Diariamente nos acosa los medios de comunicación con la enésima víctima mortal por la violencia de género del año. Esta noticia nos recuerda una vez más que los abusos, maltratos y vejaciones machistas suponen en pleno siglo XXI, una de las más terribles lacras de nuestro país. Al día de hoy ya son un número verdaderamente preocupante de mujeres fallecidas a manos de su pareja.
Sin embargo, también existe la otra cara de la moneda: las supervivientes de la violencia de género. No son tan mediáticas ni lloradas, pero sus rostros suponen una esperanzadora realidad. Viven. Son todas aquellas mujeres que, en un acto heroico de valentía, consiguieron salir de una pesadilla; son la prueba más contundente de que la violencia de género es posible salir.
Toda esta violencia hace referencia a aquella que se produce dentro del hogar, tanto del marido a su esposa, como de la madre a sus hijos. La toma de conciencia por parte de la ciudadanía ha dado lugar a un mayor reconocimiento de las situaciones que constituyen violencia de género y, consecuentemente, a un incremento real de mujeres que reconocen ser o haber sido víctimas.
Analizando el concepto de violencia de género, debemos considerar varios tipos de violencia, las cuales van siempre dirigidas a la desconsideración de la mujer.
La violencia física: una bofetada, un empujón intencionado, una paliza, heridas, fracturas, quemaduras, hasta la lapidación o el asesinato.
La violencia estructural: que es la más oculta de todas y la más extendida, como por ejemplo: la imagen sexista de las mujeres, reflejada en los libros de texto, en la historia, en el cine, en la publicidad, etc.
La violencia psicológica: los insultos, los desprecios, las amenazas, las humillaciones en público, el aislamiento, la descalificación o ridiculizar la propia opinión.
La violencia sexual: conductas sexuales donde se utiliza la fuerza o la intimidación, desde los tratamientos obscenos, hasta la violación.
La sociedad debe comprender que la tolerancia, el cariño y el diálogo son básicos para el entendimiento mutuo. En los últimos tiempos, la mujer ha conquistado muchas cosas, pero la representación que tenemos de ellas, es aún “machista”. Una mujer no lo tolera todo, no todo lo vive. Hay casos que son ejemplo de los cientos de miles de mujeres que han sobrevivido a la violencia de género.
Son mujeres que tuvieron sus parejas, se enamoraron, pero llegó ese día fatídico en que todo se acabó y se convirtió en un verdadero martirio. Debemos considerar que hay una vida hermosa, dulce y encantadora llena de dignidad y libertad. ¡Vale la pena salir! En toda la existencia de una mujer, nunca jamás debería existir esa violencia.
Meditación: La violencia de género es el último recurso del incompetente.
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