Podría
preguntarme ¿por qué existen personas que experimentan actitudes extrañas en su
vida? Hace tiempo que escribí un artículo que decía “¿Qué te ha quitado la
vida?” Porque queramos o no, en realidad somos espejo de nuestra propia vida,
de nuestro comportamiento, de nuestra forma de ser, y por mucho que mostremos
actitudes estables, siempre aparece ese “pellizco” de frustración, que
permanecerán dentro de nosotros. Todo eso nos causa confusión ante los demás
por mucho que intentemos cambiar nuestra imagen, enturbiando posiblemente esos
valores que nos merecemos.
Sin quererlo, es
nuestro inconsciente el que hace proyectar esa actitud que nos corroe y no nos
deja mostrarnos tal cual somos. A veces el defecto está “fuera” y no lo vemos,
haciendo que nuestra empatía no se corresponda a nuestros ideales, emociones y
necesidades. Se puede decir que cuando pensamos en otra persona, nos caiga bien
o nos caiga mal, experimentamos una sensación interior sólo por el hecho de
pensar en esa persona. Esto significa que estás experimentando un sentimiento
incluso en su ausencia.
A veces
empleamos una actitud simulada, que hace como si fueras tú, pero no lo eres. Lo
que conseguimos con esa actitud es ser prisionero de esa imagen que
portamos dentro de nosotros. Si en
verdad apreciamos a alguien, no debemos insistir de una manera que coarte
nuestra libertad, pero la pregunta es: ¿por qué, ni el más mínimo expresión de
sentimiento, cuando “eso” no compromete a nada? Ahora es cuando vale preguntarnos:
¿Es que de verdad somos así? ¡Realmente triste! Vive tu personalidad tal como
eres. No limites tus defectos, ni te incomode hablar con quien a tú entender no
se lo merece. ¡Puesto que podrías equivocarte!
Se da por
entendido que puedan existir “cuentas” pendientes; pero ante esto, realmente
estamos haciendo daño, ya que son presiones que intentamos hacer culpable a
otro, cuando en realidad los motivos, nunca existieron, sacando conclusiones
anticipadas, que solo hacen dar malos resultados, mostrando una personalidad la
cual no te pertenece.
Ante este
pequeño artículo sólo me conduce hacia dos motivos principales: el primero es
la madurez. La madurez nos lleva hacia un desarrollo completo de nuestras
capacidades de forma íntegra hacia nuestro ser. Es como el principal proceso de
razonamiento, en que cada etapa de nuestra vida posee su propia forma de
manifestarse.
Y en segundo
lugar, la coherencia. Solo con este valor seremos capaces de cumplir con un
mínimo de eficacia nuestros principios, ya que necesitamos ser honestos y
responsables, sobretodo en nuestras relaciones personales, condición
indispensable para llegar a ser verdaderamente sinceros.
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