miércoles, 15 de febrero de 2012

La mujer fumadora

            El tabaco es para la inmensa mayoría de los españoles, una imagen representativa del país. Pero también es la sustancia que grandes problemas personales, sanitarios y sociales nos provoca.
            Más allá del placer de fumar, sentimos que es uno de los conceptos que nos hace disfrutar verdaderamente de la vida. Pero, ¿realmente es necesario fumar para relacionarse? Los expertos recomiendan periodos de descanso sin llevarnos un cigarrillo a la boca con el fin de distanciar nuestro estado de ansiedad hacia el tabaco.
            Al principio se es un fumador social. Después, cualquier excusa es buena para encender un cigarrillo. El tabaquismo al cabo de algún tiempo, comienza a afectar a la salud de distintas formas; vómitos por las mañanas, temblores, estado de irritabilidad, etc. y lo más preocupante en estos casos es, que cuando nos fumamos un cigarrillo, estos síntomas desaparecen. Aunque desgraciadamente así es, no queremos reconocer que nuestro organismo está sometido diariamente a una determinada ingesta cantidad de nicotina. A veces necesitamos tocar fondo por medio de alguna enfermedad para salir a flote de dicho hábito.
            Las mujeres fuman porque han aprendido que fumar, forma parte de la diversión y de la noche a través de sus amistades, puesto que la mayoría suelen estar “enganchadas” al tabaco debido a su soledad. En estos casos cuando se carece de ese amigo que continuamente te está diciendo, “deja el tabaco”, en cuando no se tiene en cuenta el aprecio que nos tiene, ayudándonos con su insistencia a dejar  ese hábito, ya que tarde o temprano,  te dañará gravemente a tu salud.
            Piensas siempre que si un amigo insiste muy reiteradamente en ese consejo, es sencillamente porque nunca podrás comprender lo mucho que esa persona te aprecia


Meditación: Cada vez que enciendes un cigarro, algo se va apagando en tu interior.

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