, es aquella a quien le agrega pequeños detalles a su trabajo, a sus acciones y sobre todo a su comportamiento, haciendo extraordinario el aspecto cotidiano de su quehacer diario. Obviamente no es un camino fácil por recorrer, pero tiene en cuenta el placer de saborear cada logro y saber que está danto el cien por cien de sí mismo.
            Si es verdad, que para dar inicio a esta secuencia de detalles se necesita de muchas cosas: actitud, determinación, pero principalmente esa ayuda interior que todos llevamos dentro y que a veces no la hacemos florecer. Ocurre en ocasiones que nos sentimos afectados, incluso impactados, por determinados modos de ciertas personas, las cuales reconocemos como “personas extraordinarias”.           También hay quienes son sensibles a las situaciones ajenas, salvo que les parezca perjudicial o rentable. Esto seres no proceden de los ámbitos más espectaculares. No suelen buscar el impacto. Puede ocurrir que ni si quiera le conozcamos  personalmente; pero siempre están ahí. Sin embargo, puede llegar el día en que ya no estén; es entonces cuando sentimos “algo”, y sin saber porque le olvidaron. Es entonces cuando realmente la echaremos de menos, quizás sea por nuestra manera de obrar. ¡Quién sabe! 
             Para llegar a ser personas que siempre dejan un recuerdo, no es necesario ser perfectos, simplemente exponer nuestro mayor esfuerzo en todo lo que hacemos. Sobre todo paciencia, constancia y llegaremos al resultado de que esas acciones harán que nos convirtamos en personas realmente extraordinarias. Decir adiós no es palabra agradable de pronunciar. Normalmente a casi nadie les gusta. Pero por desgracia la vida nos obliga a pronunciarla, debido a circunstancias que nunca entenderemos.
             Pero cuando el rechazo llega a ser tan grande, la situación insostenible, y agotado todos los recursos, es recomendable alejarse de forma definitiva. Si no podemos hacerlo físicamente, es prioritario hacerlo sentimentalmente, puesto que ante esto, no nos queda otra opción que aceptar que todo lo que hemos dicho y hecho, nunca sirvió para nada. ¡¡Quizás algún día resurja la cordura!!
 
Meditación: Las personas especiales son aquellas que provocan emociones incluso a  distancia.
 

2 comentarios:

  1. No deja de ser una aspiración meritoria, demasiado lejos para quienes nos sabemos tan...

    Un saludo

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  2. No creo que pueda ser ninguna aspiración meritoria, pero si te puedo decir que desgraciadamente la he vivido. Sólo trato de expresar lo que siento. Saludos.-

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