domingo, 26 de abril de 2015

Nunca es tarde.

            Nunca es tarde para rectificar aquellos sentimientos que hoy pudieran ser  encuentros equivocados. Sí, es posible que no fueran muy acertados, aunque la vida es así, siempre llena de aciertos y equivocaciones. Sin embargo: ¿Has oído alguna vez la frase que dice: ¿tomas algo para ser feliz? ¡Sí, decisiones! Pues no lo pienses, ya que existen momentos que debes romper tajantemente con lo que sucedió anteriormente. Es el mejor regalo que puedes hacerte para ser feliz. ¡Tus decisiones!
           Siempre existen momentos difíciles y días complicados en nuestra vida, y hoy nos da la impresión de que ciertas cosas simplemente no estaban destinadas a pasar y que algunos proyectos no estaban destinados a funcionar. Pero desgraciadamente, así se realizaron, aunque nunca es tarde para rectificar. Si lo que hicimos no funcionó, hagamos otra cosa. No nos rindamos y busquemos otra posibilidad hasta encontrar ese “momento acertado” para rectificar. Deja que la vida modere tus convicciones y te muestre todo lo que estaba oculto detrás de aquella escena que hasta hoy, no la veías.
            Esa profunda paz del cambio de lo que ahora vez lo que significa, te hará descubrir de nuevo aquel amigo y comprender que nunca es tarde para volver a empezar
            El cambio implica responsabilidad en tu vida y humildad para reconocer que, si quieres transformar determinados actos, has de empezar por ti mismo. Comprendo que son muchas las personas que se resisten a reconocer su error, pero comprenderás que debemos hacernos cargo de nuestra vida y, si no entramos en razonamientos, enseguida aparecen respuestas demagógicas y derrotistas que nos dirán; “el mundo es así” o “cada uno es como es”.
            Nada nuevo si digo: “rectificar es de sabio”, cosa que se nos dice desde pequeño que aprender de nuestros propios errores, pero ¿Como vamos aprender de nuestras equivocaciones si no admitimos nunca, o rara vez, que nos hemos equivocados? A lo largo de nuestras andaduras en la vida, a veces me asombra contemplar cómo cada persona tiene una peregrinación que llevar a cabo, un camino personal e intransferible donde las “heridas” son la semilla de sus propios ideales que a veces sembramos sobre nuestro propio mundo. Intentemos soltar todas las cosas que nos han hecho sentir culpables, y que nos hubiéramos gustado hace de otra forma. Quizás no supimos hacerlas mejor en ese momento, aunque nunca es tarde para rectificar.
             Siempre decimos que hay situaciones que se nos escapan de las manos, siendo entonces cuando debemos poner límites y no pensar que todo está perdido, sobre todo cuando más tiempo va pasando. Lo más importante, es mirar siempre adelante y no lamentarnos constantemente de lo que hicimos. Esa actitud nos aleja más de aquellas personas y nos crea una barrera que difícilmente romperemos.
              Lo más importante de todo, es no centrarnos únicamente en lo que hicimos mal, sino procurar recuperar parte del tiempo perdido y no volver a cometer los mismos errores. Afortunadamente todos tenemos la capacidad de perdonar, aunque con los años parece que se va perdiendo. Pensemos siempre, que un pequeño cambio puede obrar milagros, solo tenemos que proponernos modificar nuestra forma de pensar transformando las prioridades en nuestra vida. Y añado que “nunca es tarde para rectificar” puesto que nunca es tarde para hacerlo.

 Meditación: Nunca es demasiado tarde para hacer que nuestra vida sea diferente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario