miércoles, 16 de marzo de 2016

¿Te conoces cómo eres?

           ¡Vaya; ¡si no me conozco yo, quién me va a conocer! Pero no me negarás que en alguna ocasión has pronunciado esta frase; “A veces ni yo mismo me conozco! Te has preguntado, ¿por qué reaccionas así? Será por no pensar que vivimos acelerados, o que sea posible que no nos hayamos parado a pensar que con dicha actitud hacemos daño. Vaya Ud. a saber. ¿Es tu caso?  Si es así, sólo pensando y reflexionando, puedes descubrir lo que no funciona en tu vida y procedes a cambiarlo.
         Todos conocemos, por propia experiencia, los efectos paralizadores de las preocupaciones, que nos pueden anular nuestra capacidad de concentración y la facultad de tomar decisiones. Es justo reconocer que es una forma rápida y sencilla de acabar con el “tema”. Decimos: “yo soy como soy, y eso es  lo hay” Podría preguntarte: ¿Por qué no reflexionas?, es posible que puedas mejorar tu forma de ser, y comprendas que esa no es la actitud adecuada. Si dejas pasar un problema sin resolverlo semanas y semanas, con el tiempo no tendrás un solo problema, sino muchos, y cada vez más complicado será encontrarle solución.
             Si tienes dudas: ¿por qué no te propones cambiar? Si como anteriormente me dijiste: “a veces ni yo mismo se cómo puedo actuar de esta manera” Entonces que debería hacer. ¡Cambiar! Pero… ¿qué significa cambiar? Sencillamente, cambiar ideas, sentimientos, conductas, en definitiva pensar que posees la suficiente capacidad para una nueva forma de actuar frente a la vida, y dejar de ser como eres, puesto que en tu interior perdura esa intención desde hace mucho tiempo. Para ello debes modificar esa forma de ser, la cual nunca acaba de convencerte.
           Piensas que si sólo te relacionas con personas que te alaben, y te digan que todo está bien, jamás te darás cuenta que esa forma tuya no es la idónea para mejorar tu forma de ser. Muchos intentan cambiar fantaseando de forma radical, tampoco es la forma. Vivimos en un mundo adicto a la distracción. Desgraciadamente son muy poco los que se conocen verdaderamente, y esto es así porque no le dedicamos tiempo a pensar si realmente deberíamos adoptar una nueva aptitud.     
            A veces enfocamos en primer plano lo negativo y olvidamos el entorno. Otras, tomamos un plano desde un punto de vista a veces desenfocado, que nos hace ver las cosas envilecidas y pobres. Otras, miramos desde abajo, lo que nos conlleva al desencanto y la decepción. En definitiva el "molde" se va construyendo desde que nacemos, y se va forjando a través del tiempo. Entonces: ¿por qué no has pensado en mejorar tu forma de ser? ¡Todo tiene solución y a cualquier edad!  Aunque si es cierto que el avance de la edad nos hace personas más rutinarias, desechando la propia capacidad de crear y modificar, experimentando nuevos forma de hacer las cosas. Pero no haciendo las cosas a nuestro propio antojo. Eso demostraría que hemos caído en una dinámica de actuar en la propia vida, de la formas que nos ha marcado y ahora nos cuesta modificar nuestro propio “yo”
            Desde luego no somos ningunos perfectos, pero si haces la intención de mejorar cada día, seguro llegarás a convencerte de que tu forma de ser ha cambiado, a la que ibas realizando. Pensemos siempre que está en nosotros mismo en cambiar, y si somos fuertes, cualquier pequeño acto de valentía, nos convertiremos en personas más felices. ¡Todos podemos cambiar! sólo hay que desearlo, proponérselo y luchar por ello. Seguramente no es instantáneo, lleva un proceso más bien largo y fastidioso, pero merece la pena

 
 Meditación: Algunos piensan que conocen a todos, cuando en realidad no se conocen a sí mismos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario