martes, 27 de mayo de 2014

Todos somos vulnerables.

            El grado de vulnerabilidad de las personas y el alcance de su capacidad para resistir y hacer frente a los peligros, dependen de los factores físicos, económicos, sociales y políticos. Aunque la pobreza, siempre constituye de manera importante a la vulnerabilidad. En verdad es el grado de susceptibilidad o de incapacidad de un sistema para afrontar los efectos adversos ante los cambios que la vida nos presenta y en particular a los fenómenos externos.
             Esta vulnerabilidad siempre dependerá del carácter, magnitud y rapidez de los cambios a que estemos expuestos, ante unos determinados sistemas, y a  la sensibilidad y capacidad de nuestra adaptación.
             Este tipo de vulnerabilidad siempre está relacionado con nuestro estado físico y por supuesto al lugar donde habitemos; pero si lo analizamos a nuestro estado de pareja, es difícil contemplar la existencia de vulnerabilidad. Lo verdadero aquí es que el amor es una fuente inagotable de alegría y felicidad, pero también es una vía posible para que alguna de las dos personas llegue a sentirse un tanto vulnerable.
             En una relación de pareja, compartir la vulnerabilidad es uno de los factores clave para poder tener un encuentro íntimo y profundo. Si somos capaces de vivirla, podremos prestar atención a nuestras necesidades, sentimientos, inquietudes y temores como a los de nuestra pareja.
             Por esos, quizás existan personas que piensan que mostrar sentimientos es un signo de debilidad, aunque debemos comprender que en una sociedad marcada por la presión de la competitividad, estamos relativamente acostumbrados a desarrollar nuestra propia afectividad.
             La sensibilidad nos ayudará a percibir movimientos y gestos sutiles y a compartir los secretos más profundos del alma. Cuando podemos vivir juntos momentos en los que intercambiar lágrimas que brotan espontáneamente, no tienen por qué ser tristes ni felices, sentimos que algo nos toca el corazón, siendo entonces cuando nuestra vulnerabilidad puede aflorar más hondamente. Sin duda, este es uno de los mayores regalos que podemos compartir en una relación de pareja.
            Sin embargo, si actuamos siempre desde la fortaleza, nos relacionaremos de otra manera muy distinta. Así consideramos que si no somos capaces de mostrar nuestra sensibilidad, además de que la otra persona no podrá atendernos ni acompañarnos, siempre tendremos una relación superficial, ya que si algo no se muestra como es, es como si no existiera.
            En fin todos en algún momento de nuestras vidas sentimos esa vulnerabilidad, aunque creo que podemos sobrellevarla mejor si aprendemos a vivir día a día y disfrutar de la compañía de alguien. Aceptar nuestra vulnerabilidad en lugar de tratar de ocultarla es la mejor manera de aceptar la pura realidad.

Meditación: Aceptar nuestra vulnerabilidad en lugar de tratar de ocultarla, es la mejor manera de adaptarse a la realidad.

 

5 comentarios:

  1. Muy cierto!
    Nos creemos que escudándonos nadie nos lastimará, cierto, pero se nos olvida que si te escondes te pierdes la mejor parte del amor y es que es posible que no sufras y seguro que no sientas.

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  2. Gracias por tu comentario.- Saludos cordiales.-

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  3. Gracias María por tú comentario.- Desgraciadamente todos somos vulnerables en algún modo o sentido. Para transformar nuestras vidas debemos olvidarnos del “qué dirán” y mostrar ente la sociedad que somos en realidad, puesto que la vulnerabilidad puede ser fuente de miedos y vergüenzas. Saludos cordiales.-

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  4. Creo que la vulnerabilidad nos hace humanos, en el sentido de ser personas imperfectas. Es factor común al ser humano y, no debemos avergonzarnos por ello. El que esté libre de ser vulnerable, que tire la primera piedra. Un abrazo.

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  5. Gracias por tu comentario.- Saludos cordiales.-

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