Ellos, no escuchan lo que ellas les dicen; ellas, escuchan todo y hablan demasiado. Acaso ¿tenemos lenguajes diferentes? ¿Podríamos llegar a un acuerdo? Somos tan diferentes, tan alejados del otro género, que no somos capaces de escucharnos ni de comprendernos. Realmente nos comunicamos de forma distinta. Dado que nuestro cerebros son diferentes, algunos procesos mentales superiores, también lo son, sin embargo debemos aclarar que los problemas de comunicación que puedan surgir entre hombres y mujeres tienen su origen en su “peso” social. Más allá del sexo, la comunicación entre personas se ve entorpecida por un mal uso de los mismos componentes.
En realidad la manera de comunicarnos es un aprendizaje que hemos desarrollado dentro de una cultura, y para ver las diferencias sólo hay que echar un vistazo cuando viajamos: por ejemplo; un italiano gesticula mucho más que un inglés, un japonés a penas permite contacto físico con su interlocutor, a diferencia de un latino.
Hombres y mujeres podemos reconocer y expresar nuestras emociones para procurar así hacernos, entender y reducir las distancias frente al otro.
Aunque saber expresar lo que sentimos es sólo una parte de la comunicación de la pareja. También es de suma importancia sentir que el otro respete nuestro espacio y, al mismo tiempo no querer invadir el suyo. Sin duda, respetar los límites del otro y de uno mismo es una clave para una buena comunicación interpersonal.
Debemos tener siempre en cuenta que el otro no puede leer nuestra mente y que lo que no decimos, no existe para el otro.
Meditación: Para entender a las mujeres primero tenemos que saber cómo somos nosotros, y qué es lo que deseamos de ellas. La mayoría de las veces, si nos paramos a mirar firmemente nuestros actos, nos damos cuenta que si no entendemos a las mujeres es porque no somos consciente de que nuestros actos las hacen reaccionar así.
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