¿Por qué siempre tenemos miedo a decidir
entre varias alternativas?; es posible que temamos equivocarnos o cometer
errores. Pero los errores son simplemente datos que nos proporcionan
información sobre hasta qué punto nuestras predicciones fueron atinadas.
Debemos comenzar por darnos oportunidades a esa “nueva idea” y así empezar a
trabajar en la expansión de nuestra conciencia y poco a poco veremos cómo se
van abriendo las puertas al mundo que nos rodea. Puesto que con respeto y
cautela nada es absolutamente imposible.
¿Cuántas
veces pensamos que las indecisiones son unos de los males más comunes de
nuestra sociedad. Es verdad que existen personas que están indecisas entre dos
amores que le aportan cosas diferentes y, realmente no se atreven a escoger.
Esto es miedo a decidir, uno de los
males más comunes, que actualmente nos afectan, sobre todo cuando no estamos en
forma a nivel emocional.
Para
lograr una decisión pensada es importante conocer y entender el escenario o problema
que nos afecte. Debemos comprender y analizar las consecuencias de las
distintas decisiones que podamos tomar, porque una buena o incorrecta
resolución tendrá seguramente resultados positivos o negativos para nosotros.
Cuando nos
cuesta mucho decidir, es cuando vemos la situación como insoportable, por eso
no tomar la decisión acertada tras haber invertido tanto esfuerzo y tanto
tiempo pensando en cuál era la mejor elección, nos vemos abocados a una
situación de desesperación. La solución
para los indecisos pasa por darse cuenta de que ninguno de los fallos puede
llegar a ser terribles; puede ser un poco malo, pero nada más. Es decir, cuando
fallamos, también podemos intentar de ser felices. En la cultura de hoy, donde
la búsqueda del placer parece ser lo más importante ya que lo único movilizador en nuestro interior, es el
deseo, el querer o el tener ganas para iniciar algún cambio conductual.
Tomar decisiones
acertadas es la mejor forma de evitar problemas. Una forma de saber si la
decisión que hemos tomado es la correcta, es examinar las consecuencias de
nuestra decisión. Sinceramente es difícil encontrar la pócima que nos haga
infalibles a la hora de decidir, aunque creo que no debamos realizar ningún
acto sin antes meditarlo.
Todos queremos creer
y todos queremos sentir, cosa que nos suele pasar con el amor, puesto que esa
es una decisión que nos llega con el tiempo, con palabras, frases que emocionan
y, un día creemos tener la edad suficiente para salir a su encuentro y
emprender la aventura a su búsqueda, y a los miedos de otros corazones rotos.
En estos casos las diferencias, nunca son entendidas, ni bien recibidas cuando
empiezan a conmovernos de que todo aquello era un mito, de que no existía y,
que eso que estábamos buscando no era verdad ni jamás hubo existido.
Pero
cuando las emociones descienden a nuestro nivel, necesariamente sólo nos queda
la auténtica verdad, aunque pocos son los que se atreven a quedarse con
ellas. Es entonces cuando muchos pueden
dar testimonio de veracidad de que aquello, nunca existió. Nadie es perfecto y
tú no eres la excepción, puede ser que te equivoques pero la mejor parte de
esto es que siempre puedes regresar y volver a tomar una decisión en base a tus
nuevas experiencias. Por tanto esas decisiones para una inmensa mayoría, solo
es entrar en el mundo de la utopía, la ilusión y los mitos.
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