jueves, 7 de mayo de 2015

"Encontrase de nuevo".

          ¿Cuántas veces el verdadero encuentro se apoya en la capacidad de valorar cada uno en los aspecto que muchos lo definiríamos como defectos, aunque los podríamos considerar como parte de nuestras propias diferencias. Cuando nuestras habilidades para relacionarnos son deficientes, aumentan las posibilidades de que nos quedemos solos, debido a que este nuevo encuentro es de un escaso entusiasmo. Así pretender encontrar de nuevo aquella persona, es insuficiente para que el nuevo encuentro nunca suceda.
            Hoy en medio de una corriente de optimismo acelerado, parecemos olvidarnos del valor de la tristeza, de la soledad, de la amistad, etc. Valoramos sólo lo que conocemos, lo que materialmente nos interesa, pretendiendo una felicidad acelerada, la cual no es suficiente para entender nuevas situaciones. Por tanto disfrutemos de esa nueva oportunidad, y disfrutemos del calor que perdimos con el frío, valoremos la luz porque hemos conocido la oscuridad y comprendamos la felicidad porque hemos conocido la tristeza. Sí, es complicado aspirar a una relación de amistad; y si agregáramos todo lo que por las malas experiencias, posiblemente dudamos de un nuevo planteamiento. La soledad evolutivamente tiene sentido en cuanto que es un estado de recogimiento que nos permite reflexionar, la cual es necesario para que de nuevo podamos tomar decisiones en una nueva andadura.
            En los vínculos afectivos, el reencuentro se presenta como un viaje interior, como un proceso que se transforma continuamente y, también como un arte: el arte de compartir, de la armonía y de la creación. La verdadera compatibilidad radica en la armonía de las llamadas “diferencias” y en una nueva disposición de emprender aquello que anteriormente “cerramos”. De ahí que uno de los objetivos sea la búsqueda común que nos permita ese nuevo reencuentro como persona y establecer relaciones de paz.
            Los vínculos afectivos son instrumentos imprescindibles para nuestra vida diaria y para nuestro trabajo comunitario. Todo concierne a cualquier persona interesada en su propio desarrollo. De esta manera nos proponemos diariamente preguntas para que cada cual establezca su forma de crecer interiormente y sea posible poder llegar a conocernos mejor. A veces a pesar de tener una determinada relación de amistad con una persona durante años, no se llega a conocer profundamente, y cuando apenas has dejado de acordarte de ella, en cuando dices: “Jamás pensé que esa, fuera su forma de ser”. Por eso, estar preparado es relativamente importante, pues debemos contar con nuestras propias habilidades personales, las cuales nos permiten el afrontamiento de nuevas situaciones y conflictos, así como tomar decisiones. Aunque fundamentalmente, necesitamos capacidad para entender que la vida de por sí “es cambio”. Aunque aparentemente nos parezca complicado luchar contra los mecanismos del cerebro. Siempre existen ciertas claves y formas que ayudan a acelerar ese periodo de tristeza y soledad, al que de forma natural todos nos enfrentamos tras una ruptura inevitable.
             No se puede evitar el dolor cuando alguien te olvida definitivamente. “Es imposible olvidarle” Esa pérdida es una ruptura interior que forma parte real y concreta de nuestro propio ser, haciendo que demos por perdido el presente y el futuro. La soledad está muy relacionada con esa pérdida, acentuando la carencia de compañía y estando todo vinculado con la tristeza y la negatividad a seguir relacionándonos, y llegando a veces a no saber valorar los beneficios que una sencilla amistad ocasional, nos puede reportar.

 Meditación: No hay mayor placer que el de encontrar un viejo amigo.
 

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