No sé si a algunos
de vosotros os ha pasado esto alguna vez. Sucede, que aquello que era
imprescindible deja de serlo de repente. Así sin solución de continuidad. Un
día ya no interesa aquello por lo que el día anterior casi hubieras dado tú
vida. No es la sensación de una renuncia. No, es justo lo contrario: un día
sencillamente, uno mismo se sorprende de la falta de pasión por algo que nos
sucede, hasta aquello que, casi un instante formaba parte de tus ilusiones.
Es
como si en vez de ser la persona la que prescindiera de las cosas, fuera las cosas las que nos abandonan, es realmente un abandono indoloro, puesto que uno se
queda estupefacto por ese repentino vacío de interés, mientras en verdad,
resulta que no era para tanto, que se puede vivir perfectamente sin eso. Y eso
que se desvanece pueden ser objetos, personas, gustos, costumbres; en verdad
absolutamente de todo.
Este
fenómeno forma parte de algo mucho más profundo. Quizás se deba a que ya hemos
andado mucho por el camino de la vida y nos convertimos en un espontáneo
filósofo que observamos el mundo con la aceptación y, la distancia de quien se
va, se hace cada vez mayor. Un mundo en el que casi todo va valiendo menos.
Aquella amistad tan genial, ya no le encuentras genialidad por ninguna parte, o
es ese hobby al que dedicábamos horas y horas a la semana ha hecho mutis por el
foro.
Y
lo más emocionante, por llamarlo de algún modo, son que esos repentinos
desintereses no son previsibles. Nunca sabremos que pueda ser lo próximo que
nos abandone. Si me propongo encontrar alguna lógica a esta desbandaba no la
encuentro, porque no es solo lo superfluo lo que se desvanece, sino también lo
fundamental.
En
los “adioses” siempre debe haber orden, lógica, sensatez, etc. Eso lo dicen los
actos y las personas. Ante esto no tengo nada que objetar, simplemente es la
razón la que a veces no cuenta, aunque aquellos fueran tiempos sumamente
importantes en nuestra vida. Suelen ser momentos en que la armonía que teníamos
se rompe. Es como un rompecabezas en el que una pieza no encaja bien ¿Qué ha
ocurrido?, ¿Por qué de repente todo se vuelve en nuestra contra? Aquellos
pilares fuertes y seguros, se convierten en débiles llenos de grietas. Mis
estimados amigos, no debemos rendirnos, ni siquiera cuando perdemos la confianza
en que todo volverá a ir bien. Aunque tu mundo esté hecho trizas, recuerda que
rendirse no es una opción. ¿De verdad quieres abandonar antes de intentarlo? No
esquives el tema, ¡desahógate! Este es el primer paso a afrontar, para que nada
se derrumbe.
Meditación:
Una flor se marchita, un castillo se derrumba, la verdadera amistad se conserva
hasta la tumba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario