La insatisfacción es como una actitud
que se aprecia sobre todos en personas
inseguras, como señal de estar buscando los mejores resultados. Es como crear
un estado de ánimo general para cambiar la realidad en la que estamos y que tanto
nos preocupa por un presente seguro, con vista hacia un futuro.
A
medida que maduramos nos volvemos más conscientes de la responsabilidad que
tenemos en la repetición de ciertas situaciones en la vida; éstas llegan a
veces a ser desagradables o al menos insatisfechas para nuestro criterio
personal.
Estar
insatisfecho no significa sentirse frustrado. No equivale a una amargura que
nos mata el corazón, es más bien una actitud frente a los esfuerzos por sacar
un determinado acto adelante. Es algo que puede ejercerse desde distintas
posiciones y desde distintas situaciones, las cuales tienen que ver con el desenvolvimiento
de nuestro quehacer diario. El
antagonismo de la insatisfacción es el perfeccionismo; consistente éste en la
creencia de que todo lo que hagamos, ha de ser perfecto. No puede existir
alrededor del perfeccionista nada que presente una mínima imperfección o no
roce lo “absoluto”, puesto que de esa manera es cuando se llega a la
insatisfacción.
Existen
personas las cuales no acaban de sentirse satisfechas con nada. En vez de
alegrarse con lo que han logrado, siguen pensando en el camino que les queda
por recorrer y sobre todo en lo que tienen lo demás. Ante esta situación suelen
fijarse objetivos inalcanzables y, con frecuencias, les cuestan poner límites a
sus aspiraciones, no considerando que en esta vida, no se trata de conseguir todo.
Estos son los llamados eternos insatisfechos; los grandes inseguros. Quienes
viven a su lado sufren al verles permanentemente amargados, atrapados en cierta
manera por la envidia, por un sentimiento de incapacidad, por la búsqueda
desesperada de no encontrar la forma de culminar las cosas, o rabiando por lo mal que
les trata la vida.
Pensar “anclarse” en el pasado, no nos permite que
avancemos en la vida y nos impide disfrutar del momento presente. Determinadas
personas se contentan con lo que tienen, otras se bloquean sintiendo que les
falla todo o se lanzan a una carrera sin fin en pos de altas metas, sobre todo
antes el riesgo de la inseguridad.
Ese sentimiento hace
perder la capacidad de disfrutar del momento presente e impidiendo las aspiraciones
de forma realista y aceptando sus limitaciones personales.
Podemos considerar que
siempre que utilicemos un nivel superior de modo artificial, inmediatamente
después del placer, sentiremos una verdadera insatisfacción. Mientras que el
estado de conformidad es producto de una auténtica situación de nuestro nivel,
conseguiremos que ese estado de depresión no se presente. Ante la
insatisfacción, el sujeto tiene la necesidad de buscar nuevos estímulos
agradables que le compensen del malestar, y así sucesivamente, con lo que va
quedando envuelto en un verdadero círculo vicioso de hábitos perjudiciales que
les desvían a acciones que le merman de una cantidad de energías considerables.
La fuerza de todas
estas motivaciones, desaparecen instantáneamente, si estas personas se
preocupan con seriedad de determinar qué es lo que realmente les hace falta en
su vida y de esa manera adoptarán una actitud inteligente.
Meditación:
Muchos hay que, después de haber encontrado la felicidad, buscan todavía más
hasta que encuentran la desgracia.
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