Nunca es tarde
para rectificar aquellos sentimientos que hoy pudieran ser encuentros equivocados. Sí, es posible que no
fueran muy acertados, aunque la vida es así, siempre llena de aciertos y
equivocaciones. Sin embargo: ¿Has oído alguna vez la frase que dice: ¿tomas
algo para ser feliz? ¡Sí, decisiones! Pues no lo pienses, ya que existen
momentos que debes romper tajantemente con lo que sucedió anteriormente. Es el
mejor regalo que puedes hacerte para ser feliz. ¡Tus decisiones!
Siempre existen
momentos difíciles y días complicados en nuestra vida, y hoy nos da la
impresión de que ciertas cosas simplemente no estaban destinadas a pasar y que
algunos proyectos no estaban destinados a funcionar. Pero desgraciadamente, así
se realizaron, aunque nunca es tarde para rectificar. Si lo que hicimos no
funcionó, hagamos otra cosa. No nos rindamos y busquemos otra posibilidad hasta
encontrar ese “momento acertado” para rectificar. Deja que la vida modere tus
convicciones y te muestre todo lo que estaba oculto detrás de aquella escena que hasta hoy, no la veías.
Esa profunda paz
del cambio de lo que ahora vez lo que significa, te hará descubrir de nuevo
aquel amigo y comprender que nunca es tarde para volver a empezar
El cambio
implica responsabilidad en tu vida y humildad para reconocer que, si quieres
transformar determinados actos, has de empezar por ti mismo. Comprendo que son
muchas las personas que se resisten a reconocer su error, pero comprenderás que
debemos hacernos cargo de nuestra vida y, si no entramos en razonamientos,
enseguida aparecen respuestas demagógicas y derrotistas que nos dirán; “el
mundo es así” o “cada uno es como es”.
Nada nuevo si
digo: “rectificar es de sabio”, cosa que se nos dice desde pequeño que aprender
de nuestros propios errores, pero ¿Como vamos aprender de nuestras
equivocaciones si no admitimos nunca, o rara vez, que nos hemos equivocados? A
lo largo de nuestras andaduras en la vida, a veces me asombra contemplar cómo
cada persona tiene una peregrinación que llevar a cabo, un camino personal e
intransferible donde las “heridas” son la semilla de sus propios ideales que a
veces sembramos sobre nuestro propio mundo. Intentemos soltar todas las cosas
que nos han hecho sentir culpables, y que nos hubiéramos gustado hace de otra
forma. Quizás no supimos hacerlas mejor en ese momento, aunque nunca es tarde
para rectificar.
Siempre decimos
que hay situaciones que se nos escapan de las manos, siendo entonces cuando
debemos poner límites y no pensar que todo está perdido, sobre todo cuando más
tiempo va pasando. Lo más importante, es mirar siempre adelante y no
lamentarnos constantemente de lo que hicimos. Esa actitud nos aleja más de aquellas
personas y nos crea una barrera que difícilmente romperemos.
Lo más
importante de todo, es no centrarnos únicamente en lo que hicimos mal, sino
procurar recuperar parte del tiempo perdido y no volver a cometer los mismos
errores. Afortunadamente todos tenemos la capacidad de perdonar, aunque con los
años parece que se va perdiendo. Pensemos siempre, que un pequeño cambio puede
obrar milagros, solo tenemos que proponernos modificar nuestra forma de pensar
transformando las prioridades en nuestra vida. Y añado que “nunca es tarde para
rectificar” puesto que nunca es tarde para hacerlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario