Las persona sensatas y amables, deberían
dar una explicación de a qué obedecen esa forma de ser. En realidad no se
limitan a una cuestión de maneras, es que son así por naturaleza. Puesto que a
veces ser cordial y amable con alguien que no te cae bien, significa que
tienes la suficiente madurez para tolerar su personalidad.
Quien
es capaz de dar, sin recibir nada a cambio, muestra una cordialidad diferente,
no sólo de trato, sino de modo de hacer y de ser. A veces somos amables y
cordiales con quienes no nos caen bien, y es porque tenemos un propósito de
acercamiento o simpatía con esa persona, a pesar de no ser honesta con
nosotros. La cordialidad y la amabilidad es referencia de amor y el acto de
amar lleva implícito el respeto, la consideración y aceptación de la persona tal
como es.
Hay
ocasiones en las cuales deberíamos de lamentarnos cuando no nos comportamos de
modo afectuoso y cordial, y reconocer que no está mal ser encantador.
Decimos
de alguien que es estupendo y cordial cuando no nos genera problemas. Es
decir, cuando lo es con nosotros. Generalmente cuando somos cordiales con
los demás, habitualmente también somos alegres con los demás, puesto que ser
amable y cordial es una cualidad en la cual se combina el amor, la comprensión
y la generosidad, es una auténtica virtud de estar libre de segundas
intenciones.
La
cordialidad es, también tratar si es posible con amabilidad, al menos con el
respeto y el reconocimiento que merecen las personas que nos prestan un
servicio, sabiendo tener, al menos alguna vez, palabras afectuosas para
agradecer los servicios que nos prestan.
Ser
cordiales y amables son actitudes que se pueden dar en todas nuestras
relaciones humanas, aunque en muchas ocasiones parece que andamos tan
preocupados en nuestros propios intereses que se nos olvida practicarlas. Sin
embargo, debe existir sinceridad, ya que las actitudes amables y cordiales,
pueden reflejar nuestra educación y reflejar nuestro sentimiento hacia las
personas.
La
palabra cordialidad está referida al corazón, es decir, que aquello que se
ofrece, fluye de adentro hacia afuera, no es apariencia de sólo cumplir las
formas de convivir con buenos modales, sino aquello que tu ser experimenta.
En
ocasiones, nos sorprende el comportamiento de algunas personas que con su actitud,
muestran continuamente un estado de desprecio y descortesía. No pocas veces,
las razones deberían pensarse y meditarse para analizar su alcance. Aunque no
es de reconocer, que hay personas con las que da gusto comunicarse, a pesar de
que algunas no entiendan la cordialidad como simple acto de afectividad. Todos
deberíamos poseer un ámbito de
sentimientos y afectos compartidos, resultando sencillamente como personas
amables y cordiales.
La
sinceridad contribuye con la cordialidad cuando se busca el aspecto positivo de
todos los momentos y situaciones de cada persona, porque en caso contrario,
sólo resaltaría nuestro aspecto negativo.
Meditación:
Hay dos cosas que me admiran; la inteligencia de las bestias y la bestialidad
de los seres humanos.
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