Cumplir unos deseos determinados, sentir la sensación de vivir la vida que uno desea, etc. Cambiar a cualquier edad es posible. No importa que tengamos 40, 50 o 60 años. Lo importante es el deseo de cambiar.
Cambiar de vida. O cambiarse a uno mismo. Parecen opciones reservadas para los más jóvenes, para los que tienen toda la vida por delante y todavía no están moldeando su forma de ser. Pero no es así. Es posible cambiar a cualquier edad, porque la vida no es un guión innegociable, y nuestra forma de ser es más plástica de lo que muchas veces creemos.
Pero… ¿qué significa cambiar? Cambiar ideas, sentimientos, conductas, en definitiva dejar de pensar que no se es capaz de tener una vida mejor, dejar de sentir tanto malestar y ansiedad, asumir y vivir los deseos… Para esto debemos modificar esa forma de ser que no acaban de funcionarnos.
Muchas personas que sienten malestar fantasean con la idea de cambiar radicalmente. Pero nunca hay que pretender convertirse en otra persona. “Se trata de ser la misma persona, pero no el mismo” ¿A cualquier edad? Si, aunque es posible que con 45 o 50 e incluso con 60 años nuestra personalidad esté demasiado hecha como para cambiar. A medida que pasa el tiempo, se pierden actitudes y plasticidad, pero lo importante es el deseo de cambiar.
Y ese deseo no tiene que ver con la biología personal. A veces en un geriátrico se han visto personas que se han enamorado, e incluso sintiendo ganas de aprender y de vivir la vida que les queda.
Meditación: Pregúntate si lo que estás haciendo hoy te acerca al lugar en el que quieres estar mañana.
Gracias María por tu comentario; pero debemos reconocer que siempre existe una edad o un momento en la vida, para recapacitar que siempre es posible cambiar. Saludos Cordiales.-
ResponderEliminar