Solo hay una forma de demostrar que somos capaces de montar un proyecto y es
intentándolo con ganas y con todas tus fuerzas, no vale montarlo y al segundo
día dejarlo porque te has aburrido. ¿Por qué la gente no emprende más?
Sencillamente
porque no saben tener confianza; hemos sido educados para buscar un empleo, sin
tener en cuenta que nuestra autoestima, haya sido cultivada en base a dejar de
vivir en la mediocridad. Este concepto de la confianza, es tan cuestionado como
poderoso, tan transcendente como anclado en el presente y al mismo tiempo tan
defendido como denigrado.
Me
refiero a la fe y la confianza, con ello a todo el abanico de conceptos que de
ello se derivan. Porque si nos permitimos escuchar las cosas que del tema se
dicen a nuestro alrededor, nos sorprenderá tanto la fuerza que se le atribuye a
la fe como su conexión casi mágica con el mundo de lo supersticioso.
Muchas
veces al comenzar una nueva tarea nos preguntamos si seremos capaces de
lograrlo y entonces nos asalta la duda y, al poco de estimarla, la idea queda
inconclusa porque nos faltó confianza en nosotros mismos. Todos hemos cometido
errores en nuestra vida, todos hemos tenido malos momentos y vivido situaciones
que nos gustaría olvidar. Las llamadas
malas experiencias son parte de la vida, pero así también son parte de ellas
los buenos momentos.
De
esta forma podemos sacar en conclusión que no todo es sencillo. Nada que sea
bueno es gratis y las mejores cosas a veces no son eternas. En mi opinión nacemos
confiados y, luego con el tiempo se nos enseña a desconfiar, de lo que nos
dicen de la propia experiencia y de las experiencias prestadas de otros.
Los
desconfiados no nacieron tales: alguna vez fueron defraudados en su confianza,
fueron engañados, estafados y mentidos. No se trata de entregar confianza
absoluta desde el primer momento, pero sí de dar los primeros pasos en esa
dirección desde el primer encuentro. Ya habrá tiempo para corregir y darnos
cuenta de aquellas primeras pretensiones, bastará con estar consciente del
progreso que vaya tomando.
El
filósofo Friedrich Nietzche nos dice: “El que no tiene confianza en sí mismo
miente siempre” Nadie está exento de caer en las redes de un canalla, un
simulador, un cínico o un estafador profesional. Pero ello no puede ser la
excusa para, luego desconfiar de todo el mundo. No debemos seguir en este
círculo más que vicioso.
La
confianza es la antorcha que una vez encendida, ilumina a todos y cada uno de
los que se animan a sostenerla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario