viernes, 16 de mayo de 2014

Ser feliz en pareja.

             Una relación feliz no ocurre por azar, se construye día tras día y requiere paciencia, comprensión, dedicación, en otras palabras, amor.
             Todos, hombres y mujeres de cualquier edad y condición, les gusta amarse de forma sana, y no bajo cualquier condición ya predeterminada. Ante esto no es posible cambiar a nadie, el único resultado que se consigue es sentirse poco apreciado. Para mejorar la relación de pareja, en cambio, hace falta tomar conciencia de nuestras responsabilidades para contribuir a establecer una situación satisfactoria.
               Sin embargo, pocos son los que lo consiguen. Todo es debido porque hoy prevalecen las crisis, los fracasos emocionales, e incluso demasiados casos, los malos tratos. Lamentablemente todo ellos está sucediendo tanto en las relaciones heterosexuales como en las homosexuales, aunque de estas últimas se hable poco, pero no porque se silencie algo significa que no existan o se den escasamente.
            Debemos de llegar siempre a acuerdos sobre muchos temas, unos importantes y otros no tanto, pero ninguno deja de ser importante, el tiempo que invirtamos en esto, es sumamente necesario. No se trata de que siempre alguien se salga con la suya, se trata de que los dos sean felices y estén conformes.
            Por eso, muchas veces de forma automática, cedemos una parte muy importante de iniciativa y protagonismo a la otra persona, lo que en el peor de los casos nos puede llevar a la dependencia emocional.
            Uno de los temas más importantes son “los puntos en común”, esto es: cuantas más cosas tengamos en común mejor. Eso no quiere decir, que se haya de romper una relación porque a uno no le gustes determinadas aficiones.
            Los polos opuestos se atraen, pero con el paso del tiempo las diferencias suelen hacer surcos en la relación, mientras que las parejas que tienen los mismos puntos en común, tienen menos posibilidades de tener conflictos, porque les unen más cosas.
            Cada persona tiene la magnífica posibilidad de ser feliz por sí misma. Y solo aquellos que se siente felices por sí mismos consiguen tener estabilidad afectiva e independencia emocional, a pesar de que se puede ser también felices con otras personas en pareja, con sus grupos de amistades o en cualquier otro tipo de relación interpersonal.
            Cuando nos enamoramos de alguien es cierto que la primera impresión es la visual, pero jamás esa pareja se mantendrá unida solo porque el físico o ambos miembros sean realmente espectaculares. El físico nos puede atraer en un primer momento, pero es la forma de ser; la personalidad es la que hará que la pareja perdure.
            Solo quien es capaz de aprovechar de sus errores puede avanzar, sabiendo aprovechar las crisis para crecer fortalecido, viviéndolas como oportunidades de aprendizaje y desarrollo personal.
             Pensemos que a gritos no se soluciona nada, conversando sí. Tengamos en cuenta que en algunas relaciones de pareja ocurre que uno de los dos acumule más poder que él otro, si eso ocurre hay posibilidades de sumisión, perdiendo de esa manera totalmente el respeto.
             Por tanto es de suma importancia que nos hagamos respetar, para ello debemos tener nuestra vida propia y nuestra independencia, sin perder excesivamente la dependencia de la otra persona. 

 
Meditación: Cuando tu pareja empieza a resaltar todos tus defectos en que ya no te ama.

1 comentario:

  1. Gracias María por desearme tener un buen fin de semana, aunque es muy difícil conseguirlo, cuando solo se tiene "media vida". Un saludo.-

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