El significado de
la constancia consiste en, ir poco a poco, pero nunca desfallecer en el
intento. Con el trabajo o el estudio pasa igual, de nada sirve un atracón de
horas contra el trabajo bien planificado de forma constante. Hoy
desgraciadamente vivimos en un mundo en que “lo quiero y lo tengo”, “lo pido y
que me lo den”. Nuestra sociedad de consumo la hemos transformado en una
sociedad de inmediatez.
Lo más importante para ser constante es
realizar tu propia rutina. Esta no ha de ser algo malo y aburrido. Las rutinas
pueden ser divertidas, sobre todo si las adaptamos a nuestros gustos. Al
principio lo mejor es empezar muy suave, a pesar de la emoción del momento, y
no exigirte grandes cosas. A medida que el tiempo avance y ya tengas tu rutina
en tu cabeza y lo hagas de forma automática es hora de exigirte más. Lo más
importante es crear esa rutina y adaptarnos lentamente, exigiéndonos cada vez
un poquito más.
La poderosa virtud
de la constancia, es la perseverancia de insistir día a día. En realidad, es la
suma de los días, lo que consigue crear un hábito en nosotros e incorporarlo a
nuestra propia naturaleza. Lo importante de esta característica en nosotros
como individuos, es que nos ayuda a enfrentar desafíos, a no desistir ante
cualquier impedimento, a ser más estables y tenaces en nuestras acciones,
evitando las excusas internas para pensar qué si podemos avanzar, así como,
culminar lo que hemos comenzado sin posponerlo o dejarlo inacabado. Por otro
lado, también nos permite contar con paciencia suficiente para entender, que
los logros no son inmediatos, sino el resultado de muchos factores que consolidaremos
en el momento oportuno.
Por tanto, no se
trata de hacer descomunales actos de sacrificios, simplemente debemos tratar de
que; como dijo Pitágoras: “Con orden y tiempo se encuentra el secreto de
hacerlo todo, y de hacerlo bien” Así de sencillo podemos interpretarlo, ¿por
qué no probarlo? El principal enemigo más fuertes que afecta de manera
determinante a la constancia, es el temor o la duda, es decir; enfrentarnos a
una nueva situación, pues nos puede llevar al agotamiento físico y mental, por
lo que, debemos evitar que ese miedo se imponga sobre la búsqueda de nuestras
metas. La mejor manera de lograrlo, es manteniendo un pensamiento firme y
controlando el estado de ánimo.
Es posible que la
falta de constancia sea uno de los males que nos aqueja en muchos ámbitos de la
vida. A veces, buscamos resultados rápidos y abandonamos de manera prematura
los proyectos antes de poder cosechar los frutos del trabajo en el que hemos
invertido nuestro esfuerzo.
En un mundo donde
manda la inmediatez, como decía al principio, y como si todo se hubiera de
conseguir por arte de magia, tengamos presente el verdadero sentido de la
constancia, la misma que gota a gota, termina por horadar la roca más dura.
Sólo debemos practicarla, pero hacerlo día a día. No olvidemos nuca qué si
decidimos ponernos en el camino, lo importante es recorrerlo.
Meditación:
Si te rindes hoy de nada habrá significado el esfuerzo del ayer.
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