jueves, 23 de julio de 2015

¿Nos complicamos la vida?

            Pensé titular este artículo diciendo: “No buscar la felicidad” Sí, lo reconozco, parece chocante y algo tremendista llegar a pensar así. Pero si nos detenemos, muchos buscan la felicidad a través del dinero, de tener lo más posible e incluso si es necesario aplastando al que tienes a tu lado. De esa manera jamás encontrarás la felicidad.
             Es posible que algunos no me entiendan, pero pensemos siempre que la felicidad llega a través del amor. Las experiencias más felices y también las más dolorosas se tienen dentro de las relaciones familiares y de amistad. La felicidad es desear el bienestar de los demás por encima del nuestro, sencillamente eso es lo que significa amor. Existe una enfermedad que actualmente se propaga por todos lados, y es mucho más letal porque nadie se da cuenta de ella hasta el momento en que se encuentra en la ruina personal, incluso cuando hemos alcanzado mucha fama y éxito material. Y esa enfermedad se llama: Vacío emocional.
             Por otro lado está el tema de la amistad. Se supone que dos amigos, son amigos para todo. Si un amigo te falla, o te ha dicho o hecho algo que no te ha sentado bien, somos libres de comentarlo pues tenemos la confianza suficiente como para no tener que callarlo por "quedar bien". Pero a veces no somos capaces de hacerlo y de lo que era un granito de arena hacemos una montaña, que muchas veces alimentada por nuestra vanidad y orgullo nos aleja para siempre de esa persona. ¿No es más fácil hablar y solucionar esos pequeños roces de la relación antes que perder a un buen amigo de toda la vida? Nos complicamos demasiado la existencia.
            Estas complicaciones vienen ante todo a causa del egoísmo, que no es ni más ni menos la ausencia de amor. El ideal es establecer unos vínculos de una manera que con el mínimo de probabilidades nos lleve a conseguir la máxima felicidad. ¿Cuántas personas no están contentas consigo misma, al no saber reconocer las bendiciones que ha recibido ni tampoco comprenden que deben ser responsables para buscar su propio bienestar. Desgraciadamente a veces nos convertimos en eternos viajeros que buscamos lo que quizás nunca lleguemos a encontrar, porque es probable que aunque lo encuentres no lo sepas reconocer y por tanto, no lo puedas valorar ni retener. Pensemos siempre que ser feliz no es un destino.
            Llegar a encontrar la felicidad es un trabajo personal e interno, que implica humildad, gratitud y algo que nos dé sentido a la vida. Ser feliz es una manera de vivir, una manera de pensar y un estilo de vida que no se puede comprar o encontrar al azar.
            No se debe pregonar que en todo momento tenemos que pasarlo bien, pues es posible que no todos los días nos sintamos felices, pero sí es posible que, a medida que progresemos, sentiremos cada vez más satisfacción personal. Pues eso es lo que se requiere para “tapar” la mayoría de nuestros vacíos emocionales. Justamente eso es lo que todos deseamos hacer. Por tanto hagamos nuestra vida más simple, y optemos por dar, en lugar de recibir; de esa manera estaremos dispuestos a conquistar nuestros sueños y compartirlos sin pretextos ni condiciones, asimilando profundamente eso de: ¿Por qué nos complicamos la vida?

 
Meditación: A veces, las cosas son tan sencillas, que no creemos que puedan ser así, y buscamos lo que no existe para complicarlas.
 

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