lunes, 23 de junio de 2014

Nuestra voz interior II.

           ¡Oh, cuánto nos dice! Ya lo decía en el pasado artículo. ¿Por qué no queremos oírla? Es que acaso no nos gusta, no nos conviene, no la aceptamos; o es que la apartamos, y nos dejamos llevar por lo fácil y llevadero. Muchos de nosotros, la mayor parte del tiempo no nos escuchamos, sin embargo las personas más sanas son aquellas que saben realizarse desarrollando sus capacidades a través de escucharse interiormente.
           Eso no quiere decir que llevemos a la práctica todo lo que nuestro interior nos dice, ni mucho menos, pero sí, que poco a poco nos vamos dando cuenta y aceptando como vivimos el presente. ¿Lo aceptamos cuando todo va bien o lo rechazamos cuando no? Si es así, es que estamos pensando en darnos cuenta de muchas cosas que en esos momentos posiblemente no nos dejen vivir el presente.
            En realidad tengamos presente que siempre tenemos posibilidades de aceptar nuestra voz interior, puesto que es la única que nos proporciona esperanza. Y esa esperanza nos brinda confianza allí donde existe ese mar de dudas que nos impide nuestra paz interior. Todo aquel que reflexione y escuche su “voz interior” siempre tendrá una sensación de responsabilidad, nacida de la certeza de un destino feliz.
             Pensemos que prestar atención a nuestro interior, nos permite penetrar en experiencias y perspectivas, a veces hermosas o terribles, próximas o lejanas, pero sí sumergirnos en una intensa narración que nos hará ser aquella persona que deseamos ser. Fácilmente nos identificamos con el mundo que nos rodea y nos negamos a oír nuestro interior, que sabemos que en la mayoría de los casos nos dice la verdadera realidad.  Si de verdad deseas hacerle caso a tu interior, debes correr tu propia carrera.          Nunca te importe lo que la gente pueda decir de ti, puesto que nuestra voz interna es la riqueza del corazón. Piensa siempre que lo importante es lo que te digas a ti mismo. No te preocupes de las opiniones ajenas, y aplícate ese dicho tan importante que dice: “siempre tu conciencia te dictará tu deber”, es entonces cuando comprenderás que estás actuando correctamente.
             Nuestra voz interior es al mismo tiempo la guía incansable del ser humano. Si profundizamos en nuestro interior, esa voz interna nos dirá lo que debemos hacer. En definitiva, ¿cuántas veces, esa voz no admite una descripción exacta, puesto que se escapa a nuestra capacidad de entendimiento? Quizás un detenimiento y una meditación adecuada sea posible que hagamos el esfuerzo de entender lo que ocurre en nuestro interior. Sin duda esta travesía podría estar llena de descubrimientos que seguramente nos caracterize más a lo que la vida nos expone exteriormente.
             Tratemos de escuchar nuestro sentir y descubramos como esos “sonidos” nos hablan a través de nuestros sentimientos, dejando que el corazón emita su “voz” haciéndolos oír sobre todo con amor. Solo para terminar y descubrir este pequeños mensaje, es solo el deseo de  interpretar que todos sentimos esa voz interior que siempre nos dice lo que debemos hacer, pero que muchas veces nos deseamos aceptar.

 Meditación: La voz de la persona amiga es la nota más suave en la orquesta de la vida.

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