jueves, 18 de octubre de 2012

El amor en la red.

             Internet ha puesto una auténtica revolución en nuestras relaciones. También en las de pareja. Hoy en día no tiene nada de extraño estar apuntado a una web de contactos o simplemente “chatear”, siendo cada vez más las personas que buscan el amor en la red.
            Tal vez porque parapetados tras la pantalla del ordenador, nos cueste menos ser más atrevidos y abordar a ese él o esa ella que ha llamado nuestra atención. Y al mismo tiempo nos es más sencillo ofrecer una imagen favorecedora de nosotros mismos.
            Si  la ausencia del contacto físico puede ser una ayuda a la hora de dar el primer paso, también es una tentación para inventar una identidad y ofrecer una imagen distorsionada con el objetivo de sorprender al otro, sobre todo la edad.
            Esto hace que podamos caer en nuestra propia trampa y tras mostrar una identidad parcialmente irreal, no nos atrevamos a llevar la relación a sus últimas consecuencias: verse cara a cara y conocerse; que es en definitiva el último sentido en las relaciones más francas. Pero por más que Internet pueda facilitar el primer contacto y permitirnos conocer al otro a través de la palabra, el objetivo debe llegar a conocerse en la “vida real”. Si esa relación virtual no se prolonga demasiado, no tiene porqué afectar negativamente, es más, ese contacto previo puede facilitar a establecer una relación.
            El problema es que la relación quede reducida a esa forma de comunicación, o que se postergue indefinidamente, con miles de excusas para el encuentro físico. Porque Internet puede ser un buen aliado para encontrar pareja, pero sólo si estamos dispuestos a trasladar el encuentro virtual a la vida real.

Meditación: Si no aprendes a confiar en los demás, difícilmente lograrás que ellos confíen en ti.

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