jueves, 21 de mayo de 2015

¿Qué te ha quitado la vida?

            Es realmente cierto que siempre hemos vivido al ritmo que la misma vida nos ha marcado, en el amplio sentido de la palabra. Nuestra existencia se ha ido desarrollando tal como se nos ha presentado, sin preocuparnos de que podría haber sido mejor, o quizás peor. Desde siempre las cosas ocurren cuando es el momento, es decir a su debido tiempo y el ser humano no ha tenido más remedio que aceptar o actuar con celeridad según nos fuera conveniente.
            A veces pueden surgirnos causas de interrupción y creemos que nuestra vida se detiene, ¡pero no! “ella” sigue adelante sin contemplaciones. Es cierto que a veces tenemos tramos de paz y sosiego, pero cuando nos surge la angustia de una interrupción, un corte entre una necesidad propia que por una u otra razón, no llegamos a satisfacer, es cuando reflexionamos, que nos han quitado un trozo de nuestra vida
            Siempre decimos: hagamos lo que nuestro corazón nos dicte, pero ¿cuántas veces hemos seguido el impulso de una emoción y luego nos hemos dado cuenta de que, en realidad, no queríamos aquello que nos llevó a ese impulso? Es verdad que tenemos integrados multitud de mecanismos para defendernos que desarrollamos a lo largo de nuestra vida. Sí, tenemos miedo, ya que tal vez en algún momento, no podamos expresar nuestros deseos con franqueza y confianza, o posiblemente no tengamos tiempo.
            De una forma u otra, lo cierto es que ir por la vida cargando siempre  y pensando en nuestro destino, es como tener que llevar siempre un pesado fardo a nuestras espaldas, que no nos deja ser del todo felices. El destino que la vida nos tiene reservado está “escrito” en un lugar cálido de nuestro interior. Cuantas veces la propia vida nos penaliza y nos vemos obligados a desatendernos de nosotros mismo, solo por miedo a lo que pasará.
           La vida es un camino a largo plazo, en la que tú eres maestro y alumno; unas veces te toca enseñar; pero pensemos que todos los días tenemos que aprender. Sí, aprender fue primero que enseñar. Aprender correctamente es crear condiciones para transmitir conocimiento nuevo. El que enseña aprende, y también, quien aprende enseña. Enseñar no existe sin aprender. Todos llevamos un pasajero sentado dentro de nosotros mismos y sólo de él depende que lleguemos al destino. ¿Cuándo alcanzamos la meta en el destino final: será difícil si le hemos seguido correctamente en nuestros actos, sino nos equivocamos, seremos desdichados y no encontremos la paz.  Es una frase corta pero realmente muy profunda y hermosa. Cuando estudiaba Psicología Experimental y en el apartado de los clásicos Aristóteles nos dice: “Sólo haciendo el bien se puede ser realmente feliz”
           A través de la vida, es posible que en momentos determinados tengamos la tendencia a buscar y esperar rápidos resultados concretos de nuestro trabajo interior. Pero con frecuencia se nos olvida que la vida es un pequeño proceso que pasa y que no hay nada estático. Y desgraciadamente a lo largo de toda ella, casi siempre se lleva lo que más queremos.

 Meditación: Es imposible hacer entrar en razón a los que han adoptado una opinión excesivamente ajustada a sus intereses.
 

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