Ante la vida
nunca deberíamos sorprendernos, como dice el título; “todo puede suceder”, es
cierto que muchas veces perdemos el control de nuestras propias emociones o es
posible que no seamos capaces de controlar nuestra voluntad para alcanzar
aquello que siempre soñamos. Nos vemos envueltos en conflictos o en situaciones
que jamás hubiéramos pensados que sucedieran, pero, ¡ahí están! ¿Son
importantes? Es posible que no sepamos responder. La cosa en que diariamente
nos atormentan, nos entristecen, nos sentimos engañados. Es como si una parte
de nuestra vida hubiera fracasado.
Nos formamos unos
nuevos ideales, unas nuevas aspiraciones, y hasta nuevas formas de afrontar
aquello que jamás pensamos que nos sucediera, aunque de nuevo las dudas nos
hacen ver que esos nuevos intentos, terminan en fracasos. Es posible que la
soledad, hagan que esos conflictos sean la consecuencia de esos “misteriosos”
sucesos que nos atosigan y no nos dejan vivir. Siempre recurro a aquella frase
tan conocida en la vida de cualquier estudiante de Psicología: “primero,
conócete a ti mismo. y a continuación afronta tu capacidad de generar
soluciones a lo que te sucede”.
Debemos ser
conscientes que cada uno de nosotros, poseemos lo suficientes recursos, no ya
de paliar aquello que nos hizo daño, sino de lo que somos capaces de afrontar,
por mucho que nos sorprenda con esos sucesos imprevistos. Todos tenemos en
nuestro interior un sin números de actitudes que a vece no nos paramos a
pensar. Pero si le prestamos un poco de atención y nos lo proponemos, no nos
debe faltar esos recursos como el valor, la confianza, y esa prestigiosa
determinación que hace que a veces sin la seguridad absoluta, lleguemos a comprender, que siempre son
posibilidades a las cuales siempre estamos expuesto a que nos sucedan.
Todo depende de
adoptar una nueva aptitud. Sí, pero muchos me dirán, pero ¿cuál?. Cualquiera
menos la de víctima. La actitud de considerarte “víctimas” es la única que nos
hará vivir una única posibilidad; la de la frustración, haciendo ver reducida
nuestra capacidad creativa. ¡Actitud que jamás debemos consentir! Ante ese
propósito, siempre nos sentiremos derrotados. Piensas siempre que en la
vida existen personas que de verdad les
importa y aunque nos las conozca ¡siempre están ahí!
Cuántas veces
hemos vivido ciertas experiencias pensando así:: “esto jamás hubiera pensado
que hubiera sucedido! Pero por qué no piensas en el destino. A decir verdad, no
podemos asegurar nada al destino, aunque las decisiones que a veces tomamos día
a día son las que nos fijan mayormente esas consecuencias a las que llamamos “destino”.
Nadie está libre de que nos sucedan “cosas” inverosímiles, en verdad todas son
circunstancias en las que nos encontramos fruto de la casualidad, es decir de
una voluntad ajena que escapa a nuestros deseos.
A final de
cuentas, todo es producto de aquello a lo que hemos venido al mundo.
Sencillamente a ofrecer ese don que hace que aportemos un sentido de máxima
expresión y a poder ayudar a todo el que lo necesite, sin pensar en que si es
posible, o sí aquello me pueda suceder.
Meditación:
Tener un amigo es todo lo mejor que te puede suceder, valóralo como la máxima
riqueza que en la vida tú puedas tener.
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