miércoles, 23 de noviembre de 2011

La amistad.

     Existen personas en nuestras vidas, que nos hacen felices por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino. A todas las llamamos amigos, y hay muchas clases de ellos. Algunas recorren todo el camino a nuestro lado viendo muchas lunas pasar, más otras las vemos entre un paso y otro. Tal vez cada hoja de un árbol represente a uno de nuestros amigos. Lo primero que nace del brote, son nuestros padres, después vienen los hermanos, con quienes dividimos nuestro espacio para que pueda florecer como nosotros.
                Pasamos a conocer a toda la familia de hojas a quienes respetamos y deseamos el bien. Más el destino nos presenta a otros amigos, los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino.
                A muchos de ellos los denominamos; amigos del alma, de corazón. Son sinceros, verdaderos, saben cuando estamos bien, saben lo que nos hace feliz.
                El tiempo pasa, el verano se fue, el otoño ya pronto termina, y perdemos algunas de nuestras hojas. Algunas nacerán en otra primavera, y otras permanecen por muchas estaciones. Hablando de cerca no podemos olvidar a los amigos distantes, aquellos que están en la punta de la rama, y que cuando el viento sopla, siempre aparecen entre hojas. Pero lo que nos hace más felices, es darnos cuenta que aquellos que cayeron, continúan cerca, alimentando nuestra raíz con alegría.
                Te deseo hoja de mi árbol, paz, amor, salud y prosperidad. Hoy y siempre... simplemente porque cada persona que pasa en nuestra vida es única. Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevaron mucho, pero no habrá de los que no nos dejaron nada.
             A veces lo más hermoso que un ser puede darte es, LA AMISTAD, pero también es realmente triste, que sin saber porqué, y a un determinado tiempo te la arrebate, sin  motivo que lo justifique y sin que jamás puedas tener la esperanza de saber  porqué. Esta es la mayor responsabilidad de nuestra vida, y la prueba evidente de que las personas no se encuentran por casualidad.

Meditación: Los verdaderos amigos se tienen que enfadar de vez en cuando.

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