miércoles, 10 de diciembre de 2014

Las emociones.

            En cuantas situaciones de nuestra vida, quisiéramos dejar de controlar todo lo que en ella sentimos. Estamos siempre recordando lo que sentimos. Es como si deseáramos prologar las emociones positivas y terminar cuanto antes las emociones negativas. Y cuántas veces nos parece terriblemente difícil entender lo que sentimos.
             Sentir varias emociones al mismo tiempo, no es raro, es muy frecuente que esto suceda. Seguir el recorrido de las emociones a través del cuerpo es la mayor forma de liberarse de una vida emocional, puesto que si las dejamos fluir, nos sentiremos creativos y llenos de energías.
           Primeramente deberíamos comprender que representan las emociones en nuestra vida. Éstas, son de gran importancia, puesto que nos ayudan a responder a lo que nos sucede, y al tomar decisiones, mejoran el recuerdo de sucesos importantes que facilitan nuestras relaciones con los demás. No obstante, pensemos que también pueden hacernos daño cuando suceden en el momento inapropiado o con la intensidad inapropiada.
            Por eso, tan pronto como percibimos el nacimiento de una emoción, antes de que la mente se adueñe de ella, nos sumergimos en la sensación. En estos momentos nos preguntamos ¿Cuándo empiezan a dejar de sentirse, y hacia que órganos se encaminan? Esta pregunta nos ayudará a permanecer en la presencia corporal hasta el final de las emociones.
           Habitualmente tendemos a asumir que el modo a responder, es el resultado de aquello que nos sucede, esto es, si nos suceden cosas buenas nos sentiremos bien, y si nos suceden cosas negativas, nos sentiremos mal.
           En general las emociones son el resultado de unos sentimientos, que tienen acceso a nuestro estado anímico propio. Estas emociones son polarizaciones que a su vez acuden a nuestra mente a través de la participación de los hechos realizados. De esta manera, estas emociones emergen de nuestros propios sentimientos.
           ¿Cuántas veces las emociones nos ayudan a identificar diferentes aspectos de las situaciones que estamos viviendo, y que pueden pasar desapercibidas para nuestra conciencia? Éstas, nos permiten conocernos mejor a nosotros mismos y ayudarnos a relacionarnos mejor con los que nos rodean. Sin embargo, cuando no expresamos nuestros sentimientos o lo hacemos de una manera inadecuada, nuestros problemas apelan  muchas veces a nuestra salud y puede verse afectada de manera significativa.
            Por eso es tan importante estar en contacto con todo lo que sentimos y por supuesto aprender a manejarlos y a expresarlos en el momento, lugar y de la manera adecuada. Realmente lo que hace perjudicial de los sentimientos y emociones, es su inadecuado manejo. Por tanto, esto no sólo nos debe servir para resolver nuestros problemas, sino también para saber interpretarlos, de forma que no nos perjudiquen.
           Entendamos que todo esto es de suma importancia; siempre buscando alternativas o técnicas que nos ayuden, sin dañar a otros, ni a uno mismo.

Meditación: No somos responsables de las emociones, pero sí de lo que hacemos con las emociones.

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