jueves, 10 de marzo de 2016

Encontrarle sentido a la vida II.

            Todos nos idealizamos una forma o un estilo para encontrarle sentido a nuestra vida. Intentamos abordar las contrariedades, los sufrimientos, etc. Pero siempre aparecen desequilibrios que nos producen determinadas contrariedades, no pudiendo llegar a cumplirse ese sentido que desde principio anhelamos. Todo juega un papel importante para “desbordarnos” y hacer que no lleguemos a la satisfacción de una vida estable. A veces por problemas de soledad, familia, trabajo, amistades, etc., y por qué no decirlo, las redes sociales, las cuales juegan con nuestros sentimientos, donde a través de la más absoluta impunidad pueden llegar a la mayor inestabilidad de nuestra vida. En realidad se trata de encontrarle una respuesta a las preguntas ¿De qué trata la vida? o ¿Cuál es mi cometido? Cada uno lleva una respuesta muy particular, ya que necesitamos un convencimiento para que nos sirva a cada uno.
               Ese sentido el cual intentamos abordar no es otro que el continuo proceso de crear y cultivar aquello de deseamos que se realice a través de nuestra propia existencia.
            Así llegaremos a encontrarle sentido a la vida para darle la importancia que se merece, pues de otra manera seríamos presa fácil de falsos destinos. Es un proceso que, a medida que se va afirmando a través del tiempo, nos posibilitará logros de mayores importancias. De no ser así estamos sujetos a sentir un vacío permanente en nuestro interior. Cada paso que demos es realmente importante, para poder darle sentido, evitando frustraciones que a medida que pasa el tiempo, irán abriendo nuevos horizontes, en nuestra vida.
            Ese sentido que todos deseamos llega relativamente en la edad adulta, o sea en la madurez. En la época de juventud, lo que intentamos es construir una forma o identidad en imitación a lo que nos rodea. En relación a ese sentido me refiero a intensificar una experiencia llena de intenciones, ideales y deseos, que hacen que soñemos con una existencia llena de valores, sin necesidad de vincularnos a todo lo que nos rodea. Pero la base principal en que vivimos, necesita de unos poderosos cimientos que sostenga el tremendo “peso” que durante toda nuestra vida tenemos que soportar.
            Aunque para alcanzar una comprensión total del sentido de nuestras vidas, es preciso el equilibrio. Gracias a esta reflexión deducimos que el significado de nuestras existencias debe alcanzarse utilizando el equilibrio de la mente, el alma, el cuerpo y el corazón. Situación en extremo difícil, para no llamarla utópica o idealista. Acción que requiere de una disciplina extrema, y de muchos años de experiencia en esta ocupación denominada vida.
             Cuando a muchos les preguntamos a que le da sentido tu vida, encontramos tal variedad de respuestas que abarcan todas las posibilidades. Unos dicen que el matrimonio y la familia; otros, el llevar una vida de servicio a los demás y algunos opinan que todo consiste en acumular un cierto nivel riqueza material.  Nada más erróneo, puesto que la vida se nos puede cambiar en unos minutos sin saber por qué.
              Solo debemos pensar y valorar lo que somos y lo que podemos ofrecer, luchando por nuestros ideales más sinceros. El verdadero sentido de nuestra vida, solo ella nos lo presentará a través de nuestra existencia.

 Meditación: La vida es un negocio en el que no se obtiene una ganancia que no vaya acompañada de una pérdida.

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