Georges Delerue - Adagio

         
             Me encontraba al amanecer caminando por la llamada “Ronda de los esteros”,  dirigiéndome hacia ninguna parte, estaba inmerso en mis pensamientos, pensaba cosas que la noche me hacían recordar, estaba confuso, puesto que todas las noches tenía que hacer el mismo esfuerzo, para olvidarme de lo que tanto me atormentaba.

            Seguía caminando por aquellos senderos mirando fijamente la “Ronda” que me dejaba atrás, el fuerte olor a marisma me embriaga, cuando de repente recordé esta melodía que Georges Delerue compuso en su Adagio, era una melodía melancólica pero llena de un profundo sentimiento. Una sensación extraña llenaba mi cuerpo, cada vez que el violín cambiaba sus notas, impulsándome a averiguar lo que sus compases me decían.

             Caminaba inmerso en el recuerdo de tan bellos pensamientos,  mientras mirando hacia el cielo veía como la luna desaparecía debido a que el astro Sol iba ocupando su espacio diario, para comenzar el nuevo día. A medida que la mañana avanzaba, y en mis oídos recordaba esa dulce melodía se apoderaba dentro de mí una paz y tranquilidad, haciendo que desapareciera esa atormentada soledad que me embargaba.   

Meditación: El arte de la música es el que más cercano se halla de las lágrimas y de los recuerdos.

            Nota: Este vídeo es original del  archivo particular de la psicóloga madrileña MontseAntares.