miércoles, 29 de abril de 2015

Afrontar los retos.

             Es posible que a lo largo de nuestra vida hayamos dicho: "¡Que feliz sería si no tuviera tantos problemas!" Sin embargo, este es un enfoque equivocado. Mientras vivamos, la vida nos presentará inevitablemente problemas para resolver, y el hecho de ser feliz no está relacionado con la existencia del problema, sino con la manera en que los enfrentes. El concepto que tenemos de nuestras actitudes como persona no se basan solo y exclusivamente en nuestra forma de ser. Todo lo que nos pasa, tanto los éxitos como los fracasos, van en relación con lo que hemos experimentado en nuestra vida.
              Entonces es cuando podemos comprobar que esos retos son una parte ineludible de la vida. Si queremos “vivir”, forzosamente tendremos que afrontar los retos que la vida nos ponga por delante. Aunque no deberíamos entender que eso es un mal irremediable, sino una oportunidad para podernos superar. Pensemos siempre que cada reto es una nueva oportunidad que se nos presenta para ejercer un nuevo razonamiento, que al fin, no es otra cosa que una nueva manera de crecer. 
           El afrontar los “retos”, siempre va condicionado a la valoración de nuestras relaciones sociales, y por supuesto siempre aprendiendo de los fracasos, ya que en infinidad de veces, éstos nos ayudan a conseguir nuestras metas. Así cuando nos consideramos persona de baja autoestima, es frecuente que no tengamos ánimo para afrontar y tomar decisiones. Es en estos casos, cuando necesitamos la aprobación de los demás, quedando más conforme cuando los demás aprueban nuestras cualidades. 
         Cuando tenemos que afrontar varios problemas al mismo tiempo, lo primero que tenemos que hacer es jerarquizar los mismos. Habrá algunos más importantes y otros que lo son menos. Tus recursos no son ilimitados y es probable que, al tratar de solucionar los menos importantes, comprometas la solución de los más urgentes. Entonces sería una decisión sabia ignorar aquellos problemas que en el momento no te son tan importantes.
         Estos retos en general son como la sal de la vida. Podemos verlos como retos y como obstáculos superables en nuestro camino hacia los objetivos. Al agilizar nuestra mente y expandir nuestra imaginación, pensemos siempre que los problemas nos educan. Siempre llegaremos a sentirnos bien, si nuestro comportamiento se corresponde con lo que los demás esperan de nosotros, aunque siempre sin inquietarnos, si por algún casual no coinciden.
          Las calificaciones académicas o profesionales no se acaban en un determinado periodo de tiempo, sino que siempre deben ir superándose hasta el fin de conseguir una fuerte autoestima que con el tiempo deberán ir moldeándose y profundizando para conseguir afrontar los retos que la vida nos presenta. Como decía anteriormente, muchas personas intentan teorizar acerca de vencer los retos a través de esfuerzos personales, Esta teoría a que muchos enfocan su convencimiento, a la larga se encuentran sesgada por el condicionante de sus límites personales, a los cuales no cumplen el rol fundamental a que una persona pueda vencerlos, sintiéndose incapaz de conseguir el bienestar o calidad de vida a que pueda enfrentarse ante dichas adversidades.

 Meditación. Los retos son los que hacen la vida interesante: superarlos es lo que hace que tenga sentido.

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