Pues sí, ya son tres años plasmando
reflexiones; no son cosas de demasiada importancia, aunque algunas veces van
“dirigidas” otras al menos, yo así las considero, son verdades como puños. Eso
sí, siempre vistas desde mi torpe punto de vista. Muchas veces me pregunto: ¿por qué escribir
sobre determinados temas? ¡Muy sencillo! Si nos paramos a pensar, la vida da
para mucho y sobre todo, se viven muchas experiencias. Si reflejáramos todo lo que vivimos, tanto
bueno, como malo: ¿cuántos libros
podríamos escribir? Solo es ponerse a pensar, cómo decía en uno de mis
artículos “pensar es gratis”, al menos por ahora; pues cómo va la vida, quizás
algún día tengamos que pagar.
Este aniversario ha sido, el más triste de mi vida. El
que haya seguido mis artículos pronto se dará cuenta de mi tremenda aflicción.
Es como llevar esa “tristeza” incrustada en el alma de por vida. No, no es
fácil de explicar. Ya lo hice anteriormente en varios artículos, pero no deseo hablar más de ello, sería como
avivar más mi dolor. Sé que muchos de vosotros os habéis percatado de mi
situación, aunque calláis en silencio, a pesar de saberlo.
Sin embargo algunos pronto invadieron mi “correo” con palabras de ánimo y de
apoyo. Siempre tuve para ellos palabras de agradecimiento. Otros a pesar de saberlo,
callaron de forma incomprensible, jamás le guardaré rencor, puesto que siempre
trato de exponer el beneficio de la duda, y digo: es posible que no se hayan
enterado. ¡Por qué pensar mal!
La escritura es un poderoso medio tranquilizante e incluso de
transformación Es un mecanismo que refleja el alma y el espíritu de uno mismo,
revelando en muchos de nosotros aquellas experiencias que hemos vividos y que a
través del tiempo se nos han olvidado. O mejor dicho: “quisiéramos olvidar”
Para eso están las efemérides, las cuales nos hacen recordar periódicamente si
actuamos bien o actuamos mal. Para esa actitud está ese dicho que he repetido
varias veces; “siempre tu conciencia te dictará tu deber”.
Escribir nos permite abrir los sentidos, ponernos en
contacto con los sentimientos reprimidos y dejar “volar la pluma” como se suele
decir. Una historia escrita, nos permite regresar y repasar algún momento de
nuestra vida, que a veces es necesario para llegar a una conclusión determinada
o tomar una decisión. Si no nos paramos a pensar o reflexionar podemos tomar
actitudes apresuradas que posiblemente no sean correctas. A pesar de mis años,
estoy plenamente convencido que el ser humano es una persona en construcción,
desgraciadamente no estamos bien terminado; por mucho que vivamos tenemos que
seguir aprendiendo por mucho que sepamos, seguiremos cometiendo errores. Esto
lo ratifica la demoledora situación de nuestro mundo.
Solo me queda daros las gracias por el seguimiento de
este Blog, en el que jamás pensé que me leyeran en todas las partes del mundo,
como Rusia, China, la India, Indonesia, Estados Unidos y sobre todo nuestros países amigos de habla hispana.
Y para terminar decir que el acto de escribir es una
actividad cotidiana, que puede provocar momentos de inspiración, relajación,
placer e incluso de reflexión, como acredita el título de este Blog.
Gracias por estos aňos de reflexiones aunque, solo llevo algunos meses “suscrito“ al blog. Gracias por hacer presente la vulnerabilidad aunque cueste. Gracias por ser capaz de seguir adelante, sin entender los porques. Gracias por compartir tanta experiencia. Muchas gracias y adelante, sevillano. Un abrazo.
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