Pensé titular
este artículo diciendo: “No buscar la felicidad” Sí, lo reconozco, parece
chocante y algo tremendista llegar a pensar así. Pero si nos detenemos, muchos
buscan la felicidad a través del dinero, de tener lo más posible e incluso si
es necesario aplastando al que tienes a tu lado. De esa manera jamás
encontrarás la felicidad.
Es
posible que algunos no me entiendan, pero pensemos siempre que la felicidad
llega a través del amor. Las experiencias más felices y también las más
dolorosas se tienen dentro de las relaciones familiares y de amistad. La
felicidad es desear el bienestar de los demás por encima del nuestro,
sencillamente eso es lo que significa amor. Existe una enfermedad que
actualmente se propaga por todos lados, y es mucho más letal porque nadie se da
cuenta de ella hasta el momento en que se encuentra en la ruina personal,
incluso cuando hemos alcanzado mucha fama y éxito material. Y esa enfermedad se
llama: Vacío emocional.
Por otro lado
está el tema de la amistad. Se supone que dos amigos, son amigos para todo. Si
un amigo te falla, o te ha dicho o hecho algo que no te ha sentado bien, somos
libres de comentarlo pues tenemos la confianza suficiente como para no tener
que callarlo por "quedar bien". Pero a veces no somos capaces de
hacerlo y de lo que era un granito de arena hacemos una montaña, que muchas
veces alimentada por nuestra vanidad y orgullo nos aleja para siempre de esa
persona. ¿No es más fácil hablar y solucionar esos pequeños roces de la
relación antes que perder a un buen amigo de toda la vida? Nos complicamos
demasiado la existencia.
Estas
complicaciones vienen ante todo a causa del egoísmo, que no es ni más ni menos
la ausencia de amor. El ideal es establecer unos vínculos de una manera que con
el mínimo de probabilidades nos lleve a conseguir la máxima felicidad. ¿Cuántas
personas no están contentas consigo misma, al no saber reconocer las
bendiciones que ha recibido ni tampoco comprenden que deben ser responsables
para buscar su propio bienestar. Desgraciadamente a veces nos convertimos en
eternos viajeros que buscamos lo que quizás nunca lleguemos a encontrar, porque
es probable que aunque lo encuentres no lo sepas reconocer y por tanto, no lo
puedas valorar ni retener. Pensemos siempre que ser feliz no es un destino.
Llegar
a encontrar la felicidad es un trabajo personal e interno, que implica
humildad, gratitud y algo que nos dé sentido a la vida. Ser feliz es una manera
de vivir, una manera de pensar y un estilo de vida que no se puede comprar o
encontrar al azar.
No
se debe pregonar que en todo momento tenemos que pasarlo bien, pues es posible
que no todos los días nos sintamos felices, pero sí es posible que, a medida
que progresemos, sentiremos cada vez más satisfacción personal. Pues eso es lo
que se requiere para “tapar” la mayoría de nuestros vacíos emocionales.
Justamente eso es lo que todos deseamos hacer. Por tanto hagamos nuestra vida
más simple, y optemos por dar, en lugar de recibir; de esa manera estaremos
dispuestos a conquistar nuestros sueños y compartirlos sin pretextos ni condiciones,
asimilando profundamente eso de: ¿Por qué nos complicamos la vida?
Meditación:
A veces, las cosas son tan sencillas, que no creemos que puedan ser así, y
buscamos lo que no existe para complicarlas.
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