lunes, 12 de marzo de 2012

La Sonata. I

           Por regla general, todos los que somos aficionado al bello arte de deleitarnos escuchando música clásica, no podemos negar que en alguna ocasión nos hemos “descargado” de Internet, algunos archivos de Beethoven, Mozart, Haydn, etc., y no es de extrañar que entre ellos fueran incluidos sus correspondiente Sonatas.
            Volviendo de nuevo a la Música Clásica; expondré en este breve apartado, en forma de Historia una pequeña idea de lo que es una Sonata. Para no extenderme mucho, en el siguiente apartado, os hablaré de la sonata en su forma de Teoría. 
            Hasta el siglo XVI, la música instrumental no gozaba de gran importancia. El estilo musical se basaba en el aspecto vocal; y los instrumentos, cuando se utilizaban, tenían una función subordinada a la de las voces.
            El nacimiento de la música instrumental se fecha normalmente en el transcurso del siglo XVI, por lo que el germen de la Sonata puede situarse hacia este siglo.            Originalmente el término “sonata” (del italiano sounare, = sonar) significaba música no cantada, sino interpretada con instrumentos. En oposición a la suite que proviene de la música de danza, la sonata tuvo su raíz en un tipo de música vocal de origen franco-flamenco, denominada “chaçon”. Durante el siglo XVII y principio del XVIII la sonata, en contraste con la suite, era por regla general una pieza seria, para uno o más instrumentos, que constaba de varias partes y estaba escrita parte en forma binaria y parte en forma ternaria.
            Se distinguía así mismo entre la sonata da camera (sonata de cámara) y la sonata da Chiesa (sonata de iglesia). Sin embargo en aquella época la diferencia entre la sonata y la suite no solía ser muy marcada. En las sonatas aparecían con frecuencia ciertos movimientos con carácter de danza. De este modo podemos decir que, el movimiento de minué y trío de la sonata clásica es de hecho una reliquia de este dualismo.
            Arrancando de estas primeras formas de sonata, y como resultado de una evolución lenta en la que participaron distintas formas y a la que contribuyeron numerosos compositores, hacia mediado del siglo XVIII se consolidó la forma característica de la sonata y su extraordinaria importancia entre las forma musicales.
            La época de Haydn, Mozart, Beethoven, llamado periodo clásico (clasicismo), lleva impreso el sello de la forma propiamente de sonata. Fue en manos de ellos cuando su forma alcanzó su culminación como estructura de alta complejidad musical

Meditación: En verdad, si no fuera por la música, habría más razones para volverse loco.

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