martes, 27 de diciembre de 2011

La madurez

            La edad nos aporta serenidad y mayor capacidad para apreciar las pequeñas cosas, porque a pesar de nuestros perjuicios hay cosas que mejoran con la edad, y los años no son impedimento para el bienestar.
            Aprender a envejecer es ser capaz de aceptar el paso de los años como un elemento personal siendo capaces de ver que en cada edad se nos abre la oportunidad de desarrollar nuevas facetas de nosotros mismos.
            Aceptar el paso del tiempo y adaptarnos a las distintas etapas de la vida implica un proceso de madurez de carácter psicológico.
            Es conveniente entender que las personas evolucionamos y crecemos a lo largo de nuestra vida, estando en continuo movimiento. Nuestras necesidades, inquietudes y deseos cambian,
            La energía no es lo mismo a los 25 años que a los 59, y la madurez emocional proporciona serenidad, estabilidad y contención emocional.
            Sin embargo muchas personas sienten temor ante la edad de envejecer. Un miedo alimentado por conceptos negativos que imperan en nuestra sociedad sobre las personas de más edad.
             El envejecimiento del cuerpo, la vejez, nos recuerda que la muerte llegará algún día.
            Es digno de considerar que aunque seamos mayores aún podemos disfrutar de las cosas y apreciar lo que tenemos como puede ser, familia, casa, sexo, amigos, etc. De hecho a pesar de la edad, debemos pensar que con la madurez podemos apreciar las pequeñas cosas. Tal vez eso sea uno de los secretos de una madurez satisfactoria, para llegar a ser capaz de mirar hacia afuera y no encerrarnos hacia dentro.


Meditación: Muchas personas pierden las pequeñas alegrías, esperando la gran felicidad

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