martes, 9 de octubre de 2018

Utilizar la constancia.

El significado de la constancia consiste en, ir poco a poco, pero nunca desfallecer en el intento. Con el trabajo o el estudio pasa igual, de nada sirve un atracón de horas contra el trabajo bien planificado de forma constante. Hoy desgraciadamente vivimos en un mundo en que “lo quiero y lo tengo”, “lo pido y que me lo den”. Nuestra sociedad de consumo la hemos transformado en una sociedad de inmediatez. 
 Lo más importante para ser constante es realizar tu propia rutina. Esta no ha de ser algo malo y aburrido. Las rutinas pueden ser divertidas, sobre todo si las adaptamos a nuestros gustos. Al principio lo mejor es empezar muy suave, a pesar de la emoción del momento, y no exigirte grandes cosas. A medida que el tiempo avance y ya tengas tu rutina en tu cabeza y lo hagas de forma automática es hora de exigirte más. Lo más importante es crear esa rutina y adaptarnos lentamente, exigiéndonos cada vez un poquito más. 
La poderosa virtud de la constancia, es la perseverancia de insistir día a día. En realidad, es la suma de los días, lo que consigue crear un hábito en nosotros e incorporarlo a nuestra propia naturaleza. Lo importante de esta característica en nosotros como individuos, es que nos ayuda a enfrentar desafíos, a no desistir ante cualquier impedimento, a ser más estables y tenaces en nuestras acciones, evitando las excusas internas para pensar qué si podemos avanzar, así como, culminar lo que hemos comenzado sin posponerlo o dejarlo inacabado. Por otro lado, también nos permite contar con paciencia suficiente para entender, que los logros no son inmediatos, sino el resultado de muchos factores que consolidaremos en el momento oportuno.
Por tanto, no se trata de hacer descomunales actos de sacrificios, simplemente debemos tratar de que; como dijo Pitágoras: “Con orden y tiempo se encuentra el secreto de hacerlo todo, y de hacerlo bien” Así de sencillo podemos interpretarlo, ¿por qué no probarlo? El principal enemigo más fuertes que afecta de manera determinante a la constancia, es el temor o la duda, es decir; enfrentarnos a una nueva situación, pues nos puede llevar al agotamiento físico y mental, por lo que, debemos evitar que ese miedo se imponga sobre la búsqueda de nuestras metas. La mejor manera de lograrlo, es manteniendo un pensamiento firme y controlando el estado de ánimo.
Es posible que la falta de constancia sea uno de los males que nos aqueja en muchos ámbitos de la vida. A veces, buscamos resultados rápidos y abandonamos de manera prematura los proyectos antes de poder cosechar los frutos del trabajo en el que hemos invertido nuestro esfuerzo.
En un mundo donde manda la inmediatez, como decía al principio, y como si todo se hubiera de conseguir por arte de magia, tengamos presente el verdadero sentido de la constancia, la misma que gota a gota, termina por horadar la roca más dura. Sólo debemos practicarla, pero hacerlo día a día. No olvidemos nuca qué si decidimos ponernos en el camino, lo importante es recorrerlo.

Meditación: Si te rindes hoy de nada habrá significado el esfuerzo del ayer.

No hay comentarios:

Publicar un comentario