Una relación feliz no ocurre por azar,
se construye día tras día y requiere paciencia, comprensión, dedicación, en
otras palabras, amor.
Todos,
hombres y mujeres de cualquier edad y condición, les gusta amarse de forma
sana, y no bajo cualquier condición ya predeterminada. Ante esto no es posible
cambiar a nadie, el único resultado que se consigue es sentirse poco apreciado.
Para mejorar la relación de pareja, en cambio, hace falta tomar conciencia de
nuestras responsabilidades para contribuir a establecer una situación
satisfactoria.
Sin
embargo, pocos son los que lo consiguen. Todo es debido porque hoy prevalecen
las crisis, los fracasos emocionales, e incluso demasiados casos, los malos
tratos. Lamentablemente todo ellos está sucediendo tanto en las relaciones
heterosexuales como en las homosexuales, aunque de estas últimas se hable poco,
pero no porque se silencie algo significa que no existan o se den escasamente.
Debemos
de llegar siempre a acuerdos sobre muchos temas, unos importantes y otros no
tanto, pero ninguno deja de ser importante, el tiempo que invirtamos en esto,
es sumamente necesario. No se trata de que siempre alguien se salga con la
suya, se trata de que los dos sean felices y estén conformes.
Por
eso, muchas veces de forma automática, cedemos una parte muy importante de
iniciativa y protagonismo a la otra persona, lo que en el peor de los casos nos
puede llevar a la dependencia emocional.
Uno
de los temas más importantes son “los puntos en común”, esto es: cuantas más
cosas tengamos en común mejor. Eso no quiere decir, que se haya de romper una
relación porque a uno no le gustes determinadas aficiones.
Los
polos opuestos se atraen, pero con el paso del tiempo las diferencias suelen
hacer surcos en la relación, mientras que las parejas que tienen los mismos
puntos en común, tienen menos posibilidades de tener conflictos, porque les
unen más cosas.
Cada
persona tiene la magnífica posibilidad de ser feliz por sí misma. Y solo
aquellos que se siente felices por sí mismos consiguen tener estabilidad
afectiva e independencia emocional, a pesar de que se puede ser también felices
con otras personas en pareja, con sus grupos de amistades o en cualquier otro
tipo de relación interpersonal.
Cuando
nos enamoramos de alguien es cierto que la primera impresión es la visual, pero
jamás esa pareja se mantendrá unida solo porque el físico o ambos miembros sean
realmente espectaculares. El físico nos puede atraer en un primer momento, pero
es la forma de ser; la personalidad es la que hará que la pareja perdure.
Solo
quien es capaz de aprovechar de sus errores puede avanzar, sabiendo aprovechar
las crisis para crecer fortalecido, viviéndolas como oportunidades de
aprendizaje y desarrollo personal.
Pensemos
que a gritos no se soluciona nada, conversando sí. Tengamos en cuenta que en
algunas relaciones de pareja ocurre que uno de los dos acumule más poder que él
otro, si eso ocurre hay posibilidades de sumisión, perdiendo de esa manera
totalmente el respeto.
Por
tanto es de suma importancia que nos hagamos respetar, para ello debemos tener
nuestra vida propia y nuestra independencia, sin perder excesivamente la
dependencia de la otra persona.
Meditación:
Cuando tu pareja empieza a resaltar todos tus defectos en que ya no te ama.
Gracias María por desearme tener un buen fin de semana, aunque es muy difícil conseguirlo, cuando solo se tiene "media vida". Un saludo.-
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