sábado, 16 de agosto de 2014

Activar nuestros sentimientos.

           Cuando se tiene conciencia de lo que se siente, lo que estamos haciendo es evitar las angustias. Lo mismo pasa con los sentimientos, cada emoción tiene un tratamiento propio, pero ¿cómo saber qué hacer si no sabemos qué nos ocurre?
           Por eso cuando hablamos de sentimientos hacemos referencia a las diferentes formas en las que el cuerpo o la mente se expresa ante determinadas situaciones. Así algunos de estos sentimientos más comunes son la alegría, la tristeza, la ira, la paciencia, la tranquilidad, la ansiedad, etc. Todos ellos se demuestran a través de diferentes rasgos físicos. Del mismo modo que también se representan a nivel psicológico cambiando el estado de ánimo de la persona.
            Siempre estamos interpretando durante todo el tiempo la realidad de nuestras vivencias. El lenguaje nos facilita la codificación de nuestras experiencias en forma de un código común para que todos nos entiendan. Nuestros sentimientos suelen ir acompañados de importantes cambios corporales Es muy importante que nos demos cuenta de ello. Pero tengamos presente que el lenguaje en realidad no es solo para activar nuestros sentimientos. El lenguaje es un sistema de símbolo que nos permite codificar la realidad. Nunca debemos olvidar que las cosas que pensamos sobre lo que nos ocurren y los cambio que se producen en nuestro cuerpo, determinan nuestros sentimientos.
            Se sobreentiende que la importancia de los sentimientos reside en el hecho de que existen diversas formas a través de las cuales las personas demuestran cómo diferentes situaciones o vicisitudes que afectan a nuestra personalidad y a nuestro carácter, se muestran por medio de nuestros sentimientos.
            A través de nuestro diálogo interior, también es una forma de activar nuestros sentimientos, por ejemplo: hablarnos a nosotros mismos es quizás lo que más hacemos cotidianamente, y seguro que es con nosotros mismos con quién más contraponemos nuestros sentimientos. Ese diálogo interior que conforma nuestros pensamientos pueden ser tan motivador como desalentador, y de él depende las emociones que encadenamos a lo lardo del día.
            Así, los sentimientos son los fenómenos que nos constituyen desde lo más simple a lo más complejo como individuos únicos, capaces de sentir muy diversas cosas y completamente diferentes entre sí. Los sentimientos humanos nos colocan, además, mucho más cerca a nuestro yo más íntimo, ya que el momento de mayor sentimentalidad es aquel en el cual los estímulos surgen y se hacen claramente visibles.
            No podremos evitar que algunas veces sucedan que esos sentimientos nos entristezcan, puesto que son parte de nuestra vida.  Lo que sí podemos es disfrutar de los momentos buenos y superar los malos cuando éstos vengan. ¡No debemos resignarnos a la tristeza, luchemos contra ella!

 Meditación: El desprecio es un placer que dura solo un día; la generosidad es un sentimiento que te puede hacer feliz eternamente.

                                                                                    

No hay comentarios:

Publicar un comentario