martes, 13 de mayo de 2014

Qué sentimos cuando miramos.

           Saber comunicarse de una manera correcta y efectiva es básico para evitar malos entendidos y lograr que un  mensaje que deseemos expresar se transmita correctamente y quien lo escuche, lo entienda según la intención que tengamos de comunicarnos.
             La mirada tiene su propio lenguaje, es como un vocabulario sin palabras, pero casi todos somos capaces de comprender. Ese encuentro ocular puede decir mucho. No solo demuestra confianza y control, sino que en relación a la cantidad de veces que nos mira la otra persona, a su vez mantenemos un contacto el cual demuestra interés, atención y relevancia, además nos muestra un significado profundo de intención.
              Es de suma importancia aprender a identificar los distintos tipos de miradas para saber que intenciones y saber actuar en determinado momento lo que está pensando la otra persona, si esto lo unimos a saber analizar el lenguaje corporal, generalmente tenemos exactamente qué es lo que está pensando la otra persona en cada momento.
             Comprendamos que junto a la palabra, los ojos son el mejor medio de comunicación del cual disponemos. Generalmente, usamos el contacto ocular cuando estamos en búsqueda de información, mostrando atención o interés, invitando a una acción recíproca entre la persona que miramos, manifestando una determinada intención
             Debemos reconocer que modos de comunicarnos, existen muchos, no se trata sólo de la palabra, que no cabe duda que es muy importante. Existen ocasiones en que “una mirada vale más que mil palabras”. Hay sentimientos que nos superan y para los que no encontramos palabras justas. Son esos momentos que nos dejan sin palabras, a lo cual decimos que “hay silencios que gritan” 
              Las miradas que se cruzan en silencio van más allá de la pasión y el deseo. Cuantas veces nos preguntamos: ¿existe algo más hermoso que enfocar la mirada a esa persona que nos gusta?  Existe un dicho muy antiguo que dice: “los ojos son el espejo del alma” eso es lo que nos dice esa vieja frase, y lógicamente se refiere a que los ojos expresan lo se siente, en cambio la boca dice lo que conviene. Por ejemplo, el tiempo que se mantiene la mirada en los ojos del otro, quiere decir muchas cosas. A veces, puede ser un intento de seducción, en esos casos efectuamos una mirada profunda.
             Cuando la mirada es para seducir, solemos mirar de forma automática bajando rápidamente los ojos, como tratando de que no se note interés. Es entonces cuando de verdad se intenta seducir con la mirada; en estos casos, ésta se torna más prolongada y por lo general casi siempre va acompañada de una leve sonrisa.
             Nos podríamos preguntar si ¿se enamora una persona mirándole a los ojos?  A nadie se le escapa que “establecer contacto” con una persona a través de la mirada es relevante. Por tanto, podemos decir: que existen miradas románticas, expresivas, cautivadoras, etc., es como decir, “los ojos del amor” Por eso el llamado “contacto con los ojos” es una de las formas más fáciles de utilizar en el lenguaje corporal, pero también es una técnica complicada de dominar. Un contacto visual con otra persona que sea de “alta calidad” propicia la transmisión de buenos sentimientos, mientras que un contacto malo puede provocar en una determinada persona distancia e indiferencia, e incluso puede llegar hasta ofender.

 Meditación: Quien no comprende una mirada, tampoco comprenderá una larga explicación.

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