sábado, 13 de diciembre de 2014

¡Tratarse con palabras!

            Nada nuevo si digo que el mejor medio de comunicación es la palabra. Así los humanos somos seres de relación, construimos nuestra visión del mundo a través del lenguaje. Hablando expresamos emociones, dolores, sufrimientos, y aunque nos parezca mentira a través de las palabras podemos aliviarlos.
              Desde que nacemos iniciamos ese contacto con los demás, a través de formas elementales o complejas de relaciones comunicativas. Esta capacidad de comunicación con los demás y con todo lo que nos rodea es una característica humana, aunque otros seres vivos de la naturaleza también cuentan con sistemas de comunicación.
                Es frecuente como la gente juzga a los demás por medio de lo que dicen y como lo hacen. La forma de hablar con los demás ayuda de forma muy importante a formar una impresión de su persona. Ya puede ser entre compañeros, amigos, superiores, o con la familia, siempre resulta beneficioso analizar su forma de dicción e incluso de la palabra escrita. Todo ayuda al conocimiento de la persona. Si nenecitas un favor por un agradecimiento recibido o pedir disculpas por un error que cometiste, el expresarte con cortesía hará más posible que obtengamos unos resultados deseados.
             Sabido es que cuando uno no se atreve a hablar de su sufrimiento, el cuerpo acaba siempre expresándose de alguna forma, como movimientos inestables, suspiros, etc., todo atañe a un padecimiento personal el cual se muestra a través de diversas actitudes corporales. En verdad, si no podemos hablar porque la situación manda en esos momentos, pronto aparecerá una revuelta en la conversación en la cual podamos expresar nuestro malestar.
              Muchas veces el olvido es una forma de callar a través del silencio cuando deseamos imponerlo, y deseamos arrinconar ciertos acontecimientos, pero no nos quepa duda que siempre dejará una marca o una huella, que permanecerá con nosotros, por mucho que intentemos que desaparezca. El tratamiento de la palabra es muy útil y a veces llega a parámetros insospechados por medio del entendimiento y la reflexión. Las fórmulas de comunicación son en realidad entendimientos totalmente personales, y utilizados muy a menudo en nuestra vida, llegando a un convencimiento mutuo.
           El tratamiento por la palabra nos lleva a entendernos, y cuando no nos sostenemos en ella, solo nos queda el gesto. Pensemos que toda palabra perdida, deja un pozo en el  pensamiento el cual hay que saber traducir, por eso solo la palabra permite ese matiz: “el tiempo necesario entre el interés y la realización”.
            La comunicación a través de la palabra nos conduce a formas adecuadas para entendernos, y confiere poder de conocimientos  expresando los diversos sentimientos de una persona, Es decir quién sabe comunicarse tiene poder. El poder de influir, de transformar, de sensibilizar, de convencer, de promover grandes debates, dejando constancia de su presencia en el mundo.
            En definitiva; todas las personas se sienten más respetadas cuando se les habla amablemente y eso les vuelve más receptivas a lo que se les está diciendo.

 Meditación: No hay espejo que mejor refleje la imagen del ser humano, que sus palabras.
 

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