En cuantas situaciones de nuestra vida,
quisiéramos dejar de controlar todo lo que en ella sentimos. Estamos siempre
recordando lo que sentimos. Es como si deseáramos prologar las emociones
positivas y terminar cuanto antes las emociones negativas. Y cuántas veces nos
parece terriblemente difícil entender lo que sentimos.
Sentir
varias emociones al mismo tiempo, no es raro, es muy frecuente que esto suceda.
Seguir el recorrido de las emociones a través del cuerpo es la mayor forma de
liberarse de una vida emocional, puesto que si las dejamos fluir, nos
sentiremos creativos y llenos de energías.
Primeramente
deberíamos comprender que representan las emociones en nuestra vida. Éstas, son
de gran importancia, puesto que nos ayudan a responder a lo que nos sucede, y al
tomar decisiones, mejoran el recuerdo de sucesos importantes que facilitan
nuestras relaciones con los demás. No obstante, pensemos que también pueden
hacernos daño cuando suceden en el momento inapropiado o con la intensidad
inapropiada.
Por
eso, tan pronto como percibimos el nacimiento de una emoción, antes de que la
mente se adueñe de ella, nos sumergimos en la sensación. En estos momentos nos preguntamos
¿Cuándo empiezan a dejar de sentirse, y hacia que órganos se encaminan? Esta
pregunta nos ayudará a permanecer en la presencia corporal hasta el final de las
emociones.
Habitualmente
tendemos a asumir que el modo a responder, es el resultado de aquello que nos
sucede, esto es, si nos suceden cosas buenas nos sentiremos bien, y si nos
suceden cosas negativas, nos sentiremos mal.
En
general las emociones son el resultado de unos sentimientos, que tienen acceso
a nuestro estado anímico propio. Estas emociones son polarizaciones que a su
vez acuden a nuestra mente a través de la participación de los hechos
realizados. De esta manera, estas emociones emergen de nuestros propios
sentimientos.
¿Cuántas
veces las emociones nos ayudan a identificar diferentes aspectos de las
situaciones que estamos viviendo, y que pueden pasar desapercibidas para
nuestra conciencia? Éstas, nos permiten conocernos mejor a nosotros mismos y
ayudarnos a relacionarnos mejor con los que nos rodean. Sin embargo, cuando no
expresamos nuestros sentimientos o lo hacemos de una manera inadecuada,
nuestros problemas apelan muchas veces a
nuestra salud y puede verse afectada de manera significativa.
Por
eso es tan importante estar en contacto con todo lo que sentimos y por supuesto
aprender a manejarlos y a expresarlos en el momento, lugar y de la manera
adecuada. Realmente lo que hace perjudicial de los sentimientos y emociones, es
su inadecuado manejo. Por tanto, esto no sólo nos debe servir para resolver
nuestros problemas, sino también para saber interpretarlos, de forma que no nos
perjudiquen.
Entendamos
que todo esto es de suma importancia; siempre buscando alternativas o técnicas
que nos ayuden, sin dañar a otros, ni a uno mismo.
Meditación:
No somos responsables de las emociones, pero sí de lo que hacemos con las
emociones.
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